tag:blogger.com,1999:blog-89555633674925149112024-02-18T21:42:05.423-06:00tlahtopilKurzWort ~ Palabreja ~ SmallTalk ~ FalarBreveTlahtopilhttp://www.blogger.com/profile/08097940969097541621noreply@blogger.comBlogger111125tag:blogger.com,1999:blog-8955563367492514911.post-24035175254958994632022-07-29T17:43:00.000-05:002022-07-29T17:43:05.541-05:00Viernes Santo<div style="color: #660000; text-align: center;">
<span face=""verdana" , sans-serif"><span style="font-size: small;"><br /></span>No me
alegro del mal ajeno; no, señor: me regocijo de mi propio bien. </span></div>
<a name='more'></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><br /></span>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">I</span></span></b></div>
<div>
<b><br /></b></div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Si corrieron a los vecinos por desmadrosos y cochinos –mire usted que esta pobre (paupérrima) colonia tiene su cuota de desorden y suciedad–, pobres de ellos, todos merecemos un techo y una puerta con cerradura; lo que agradezco al Nazareno –que hoy en la mañana tuvo su ración de latigazos y bofetadas– es que ya no tendré los cagajones de perro frente a mi casa ni los tamborazos sísmicos zarandando las ventanas.</span>
</span>
<br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="text-indent: 0.5in;">Entiendo que todos tenemos nuestros ratos de euforia, incluso los mariguanos de más allá ponen sus músicas sonsonetudas. Pero ¿tres veces al día? ¿Hasta en las santas fechas de la Pasión? Eso es no tener temor de Dios. Por
eso los han de haber echado, porque aunque diga el cura que Dios no castiga, que son nuestros propios actos los que nos cobran, el hecho es que hasta Cristo –que también es Dios– un día corrió a los desmadrosos de su casa, que es el templo.</span> </span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Que desorden hay en todos lados, concuerdo; en mi propia cochera se acumulan los cachivaches a cada rato, y entre los vecinos abundan quienes viven de pepenar en la basura, ahí van acumulando sus costales de chatarra para llevarlos a vender. Pero ¿dos automóviles enteros, oxidándose y juntando todavía más trebejos por debajo y por adentro?</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: georgia, times new roman, serif;">Y los perros, señor… Todo mundo tiene perro aquí, y decir ‘tiene’ es cortesía, porque desde que Dios amanece hasta que los diablos se sueltan están buscando qué comer en la basura y cagando donde les da el ansia; a su casa nomás van a dormir. Pero decirse dueños de una jauría de solovinos que abarca del melenudo al pelicorto, en todas las tallas, y que aterroriza a cuanto bípedo y cuadrúpedo pasa por aquí, sea con sus envites y gruñidos o con el campo minado de sus defecaciones; ducha en derribar ciclistas y rasgar faldas… Eso ya es otra cosa.</span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: georgia, times new roman, serif;">Como le digo, no me alegro del mal ajeno, ni de los desahuciados ni de quienes serán sus nuevos vecinos. Aquí sólo estamos disfrutando de la relativa paz que teníamos antes que llegaran. Ya mañana veremos qué gente nueva traen los caseros y, sobre todo, qué haremos con las carcachas y con el perral que dejaron abandonados.</span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;"><div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;"><div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;"><div style="text-align: justify;"><div style="text-align: justify;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>II</b></div><div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;"><br /><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Todo empezó con el maldito covid: esa enfermedad de comunistas y de paganos que nos ha tenido con el Jesús en la boca, espiando las ambulancias que llegan para recoger bultos amoratados, a la sordina dizque para no generar pánico.</span>
</span>
<br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: georgia, times new roman, serif;">Una de esas ambulancias se llevó a doña Tenchita, para no volver a verla más.</span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;"><div style="text-align: justify;"><div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: georgia, times new roman, serif;">La enfermedad llegó a la ciudad por un <i>junior </i>que corrieron de España, según, para que no se fuera a contagiar. Pero el muchacho ya traía el mal y fue a regarlo por todos los garitos del bulevar, acompañado de sus amigotes igual de rémoras que él, a cuál más descreídos, desobligados e irresponsables.</span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: georgia, times new roman, serif;">Tenchita completaba el gasto vendiendo dulces y frituras en la puerta de su casa; era un alma de Dios y no tenía problemas con nadie: organizaba los cuarentaiséis rosarios, las posadas y viacrucis; iba a las horas santas, y no faltaba a misa cada domingo y día de guardar.</span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Tengo para mí que el mal lo trajo su marido, un señor san José de pura discreción y persistencia que, cuando todos los pránganas se sentaron a fumar y beber lo poco que les quedaba –porque la contingencia sanitaria «no dejaba trabajar»–, él salía todas las mañanas en su bicicleta a seguir haciendo la lucha. Quién quite y un mocoso de casa rica le haya pegado el bicho durante una chamba de albañilería o de jardineada, y él, sencillo e ignorante, al no sufrir síntomas, se lo haya contagiado a su santa mujer.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Si no fue él, ella pudo agarrarlo ayudando a bien morir o velando a tanta criatura que entregó el alma en esta colonia durante los primeros meses de la pandemia, desde muchachitas que en el altar del novenario tenían su foto de quinceañera, hasta el abuelo de otro vecino de la cuadra –que ya es abuelo él mismo, así que imagine los años que tendría el difunto–.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Doña Tenchita volvió en una urna de madera –a todos los muertitos por covid los estaban cremando, que para evitar más contagios–. Su ahora viudo agarró la bicicleta y cargó en la parrilla trasera cuanto le cupo en un costal: se regresó a su tierra dejando la casa sola y tan limpia como siempre la habían tenido.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Mire usted qué ironías de la vida, o qué sentido del humor tiene el diablo, que a menos de una semana alquiló la casa esta gente sucia, descreída y sin moral –nomás oye música de drogas, asesinatos y perversiones–, con sus perros enemigos de los ciclistas, su desorden y basura.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<br />
<b><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">III</span></span></b><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<br /><span style="font-family: georgia, times new roman, serif;">El mero primer día se dieron a conocer: un muchacho con piernas y panza de mariachi que se pasó de sol a sol chanceando a las señoras de la cuadra, muy seductor según él; la hermana con la cintura y la gracia de un cilindro de gas, pero muy segura de sí misma, y una ristra de hermanillos todos iguales menos en la estatura.</span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Como no había escuela debido a la contingencia, en cuanto les amaneció –como a las nueve de la mañana– pusieron su bocinota a todo volumen, haciendo retumbar las ventanas de esquina a esquina con sus raps y reggaetones a cuál más delincuenciales y pornográficos, alternando con dizque corridos no menos exquisitos: un ruido del demonio que no dejaba oír ni los propios pensamientos.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Usted ha de preguntarse qué caramba estaba haciendo yo en casa a esa hora, cuando la gente de bien está en su santo trabajo: pues eso mismo, señor, trabajando; la Providencia me bendijo con un empleo que no se acabó con la pandemia, como el de muchos desgraciados, y que me ha permitido seguir ganando el sustento en el que puedo llamar mi hogar mientras no deje de pagar la renta.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Yo me los figuraba como los niños perdidos de Peter Pan: no se veía gente de razón por ningún lado. Así que, a riesgo de ser ponderado como el Capitán Garfio de la cuadra, fui con mi mejor cara de buen vecino a pedirles que le bajaran al volumen de la música. ¿Creerá usted que no me oían? Tuve que gritar en su puerta misma. Poco me duró el contento: en cuanto les di la espalda le volvieron a subir. Y yo, con la paciencia de Job, fui otra vez. Total que, como las caídas de Cristo en el Calvario, a la tercera me resigné a mi penitencia.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Es que, como el hermano andaba por la esquina «quedando bien» y la hermana con los chiquillos estaba limpiando la azotea, pues no alcanzaban a oír a su gusto.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">En fin, cuando estaba a punto de perder los cabales y no sabía si llorar, gritar, hablarle a la policía o cortarles el cable de la luz, sobrevino el silencio. O algo como el silencio, porque me quedaron zumbado los oídos.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">En la tarde ocurrió igual, y otra vez en la noche.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Me tomó varios días descubrir que sí había un adulto en esa casa: la señora madre, quien en cuanto llegaba de la calle apagaba el ruidero.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Abreviando el sucedido, a menos de dos semanas terminé llamando a la policía, tres días seguidos… Para nada. Resulta que el proveedor de los mariguanos, tres casas más allá, es bien conocido de la autoridad; tiene un expediente por pandillerismo así de gordo en Estados Unidos y, aquí, se las ha arreglado para amedrentar o cohechar a los de azul con su pinta de cholo de verdad y, sobre todo, con fajos de billetes que vuelven ciego, sordo y mudo a cualquier patrullero que pase por aquí.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;"><div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Y mire usted que este mismo señor de calcetas blancas, coleta trenzada y bigote de Tizoc es quien llegó a componer el mal: con su peor pinta se plantó a media calle y una sola vez gritó –ha de disculpar el vocabulario–: «bájenle a su chingadera». Y santo remedio… para él, porque de ahí en adelante oían su ruidero a puerta cerrada, así que a este Pedro Navajas ya no le llegaba la retumbadera, pero a los de junto y los de enfrente –como su seguro servidor– terminó por darnos una resignación enfermiza, dando gracias a Dios de que por lo menos los vidrios de las ventanas ya no amenazaban con saltar en pedazos.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;"><b style="text-indent: 1cm;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">IV</span></span></b></div><div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;"><div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Entonces empezó el problema de los perros. Como las olas del covid, apenas se iba retirando una desgracia cuando se veía llegar otra; ya lo verá usted más claro.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Primero uno, luego dos; quién sabe cómo, a los días ya eran cinco animales y, al mes, ya nadie los podía contar, pues llegaban y se iban, aparecían o se desvanecían.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">La perrera, simplemente, no pasaba, aunque uno llamara al ayuntamiento. Los demás animales de la cuadra terminaron huyendo a las azoteas, o linchados por estos feroces canes: una mañana sí y otra también, encontraba uno los pedazos de un gato desmembrado, una bolsa de compras asaltada a las viejitas madrugadoras que venían con su despensa, una cabeza de gallina –hay quienes crían gallos de pelea para llevarlos la feria de la ciudad– o el cráneo pelado de una chiva –todavía hay aquí cerca granjas con animalitos y hortalizas–.</span>
</span>
<br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">El acabose fue cuando la jauría envalentonada agarró oficio de derribar ciclistas y desgarrar faldas, pero ni por eso hizo caso de venir la cuadrilla de control animal.</span></span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Nunca entendí cómo podían defecar tanto esos animales, si nunca vi que les dieran de comer. Tenía que salir uno de su casa, primero, muy discreto para no alterar a esas bestias de Satanás y, luego, caminando de puntitas y a saltitos como si jugara bebeleche, para no pisar un cagajón.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;"></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">El que vino a atajar este asunto –para que no creciera más, olvídese usted de ponerle remedio– fue el abuelo al que se le murió el abuelo. Primero intentó con buenas razones, luego amenazó con sus credenciales de «delegado del partido» y, al cabo, tuvo que hacerlas valer: fue el día, como la Pascua de Israel, cuando se abrió el mar de canes con la presencia de la perrera. De ahí hasta que se fue esta gente y dejó tirados a los animales, por lo menos pudimos contar e identificar a los malhechores, que para entonces no se satisfacían rasgando faldas de católicas y protestantes, sino que ya habían agarrado gusto también por los hábitos de las monjas y la sotana del vicario.</span></span>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;"></div></div><div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><b>V</b></span></span></div><div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><b><br /></b></span></span></div><div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: georgia, times new roman, serif;">Llamamos grúas para que mañana se lleven los automóviles abandonados. Algunos vecinos están separando el mugrero acumulado adentro y debajo de ellos, acopiando lo que pueda venderse como chatarra, y medio acercando lo demás al contenedor de basura, calle abajo. Los chiquillos se divierten cazando con sus resorteras las ratas sorprendidas por el repentino desahucio, muy silencios según ellos porque es día de duelo: conmemoramos la muerte de nuestro Señor.</span></div><div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;"></div></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Los perros son los que dan pena. Súbitamente, han pasado de esbirros del demonio a víctimas de abandono. Sin hablarnos –porque de todos modos no nos hablamos mucho, menos los de la cuadra sur y los de la norte, los de la mitad poniente y los de la oriente, y yo tengo la maldita (o bendita) suerte de vivir justo en medio, como los ahora ex vecinos–, sacamos las sobras de comida, abrimos los portones de las cocheras, acogemos en cada casa a un animal. Los gatos van bajando de las azoteas y de los árboles, se acercan con cara de hambre atrasada y comparten en santa paz con sus otrora verdugos el pobre pábulo que estos improvisados sanmartines podemos darles.</span></span>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;"></div></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Los gallos sementales y sus harenes cantan o cacarean himnos de libertad, más sentidos que cualquier composición humana. Hasta las chivas de las granjas vecinas balan algo que suena como un aleluya. <i>Divide et vinces, </i>dijo el césar, y las humildes bestias parecieran rogarnos que mantengamos separada a la jauría. Mañana, Sábado de Gloria, celebraremos nuestra liberación, más sentida que la vigilia a ser presidida por el señor cura en la parroquia.</span></span>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;"></div></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Mi señora y yo nos hemos hecho cargo de una cachorra, algo sazona ya, con alguna pinta de bóxer, que puede convertirse en un animal de bien si le damos algo de cariño y disciplina. El abuelo delegado del partido (con el abuelo muerto por covid) trata de aquerenciarse a un perro pinto, con un ojo zarco, que da trazas de ser buen guardián. Y etcéteras. Mañana que vengan los dueños de la casa a acreditar la entrega de las llaves, seguramente estaremos más de tres parados en la acera, con los brazos cruzados, dando a entender con nuestro silencio severo que no estamos dispuestos a aceptar a cualquier cabrón como vecino.</span></span>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;"></div></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;"><br /></div><div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;"><br /></div><div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">***</div><div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;"></div></div><div class="blogger-post-footer"><p></p><p></p><em>Lee estos artículos con un formato más amigable al ojo en <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/">Blogger</a>. También hay vínculos a mis </em>blogs<em> de personal interés, depósito de imágenes, histórico musical y otras cosas más.</em></div>Tlahtopilhttp://www.blogger.com/profile/08097940969097541621noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8955563367492514911.post-24481796798424810322019-12-26T21:53:00.006-06:002021-04-05T13:56:59.466-05:00¿Qué aporta la práctica del tiro al blanco a la formación integral de los jóvenes?<div style="color: #660000; text-align: center;">
<span face=""verdana" , sans-serif"><span style="font-size: small;"><br /></span>Tengo un rifle de aire calibre 4.5 desde que cumplí 13 años, sin embargo, fue hasta los 42 que empecé a usarlo con disciplina y propósito, cuando me vi parado frente a un blanco de papel y con la responsabilidad de instruir a un grupo de jóvenes en el uso y cuidado del arma, así como (hasta donde alcanzaba mi ignorancia ilustrada) en la manera de meter diez diábolos en la diana. Expongo aquí lo que he aprendido desde entonces, y con certeza afirmo que abarca mucho más de lo imaginado. </span></div>
<a name='more'></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><br /></span>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">¿Pasatiempo, ejercicio o deporte?</span></span></b></div>
<div>
<b><br /></b></div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Parece obvio, pero no lo es. Los resultados obtenidos en la práctica del tiro al blanco, así como el precio a pagar por ellos, dependen completamente de la dedicación que se decida poner.</span>
</span>
<br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">P<span style="font-size: x-small;">ASATIEMPO</span> es tomar el arma de vez en cuando, improvisar un blanco e ir al patio trasero a deshacerse de la tensión, divertirse con los amigos o pasar el tiempo ocioso en algo diferente; fantasear «sintiéndose Rambo» o un sicario que va a ejecutar al compañero fastidioso que toda la semana nos llena el buche de piedritas. </span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">La disciplina, técnica y equipamiento que requiere este nivel son mínimos, con tal de que se respeten las normas de seguridad y se dé algún mantenimiento al rifle, pistola, arco o resortera, que para el caso no hace diferencia. Por supuesto, los beneficios a mediano y largo plazo serán nulos, pero la satisfacción inmediata (o la catarsis) vale la pena, aunque no faltan estudios apuntando en el sentido de que esto puede derivar en psicosis y, en una de ésas, dejar de imaginar, plantarse con un arma en medio de la escuela o la oficina, y terminar en la nota roja, cuando no entre rejas o en medio de cuatro cirios.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">En cambio, hablar de <span style="font-size: x-small;">EJERCICIO</span> implica la adopción voluntaria de un método; es decir, de un régimen que conduzca a un objetivo, aunque ordinariamente esto último es –paradojas de la vida– con lo que iniciamos: «quiero meter diez diábolos en la diana».</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Cuando decidimos ejercitarnos, muy pronto nos damos cuenta de que improvisar un blanco e ir equis veces por semana al patio trasero no es suficiente: la puntería no mejora; la tensión, en vez de disiparse, se acumula; las cajas de parque se vacían y en la pared se multiplican las marcas de nuestra ineptitud. Entonces –si no hemos desistido– comenzamos a informarnos, descubrimos que existen técnicas de agarre y para calibrar la mira; posturas corporales, calidades de munición y de arma, etcétera; que la respiración, el pulso y hasta la mosca que pasa influyen en la trayectoria del proyectil. Si sobrevivimos a ese caudal de información, ensayaremos todo lo que leímos en los <i>blogs </i>y vimos en Youtube, adoptaremos lo que ayuda a mejorar los resultados y, poco a poco, estableceremos un método de perfeccionamiento. Asimismo, veremos que nuestro objetivo original nos queda chico y lo volveremos más ambicioso (diez tiros en el círculo negro; agrupar en un diámetro de <i>n </i>centímetros...); volveremos a investigar, modificaremos nuestro método y así sucesivamente, encontrando satisfacción ya no en imaginaciones o en catarsis, sino en los resultados, que a su vez reflejan la superación de las propias capacidades y límites.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Una vez en plan de ejercitamiento, además de invertir una cuota fija de tiempo y dinero, descubriremos sutilezas sobre el mantenimiento del arma, la condición física y mental del tirador; quizá nos den curiosidad los reglamentos de competencia y busquemos un lugar idóneo para practicar, incluso un entrenador.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">En este nivel es donde se encuentran los beneficios a mediano y largo plazo, como en cualquier otra práctica que decidimos convertir en hábito: adoptaremos una rutina de acondicionamiento músculo-esquelético y aeróbico, mejoraremos la respiración y el control del cuerpo; la disciplina fortalecerá nuestro autocontrol emocional y moral... Más adelante abundaré sobre esto.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">La diferencia más importante entre el ejercicio y el <span style="font-size: x-small;">DEPORTE</span>, es que en aquél todo depende del individuo: adoptar un régimen, definir un objetivo, informarse, <i>vencerse a sí mismo; </i>en tanto que la práctica deportiva depende casi completamente <i>de otros: </i>el preparador físico, el entrenador, el nutriólogo, los pares/rivales, los jueces, los funcionarios del organismo rector y del Estado; los aficionados y patrocinadores, son quienes deciden la rutina de acondicionamiento, el horario de práctica, las técnicas, puntuaciones, alimentación, ropa, arma, parque; hasta lo que se puede decir en público, la hora de dormir, el comportamiento en la intimidad y, por poco, hasta lo que se debe pensar y creer.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">No se me malentienda: quien decide dar el salto al nivel deportivo tiene sus razones, muy personales y válidas, para, en apariencia, poner todas las dimensiones de su vida en manos ajenas. Quizá su gusto por la práctica ha alcanzado un costo prohibitivo; ha encontrado el techo en su ejercicio autogestivo y requiere ayuda para alcanzar la perfección; necesita vencer a otros para satisfacerse o medir su propia capacidad; quiere dedicar sus mejores años a ganar viajes, becas y premios, o simplemente encontró su vocación.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Dije arriba que la práctica deportiva depende, <i>en apariencia, casi </i>completamente de otros. La realidad es que, sin el ejercitamiento personal, todos los personajes, beneficios y exigencias de la práctica deportiva o profesional, son vanos. Salvo los atletas de alto rendimiento cuando se acuartelan durante semanas o meses para preparar su participación en justas internacionales, para los mortales es indispensable continuar la práctica por nuestra cuenta, aunque ahora mediada y evaluada por el entrenador, el preparador, etcétera, pero siempre cimentada en la autodisciplina.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Pido disculpas por esta larga digresión inicial, pero es necesaria para entender «en qué andan» nuestros muchachos, sobre todo si somos de esos paterfamilias que los «avientan» a la organización juvenil para que «no estorben» y luego nos asustamos cuando nos dicen que el próximo fin de semana irán a un campeonato de tiro, aunque también podrían decir de lucha, natación, carrera, etcétera.</span>
</span>
<br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Los miembros del PDMU, como los de todas las organizaciones militarizadas en el mundo, y diría también de las escultas, se sitúan en el límite entre el ejercitamiento y el deporte; quiero decir, han decidido hacer algo para mejorar las diferentes dimensiones de su vida y, en sus pesquisas (o porque sus padres los metieron), han descubierto y adoptado como propio el método que ofrece nuestra institución, sometiéndose a la autoridad de mandos e instructores como mediadores y evaluadores de su progreso. Pero (ordinariamente) no somos un órgano federado en alguna práctica deportiva que los lleve a competir contra miembros de otras organizaciones, ni a hacerlo de manera profesional como representantes de su ciudad, entidad o país; solamente somos un apoyo en su formación integral. El esfuerzo de ambas partes (de ellos, por mejorar sus condiciones; de nosotros, por compartir lo que sabemos y guiarlos de acuerdo con el método institucional) es completamente voluntario; si alguien encuentra en algún momento que las competencias internas o interinstitucionales <i>bona fide</i> «le quedan chicas», con gusto le servimos de trampolín para que salte la cerca y aterrice en una institución federada, con nuestras bendiciones, orgullo y buenos deseos. No me entretendré aquí a hacer una lista de casos, pero es un hecho que muchos deportistas profesionales encontraron su vocación en nuestras filas.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<br />
<b><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">¿Por qué tiro al blanco? ¿Quieren volver sicario a mi hijo?</span></span></b><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> </span></span><br />
<br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Primero, porque es una de las prácticas obligatorias en los aspectos deportivo y militarizado (disciplinario) de nuestro método; segundo, porque sus características <i>amateur</i> (sancionadas además por la Federación Mexicana de Tiro, en el caso del PDMU), la hacen realmente económica en lo monetario y accesible en lo técnico; tercero, porque corona en un solo ejercicio los esfuerzos encaminados a mejorar la fuerza física y capacidad aeróbica, así como la disciplina, el autocontrol y el estado de alerta.</span>
</span>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Sí: la práctica del tiro <i>como ejercicio </i>es un antídoto contra la psicosis y la violencia, igual que cualquier otra arte marcial; no lo digo yo ni la National Rifle Association, sino las milenarias tradiciones del budismo, el bushido, el tao y la caballería tanto europea como árabe, por mencionar las más conocidas. Es más probable que un chico se convierta en sicario o protagonice una balacera en la escuela si sólo conoce las armas por su tío el borrachales, el primo «buchón» o los mal llamados ‘narcocorridos’, quienes le harán creer que la violencia, la muerte y el abuso son la solución a sus problemas de hostigamiento y baja autoestima, y que un arma es la herramienta perfecta para ejecutar su venganza o imponerse sobre los demás.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>Si vis pacem para bellum, </i>reza la máxima latina, y es un muy sucinto resumen de los torrentes de tinta que, desde la filosofía, la religión y la ciencia militar, argumentan a favor del correcto y dedicado entrenamiento en el uso de las armas. El aforismo condensa dos conceptos: primero, cuando una persona está capacitada para defenderse, es más difícil que otros puedan o quieran abusar de ella; segundo, en el pensamiento religioso y filosófico que subyace a las culturas donde las artes marciales encuentran su origen, éstas se consideran, además de lo anterior, una técnica de meditación, es decir, un medio para encontrarse a sí mismo, centrarse en su realidad subjetiva y social, y deshacerse del ruido que le impide trascender.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Ambas ideas han sido constatadas empíricamente por miles de personas en millones de ocasiones: desde el niño que deja de ser molestado cuando aprende a bloquear golpes e inmovilizar al contrincante, hasta el tirador que llega a la sesión con la cabeza llena de preocupaciones y deja el blanco como disparo de escopeta.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Cuando el joven entrena (es decir, practica regularmente, con método y disciplina), muy pronto asimila el arma como uno más de sus implementos, igual que los zapatos de correr, la gorra o la botella de agua; conoce los límites, riesgos y reglas de su uso.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">En el aspecto formativo, al contrario de lo que ocurre acá afuera, donde descubrimos después de cientos de dianas fallidas que, para mejorar la puntería, es necesario fortalecer el sistema músculo-esquelético, mejorar la oxigenación, dominar los pensamientos y emociones; adoptar una disciplina tanto física como moral; que es necesario investigar y poner a prueba lo aprendido, en las organizaciones juveniles se llega a la práctica del tiro como una manera de ponderar el progreso de los muchachos en todo lo anterior.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">No, para nada queremos convertirlos en sicarios, todo lo contrario: les inculcamos respeto a sí mismos, al prójimo y a la vida, deseando desde el fondo de nuestras almas que nunca necesiten emplear lo aprendido para defenderse pero sabiendo que, en caso necesario, lo harán con mesura y asumiendo su responsabilidad; les ofrecemos una técnica que ayude en la formación de su carácter, el dominio y fortalecimiento tanto de mente, cuerpo y emociones como de su alma, y que para efectuarse de manera óptima los obliga a adquirir hábitos saludables de acondicionamiento, comportamiento y pensamiento... Quizá no con el rigor y secretismo con que los monjes shaolín se adiestran en el kung-fu, pero con el mismo fin.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<br />
<b><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Ahora, las minucias</span></span></b><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Nosotros practicamos específicamente el tiro a 10 metros sobre blancos estáticos de papel, con rifle neumático de quebrar, calibre 4.5 mm (.177”), provisto de mira abierta, con diábolos de punta plana (<i>match</i>), de acuerdo con el <a href="https://131e007a-2650-5877-14ef-b9ddcba3da5b.filesusr.com/ugd/c846e6_7730e671180a4e2299a17eb352ed497b.pdf" target="_blank">reglamento vigente de la F<span style="font-size: x-small;">EMETI</span></a> (excepto en lo que corresponde al país de procedencia del arma, sobre lo que no tenemos restricciones).</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Lo primero que debe saber el candidato a tirador, es el nombre de las partes del arma y el proyectil, pues toda la instrucción se basa en esos tecnicismos. Lo segundo son las normas de manipulación y seguridad: desde cómo revisar que el arma esté desabastecida al recibirla, cómo asegurarse de entregarla igual, hasta la prohibición de jugar con ella o amagar a alguien o algo distinto del blanco, con la advertencia de que cualquier infracción implica ser expulsado de la práctica, además de los correctivos o sanciones que determine la Sección Militar.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Se continúa con algunas indicaciones generales sobre orden cerrado con armas (para reforzar lo indicado sobre la manipulación correcta), la manera de encarar y apuntar, continuando con una ronda de tiros de fogueo.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">La ronda de fogueo permite discriminar entre quienes necesitan practicar la sujeción y puntería, quienes necesitan corregir la postura o accionamiento del arma, y quienes pasarán a prácticas de perfeccionamiento.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Se permite a los tiradores adoptar la postura y respiración que mejor les acomode, dejando que comparen resultados con sus pares, de modo que por sí mismos las corrijan o adapten. Una vez encontrado el límite de su eficiencia, en prácticas posteriores se les dan indicaciones sobre técnicas probadas y, nuevamente, se les permite adoptarlas y adaptarlas, hasta llegar al momento en que el instructor debe intervenir.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Quienes vuelven para la segunda sesión, son informados sobre el mantenimiento que se debe dar al rifle y se les responsabiliza de ello, así como de adquirir sus municiones, como parte de la formación en el aspecto material y para que tomen conciencia sobre la importancia que tiene la calidad de sus materiales de trabajo. Poco o nada se les dice sobre coeficientes balísticos, calidades, pesos o tipos de municiones; posturas efectivas, blancos, tipos de competencias y sus reglamentos etcétera, dejando que se despierte en ellos la curiosidad e investiguen por propia iniciativa.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">En el caso de que alguien muestre repetidamente deficiencias disciplinarias, en el control corporal o pereza para investigar, se le remite a las Secciones Militar, Deportiva o Técnica, según el caso, para que adopten las medidas necesarias.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Existen en nuestra institución varios momentos cumbre en que los tiradores miden su progreso y pueden verlo recompensado; si se quiere, simbólicamente: el Campeonato Nacional de Tiro, en Guanajuato; la prueba Penta Completo, en Querétaro, y –durante los Juegos Nacionales– las pruebas Penta Militar y la Penta Deportiva.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Aunque no hay obligación recíproca para ello, puede haber en dichos eventos visores de las federaciones de pentatlón moderno y de tiro, o funcionarios de las instancias gubernamentales que patrocinan dichas prácticas, quienes ofrecen a los jóvenes reclutarlos para representar, ahora sí de manera formal, a su municipio, entidad o país en competencias federadas.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">¿Por qué me entretengo en estas «minucias»? Porque nunca falta el paterfamilia desmañanado que se presenta en los campos de instrucción reclamando que vieron a su hijo «con una escopetota», o le salió con que necesita comprar una caja de diábolos («¿qué cosas de ‘diablo’ son ésas que le está pidiendo?»).</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">No, no usamos escopetas ni alguna otra arma de fuego desde que la Secretaría de la Defensa nos retiró su favor y las cédulas con permiso de portación. Ya se dijo claramente que usamos rifles neumáticos de quebrar, y solamente para tiro al blanco. Si la religión o ideología de alguien le prohíbe usar armas, es mejor consultar con su ministro y decidir en conciencia si al chico se le permitirá participar.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Es importante como padres o familiares llamar a las cosas por su nombre y darles la dimensión justa; si andamos presumiendo por ahí que nuestra criatura es un Tiroloco McGraw o un niño sicario, estaremos preparando el escenario para un desastre monumental; si decimos que está tirando con escopetas o fusiles, el problema no será solamente para la familia sino también para la organización juvenil. De por sí tenemos que explicar constantemente a las autoridades civiles, religiosas y escolares lo que hacemos, el por qué de nuestros uniformes y nuestra ideología; no necesitamos una patrulla militar o policiaca a la puerta del campo de instrucción para explicar qué tipo de armas empleamos.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<br />
<b><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">En resumen...</span></span></b><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
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<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">El tiro al blanco impulsa a los miembros de la organización juvenil a adquirir hábitos de acondicionamiento físico, buena respiración, disciplina y autocontrol; idóneamente, también estimula su curiosidad intelectual y refuerza el principio de autosuperación constante que les inculcamos, así como la sana competencia. En tanto que lo practicamos como un ejercicio, con algunos rasgos de la práctica deportiva o profesional, los jóvenes adquieren familiaridad con el arma, respeto a las reglas de su uso, a los demás y a sí mismos, sustituyendo en sus
consciencias los conceptos errados que pueda haberles instilado la cultura delincuencial que inunda los medios masivos y, a veces, hasta las costumbres familiares.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Practicado con disciplina, el tiro al blanco es también una herramienta que les ayuda a controlar sus pensamientos y emociones; fortalece su capacidad de concentración y estado de alerta; les ayuda a aclarar sus ideas y adquirir serenidad, sin los riesgos para su fe que podría conllevar una práctica meditativa importada de otras religiones.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">La modalidad de tiro que practicamos, con rifles de quebrar, está debidamente reglamentada y es muy económica, considerando que hay botellas de tequila más caras que algunos rifles (lo difícil es conseguirlos, porque nadie quiere vender el calibre 4.5), y que una caja de 500 diábolos cuesta menos que una comida familiar en cualquier restaurante.</span>
</span>
<br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Los riesgos físicos a que pudieran estar expuestos los jóvenes, son mitigados en gran medida por su adiestramiento previo en el mando y la obediencia, la atención constante de los instructores y su sentido de responsabilidad.</span></span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Como una de las muchas prácticas deportivas, intelectuales y militarizadas que comprende nuestro método, acercamos a los chicos diversas opciones que les ayudan a definir y seguir su vocación, cultivando sus aptitudes de manera integral en el proceso.</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<br />
<b><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Algunos consejos gratis</span></span></b><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
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<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Basado únicamente en mi experiencia como tirador e instructor; luego de leer decenas de artículos y probar numerosas posturas, tipos de parque y rifle, me permito ahorrar a los lectores un poco de trabajo; además de que la mayoría de recursos disponibles en Internet no está en español.</span></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<ul>
</ul>
<ul>
<li><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>No compres un rifle de alto poder. </i>Es excelente para cazar conejos pero no para disparar a dianas de papel con diábolos calibre 4.5 y sin punta. Las velocidades supersónicas tan cacareadas en Youtube solamente provocan trayectorias erráticas y cero agrupamiento. Un rifle de potencia media o media-baja (los anuncian como ‘junior’ en Internet) tiene una planta de potencia muy homogénea disparo tras disparo, una trayectoria previsible y, en caso necesario, causará daños moderados a un agresor, siempre que no se le apunte en sitios críticos (que no describiré aquí). Tampoco compres un rifle «para niños», es decir, «blandito de quebrar», que podría no tener la potencia suficiente para hacer perforaciones bien definidas en el blanco.</span></span></li>
<li><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>El calibre 4.5 </i>no<i> es para niños.</i> Se trata de un prejuicio muy peligroso, que confunde los pseudorrifles y pistolitas de balines (de ánima lisa) con los verdaderos rifles de quebrada para diábolos (de ánima estriada). Aquí lo importante, además del rayado que aporta dirección al proyectil, es la planta de poder, es decir, lo que vive dentro del cajón de mecanismos: un conjunto de resorte, émbolo y cilindro generalmente diseñados para calibres más grandes, que empujará un proyectil superliviano con la fuerza necesaria para que otro, considerablemente más pesado, cause heridas letales en piezas de caza menor. De ahí que, por razones estrictamente técnicas, yo te desaconseje un rifle de alto poder, pues aportará demasiada fuerza para lo que el proyectil puede manejar. Otra razón para no mirar a este calibre como un juguete, es que el diábolo 4.5 pierde la energía cinética muy pronto, por lo que colocado en el punto correcto/equivocado puede hacer mucho más daño, pero no inmediato, que un calibre mayor disparado por la misma planta de poder.<i> </i>Donde un diábolo 5.5mm (.22") o 6.35 (.25") simplemente golpea el tejido blando y lo atraviesa, o bien golpea un hueso y lo fractura o rebota hacia afuera, nuestro pequeño incomprendido golpea y se enquista, o se desintegra, provocando en el corto y mediano plazo envenenamiento por plomo, así como la migración de esquirlas por el torrente sanguíneo, peritoneal o intersticial, que provocarán daños ulteriores. El calibre 4.5 es considerado ético solamente para cazar animales del tamaño de ratas o palomas cuanto más y, respecto a la autoprotección, el tirador debe ser plenamente consciente de las consecuencias legales que podría acarrearle un tiro en esos puntos correctos/equivocados.<i><br /></i></span></span></li><li><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>Asienta tu rifle nuevo antes de llevarlo a una competencia.</i> Hablando de émbolos y cilindros, al igual que el motor de un automóvil, el cajón de mecanismos de tu rifle recién comprado necesita completar una fase inicial de desgaste para que todas las piezas embonen perfecto y con suavidad. En tanto no hayas completado este asentamiento –como los automóviles–, vibrará, «pateará» y la mira se descalibrará de sesión en sesión; en resumen, tendrá un rendimiento limitado, lo que se traduce en malos agrupamientos y peores puntuaciones. Para comprobar cómo se siente disparar un rifle asentado, pídele a tu instructor o a un colega que te permita hacer una ronda con su «viejo fiel». Cuántos tiros y lubricaciones requiera este proceso, dependerá de la calidad de manufactura, así que no gastes en diábolos de campeonato hasta que lo sientas «suavecito».</span></span></li><li><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>Tampoco lo lubriques justo antes de competir, ni lo sobrelubriques.</i> Siguiendo con la analogía de los motores, existe un fenómeno llamado ‘dieselificación’ que, de acuerdo con los principios formulados por don Rudolf Diesel, consiste en la deflagración de una sustancia combustible causada por la presión del aire en el cilindro. En tanto que las máquinas de este sistema están diseñadas para soportar y utilizar a su favor las altas presiones y temperaturas, el rifle no, por lo que tendrás un comportamiento muy errático mientras el exceso de aceite es consumido, además de que pueden dañarse las gomas del émbolo y del cierre de la recámara. Es un error de novato sentirse «chido» porque el rifle echa humo y truena como si fuera arma de fuego. </span></span></li>
<li><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>No elijas un rifle sólo porque «se ve perrón».</i> Olvídate de las culatas vaciadas o los rifles que quieren parecer armas de fuego, y más si emulan fusiles automáticos. Las culatas vaciadas provocan que el peso se concentre al frente, dificultando la postura y la puntería, mientras que las imitaciones de armas de asalto compran problemas con los vecinos y la autoridad.</span></span></li>
<li><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>Olvídate de la mira telescópica, usa una buena mira abierta.</i> Por potente que sea, tu rifle jamás pegará con fuerza a cien metros o más; no necesitas un telescopio sobre el cañón. Las competencias son a 10 metros, raramente a 20 o 25 y, por reglamento, con mira abierta. Si de fábrica no tiene un alza micrograduable para elevación (vertical) y deriva (horizontal), no salgas de la tienda sin que el vendedor le haya adaptado una y comprobado que funciona bien. Hay por lo menos dos razones para esto: primera, que los rifles no son perfectos y necesitan correcciones diminutas para alinear la mira con el ánima; segunda, cada tirador enfoca diferente, sobre todo si usa lentes para corregir el astigmatismo, y esas aberraciones visuales son compensadas mediante la calibración.</span></span></li>
<li><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>Calibra la mira.</i> Improvísate un banco de tiro, compra una caja de diábolos de buena calidad y dedica un par de horas a alinear el alza con tu ojo, el punto y el blanco. Si la mira no deja de «moverse sola» cada tantas rondas, considera la posibilidad de que el rifle todavía no esté asentado o esté dieselificando; peor aún, que el punto o el alza tengan un defecto. Esto último puedes verificarlo a) empujando en varias direcciones los elementos de mira con suavidad; si se mueven, aprieta sus tornillos, así como los que unen el cajón de mecanismos con la caja-culata; es normal que se aflojen con la vibración. b) Si no sientes y oyes un ‘clic’ cuando giras las perillas del alza, significa que no tienen topes, así que se deslizarán constantemente con el uso; tienes la opción de cambiar la pieza o poner pegamento a las roscas, pero cada que recalibres deberás disolverlo. Puede suceder que el ajuste de elevación esté más allá de donde calzan los topes; en este caso, es necesario desmontar el alza y colocar una pieza delgada de material flexible y antiderrapante entre ella y el cañón para aumentar su altura. c) Si oyes el ‘clic’ pero cada tantos disparos la mira se desajusta, revisa si las perillas están rozando con la parte interior del guardamano; de ser así, líjalo o desbástalo hasta que no haya contacto.</span></span></li>
<li><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>No dejes que nadie agarre tu rifle y menos que le mueva la mira.</i> Sea el arma asignada por el instructor o la tuya propia, mientras esté bajo tu responsabilidad, no permitas que nadie juegue con ella, o tendrás que recalibrar la mira y darle mantenimiento en cuanto te la devuelvan.</span></span></li>
<li><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>Nunca lo quiebres tomándolo del punto de mira.</i> El punto de mira es muy difícil de arreglar una vez que se han dañado los tornillos o barrenos de sujeción. Tómalo siempre del cañón, tanto para quebrar como para cerrar.</span></span></li>
<li><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>Abastece el rifle con el cañón apuntando abajo u horizontal.</i> Hacerlo de otro modo provoca que el diábolo salga de la recámara y se tire o deforme.</span></span></li>
<li><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>No estrujes el rifle como si fuera un arma de fuego.</i> Si has disparado escopetas o carabinas de fuego central, tenderás a sujetar el rifle neumático previniendo la «patada», apretando el guardamano con la izquierda y la culata con el brazo derecho. Eso demeritará tu agrupamiento. El centro de gravedad del rifle cambia rápidamente de lugar conforme avanza el émbolo por el cilindro, y el arma tiende a moverse hacia adelante mientras se comprime el aire detrás de la recámara, para recular cuando el diábolo comienza a avanzar por el cañón y, por fin, vibrar lateralmente cuando el émbolo golpea el final del cilindro y el resorte produce armónicos; todo esto, antes de que el proyectil haya salido por la boca. Estrujar el rifle solamente transmitirá todo el zangoloteo a tu esqueleto y lo amplificará por el efecto de palanca en los huesos largos. Lo idóneo es equilibrarlo sobre el puño o los dedos de la mano izquierda y descansar la cantonera contra la axila, en tanto que el codo izquierdo transmite el peso a la cadera y la mano derecha se amolda con suavidad a la garganta o la pistoleta, solamente dando apoyo al índice mientras jala el gatillo. Esto disipará en el aire mucho del movimiento, aminorando su efecto sobre la puntería.</span></span></li>
<li><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>Sigue el tiro.</i> No parpadees, expulses el aire ni muevas el rifle hasta que veas y oigas al diábolo impactar la diana. No tienes idea cierta del momento en que el proyectil abandona el cañón (a no ser que el rifle tenga tan poca potencia que puedas verlo viajar, y en tal caso es dudoso que alcance el blanco), así que cualquier movimiento adicional a todo lo que ocurre dentro del arma, puede arruinar el disparo.</span></span></li>
<li><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>Compra diábolos pesados y de buena calidad; de preferencia usa siempre la misma marca y modelo.</i> No te enseñaré balística aquí, eso te corresponde investigarlo, pero te anticipo que entre más pesado sea el proyectil, será más estable en el aire, y entre más homogénea sea la fabricación, más previsible el comportamiento, evitando «chiriperos» que pegan donde les da la gana y no donde tú apuntas. Particularmente el diábolo <i>match</i> de calibre 4.5, o sea, sin punta que aporte aerodinámica ni una masa digna de consideración, tiene un pésimo comportamiento balístico y es muy susceptible a las corrientes de aire; la única razón por la que existe, es que perfora círculos perfectos en el blanco, y la única manera de compensarlo (una vez asentado el rifle), es usar el mejor y más pesado que puedas comprar. Los diábolos «ratoneros» de la ferretería no son buenos ni para cazar ratones; lo entenderás cuando hayas comprado tu primera caja de buen parque en una tienda especializada y compares la calidad de tus agrupamientos. Es muy probable que debas recalibrar la mira si cambias de marca o modelo; sobre todo si participas en una competencia a mayor distancia con diábolos de domo o empleas diferentes formas de punta para cacería o protección.</span></span></li>
<li><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>Es preferible ahorrar para un segundo rifle de mayor potencia y calibre.</i> Si emplearás el rifle también para cacería o protección, es más conveniente que reserves el de quebrada con potencia media y calibre 4.5 solamente para tiro al blanco, y que adquieras uno con mayor poder de pegada para lo demás; será más efectivo y tendrás menos engorro recalibrando la mira. Incluso es recomendable que le inviertas un poco de dinero optando por un sistema PCP y cargador para varios diábolos; te facilitará mucho las cosas cuando persigas una liebre (aquí sí es recomendable la mira telescópica, y que sepas usarla), te ataque un perro bravo o se meta un ladrón a tu casa. Ten en cuenta que el comportamiento del rifle PCP será muy diferente, más parecido al de un arma de fuego, y también la balística del proyectil, según aumente el calibre.</span></span></li>
<li><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>Entrena con dianas pequeñas.</i> El blanco oficial de la F<span style="font-size: x-small;">EMETI</span> para tiro con rifle de quebrar, es gigantesco. Si te acostumbras a meter seises o sietes en él, tus nueves o dieces serán la excepción, y tus agrupamientos difícilmente mejorarán.</span></span></li>
<li><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>Nunca compartas tus estrategias de entrenamiento.</i> Fuera del instructor o entrenador, así como tus compañeros de práctica o los jueces de una competencia (si es que te preguntan), nadie debe saber con qué tipo de blanco entrenas, tus puntuaciones, rutina, modelo de diábolo o rifle; mucho menos debe enterarse un posible contrincante. Evita la tentación de publicar tus agrupamientos en Instagram a no ser que sean pésimos, sobre el blanco reglamentario, y lo hagas para despistar.</span></span></li>
<li><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>Compra un buen estuche o funda... En serio. </i>El acero empleado en la fabricación de rifles es muy susceptible al óxido, y si la caja es de madera, con mayor razón debes protegerlo de la humedad. Las gomas empleadas en los sellos herméticos se degradan con el calor, y la mira que tanto trabajo te ha costado calibrar, también merece que la protejas de golpes o movimientos accidentales. Si el estuche o funda que adquieras para proteger tu rifle tiene argollas para candado, dales uso, por lo que explico en el siguiente punto.</span></span></li>
<li><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>Cerciórate de siempre guardar el rifle descargado y con el seguro puesto. </i>Primero, porque si lo dejas cargado arruinarás el resorte del émbolo, en tanto que la uña que asegura el tope de éste contra el gatillo podría vencerse y provocar un disparo involuntario. Segundo, porque según decía mi abuela, «los tontos juegan con las armas y el diablo las dispara». Haz lo posible por cerrar la funda o estuche con candado como una precaución adicional, sobre todo si hay niños, borrachos o «buchones» alrededor. Si también lo empleas para autoprotección, deja un diábolo en la recámara, pero nunca lo guardes cargado.</span></span></li>
<li><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>No hagas caso de las burlas. </i>Sea por tu uniforme, por tus valores o tus hábitos, debes estar acostumbrado ya a ignorar las burlas del tío sabelotodo, el vecino progre y tus pares que van en piyama a comprar menudo pa’ la cruda cuando tú ya llevas una hora haciendo ejercicio. Lo mismo aplica para tu postura de tiro, tu manera de encarar, apuntar y disparar: si funciona, que te valgan los comentarios de los demás. Descubrirás por ensayo y error que la postura forzada y ridícula de los tiradores olímpicos sí funciona, y harás por adaptarla a tus necesidades. Tener una mala postura solamente por evitar burlas, te cobrará en la
calidad de tu puntería y agrupamiento.</span></span></li>
<li><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>Que tu rifle sea barato, no significa que sea una baratija; cuídalo. </i>La
razón por la que tu rifle hecho en un Mordor del tercer mundo y el de
tu contrincante en la última competencia se ven idénticos, pero el suyo
costó tres o cuatro veces más, es que, en realidad, fueron hechos en
serie y en masa en la misma fábrica; si tu contrincante y tú se dan a
la tarea de separar la caja-culata del cajón de mecanismos,
indistintamente de la marca estampada sobre la recámara (cosa que de cualquier manera debes hacer de tiempo en tiempo para limpiarlo como es debido), verán por dentro
el mismo «Hecho en Mordor» o <i>Made in China;</i> con mala suerte, alguno de ustedes dos encontrará una nota de auxilio en élfico oscuro o en <i>chin-glish</i>
denunciando las condiciones de esclavitud en que viven los orcos bajo
Saruman, o los obreros bajo el régimen de su país. Los rifles de
calibre 4.5 son baratos porque: a) nadie los quiere
comprar, simple ley de oferta y demanda; b) nadie, entre los
distribuidores y minoristas, quiere perderse la venta del único
rifle 4.5 que típicamente es solicitado cada temporada, y
mientras tanto esa mercancía pesa en sus inventarios; c) los
fabricantes saben lo anterior y hacen a sus esclavos colocar un
ánima 4.5 cada tantas piezas... Reparar uno de estos rifles puede
costar tanto como comprarlo nuevo, pues contra la fabricación masiva,
semirrobotizada y con mano de obra subcalificada y peor pagada, en el
taller te las verás con un artesano o un técnico certificado, quien muy
seguramente deberá maquinar o encargar piezas a la medida, y trata cada
trabajo como caso único. De ahí que:</span></span></li>
<li><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>Nunca dispares sin diábolo</i>.
El sistema consiste en un émbolo de goma impulsado por un resorte de acero; el
émbolo comprime el aire contra el diábolo, haciendo que se desacelere hacia el final del recorrido debido al «colchón» formado, hasta que la presión impulsa al proyectil. Si disparas sin diábolo, el émbolo golpeará con
toda la fuerza del resorte contra el final del cilindro, arruinando el
sello hermético... Y que:</span></span></li>
<li><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>No juegues con el rifle ni lo golpees; nunca lo acuestes en el suelo.</i>
Es muy común cuando tienes un rifle en las manos por primera vez, que
te dé por sentirte Rambo y hagas estupideces, como apuntar a alguien sin
asegurarte que esté desabastecido. También, que en las primeras
prácticas de tiro te frustres y lo golpees o avientes; que en la
práctica de orden cerrado con armas golpees el suelo con la cantonera o,
en el orden disperso, que lo arrastres en el pecho a tierra o lo
avientes por delante de ti para cruzar un obstáculo. A todo eso, un ‘no’
absoluto. Cualquier golpe es susceptible de descalibrar la mira o dañar
el cajón de mecanismos, en tanto que el contacto con el suelo expone el
cajón y el ánima a la humedad y la tierra... Y, sobre todo:</span></span></li>
<li><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>Lee el #·$%=;/ manual, sobre todo la parte del mantenimiento, y aplícalo.</i> Sí, somos mexicanos y tenemos el horrible vicio de no leer los manuales, ni de darle mantenimiento a las cosas hasta que se descomponen. Pero eres un mexicano diferente, estás en una organización juvenil porque quieres ser una persona de capacidades superiores. Por lo tanto, debes tener ya el hábito de la lectura (aspecto intelectual) y de cuidar tus cosas (aspecto material). <i>Ergo,</i> lee el manual y síguelo puntualmente. Si el rifle es propiedad de la organización, tu instructor te indicará lo que debes hacer.</span></span></li>
</ul>
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<div class="blogger-post-footer"><p></p><p></p><em>Lee estos artículos con un formato más amigable al ojo en <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/">Blogger</a>. También hay vínculos a mis </em>blogs<em> de personal interés, depósito de imágenes, histórico musical y otras cosas más.</em></div>Tlahtopilhttp://www.blogger.com/profile/08097940969097541621noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8955563367492514911.post-26897454043149564092019-11-25T12:37:00.000-06:002019-11-25T20:41:05.947-06:00Todos los niños, todos los jóvenes<div style="color: #660000; text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /></span>No estamos aquí para los «niños buenos», pero claro que son bienvenidos. Tampoco para «rescatar» a «los malos», pero no rehuimos el compromiso si es necesario. Estamos aquí <i>por los niños y los jóvenes,</i> sin epítetos ni etiquetas. Llegamos antes que muchos gobiernos en todos los órdenes y geografías, con sus efímeros programas de <i>mea culpa </i>o de reclutamiento corporativista, y aquí seguiremos luego que muchos más se vayan. </span></div>
<a name='more'></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><br /></span>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Desde que, en 1907, se reunieron las primeras patrullas escultas en Brownsea, bajo la tutela de mi general Robert Baden-Powell, y en 1938, en México, doce estudiantes de Medicina se congregaron a la sombra del Estadio Nacional para someterse de manera voluntaria a un régimen que los fortaleciera espiritual, intelectual, corporal y materialmente, nuestra labor altruista </span></span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">ha adquirido sentido, método y objetivo,</span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> </span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">colaborando en la formación integral de las nuevas generaciones, sin distingos ideológicos, de clase o religión.</span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Para nosotros, todos los niños y jóvenes que se congregan en los locales de grupo o campos de instrucción, son personas con derecho a explotar su 10 por ciento de oportunidades y dejar de pertenecer al 90 por ciento de la población sumida en la miseria, sí, económica, pero sobre todo moral y mental.</span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">La pañoleta con los colores de su grupo para unos; las botas lustradas y la gorra de cuartel para otros; más allá del método y filiación de sus instituciones, son símbolos visibles de un compromiso adquirido íntima y personalmente para construirse como mejores seres humanos y, con ello, contribuir a una sociedad mejor, siendo ejemplo de «vidas victoriosas».</span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<div style="text-indent: 37.7953px;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 37.7953px;">Estos chicos que abandonan las cobijas antes que todos sus vecinos, que están dispuestos a probar los límites no para justificar su precariedad sino para trascenderlos, son los adultos que llevarán la sociedad sobre sus espaldas o, mejor, bajo su guía. </span></div>
</div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Qué tristeza ver paterfamilias, e incluso dirigentes, que se consuelan con verlos «entretenidos». Qué pena de los muchachos inconscientes del valor simbólico de la jerarquía o distinciones que han obtenido; del fin trascendente que tienen sus aptitudes ganadas y desarrolladas.</span></div>
</div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<div style="text-indent: 37.7953px;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 37.7953px;">Qué vergüenza mortal olvidarnos, dirigentes e instructores, que todos ellos tienen derecho a la igualdad, «mas no sumergida en el cieno y con afrentas, sino a la altura de las mejores expresiones humanas». Quiero decir, descubrir que los discriminamos en </span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 37.7953px;">«buenos» y </span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 37.7953px;">«malos», </span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 37.7953px;">«dóciles» e </span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 37.7953px;">«incorregibles», </span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 37.7953px;">«sanos» y </span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 37.7953px;">«traumados», </span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 37.7953px;">«débiles» y </span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 37.7953px;">«fuertes», </span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 37.7953px;">«cobardes» y </span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 37.7953px;">«valientes», </span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 37.7953px;">«blandengues» y </span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 37.7953px;">«duros», etcétera, y en consonancia dosificarles nuestro cariño, atención y cuidado; sancionar sus faltas </span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 37.7953px;">y proveerles instrucción </span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-indent: 37.7953px;">con raseros distintos; no como resultado de una pedagogía diferenciada sino de nuestros prejuicios.</span></div>
</div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Tengamos presente que necesitamos en nuestras filas <i>a todos, </i>igual los que merecen el premio que el oprobio; los excepcionales, los mediocres y los fracasados; los que tienen, los que pueden y los que quieren. También (sobre todo ésos) <i>los que no tienen, no pueden ni quieren </i>salir de la masa para aspirar aires limpios y recibir en sus rostros la luz pura del Sol. </span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Hace unos meses, con ayuda de algunos dirigentes de la Asociación de Scouts de México, AC y miembros del Estado Mayor General del Pentathlón Deportivo Militarizado Universitario,<span style="text-indent: 37.7953px;"> </span>AC (las dos organizaciones juveniles más grandes de mi amado país), conocimos la escalofriante realidad de nuestros esfuerzos: aun con las cifras más optimistas, estimando el personal sin registro y simpatizantes, e imaginando la membresía de otras instituciones, <i>ni siquiera dos por ciento </i>de la niñez y juventud mexicanas participa en una organización juvenil.</span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">¿Qué nos falta para llegar a ese ingente 98%? ¿Qué será capaz de hacer nuestra minoría uniformada, cuando llegue a la adultez, por mejorar las condiciones de la rotunda mayoría? Aunque todos nuestros chicos llegaran a puestos estratégicos en el gobierno, la empresa, las comunidades religiosas y demás instituciones, ¿qué resonancia alcanzarán su voz y sus acciones para conseguir una mejor Patria, un mundo mejor?</span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">De entrada debemos desechar la tentación corporativista, totalitarista, de obligarlos a militar en nuestras organizaciones. La Falange española, las Juventudes Hitlerianas y los programas de Pioneros en los países comunistas demuestran claramente el fracaso de este modelo: cuando los chicos y sus instructores van obligados y, encima, deben soportar un programa impuesto desde arriba, esto se convierte en una guardería gigantesca donde todo mundo va a hacer como que hace y solamente cumple sus horas de condena.</span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">La manera sana de atacar el problema es ser buenos instructores que formen chicos mejores que nosotros, con la participación de padres, madres, tutores, profesores y ministros religiosos; para que a los vecinos se les «antoje» mandar a sus hijos; que los muchachos contagien a sus familias y prójimos, aunque no se encuadren con nosotros, y que entre todos nos apoyemos para no desfallecer, discriminar ni ver las actividades de la organización como mera «terapia ocupacional».</span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">La mirada vigilante de B-P, Jorge Jiménez Cantú, Don Bosco, María Montessori y muchos más formadores de la juventud, desde allá arriba espera resultados.</span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<br /></div>
<div class="blogger-post-footer"><p></p><p></p><em>Lee estos artículos con un formato más amigable al ojo en <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/">Blogger</a>. También hay vínculos a mis </em>blogs<em> de personal interés, depósito de imágenes, histórico musical y otras cosas más.</em></div>Tlahtopilhttp://www.blogger.com/profile/08097940969097541621noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8955563367492514911.post-61634170749309496862015-12-17T19:23:00.000-06:002021-09-16T17:21:18.120-05:00Weihnachtslied<div style="background-color: #fff2cc;">
<div style="background-color: #fff2cc; margin-left: 10%; text-align: left;">
<div style="background-color: #fff2cc; margin-left: 10%; text-align: left;">
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">Papá el sol no calienta<br />papá me duelen las manos<br />papá ¿crees que ahora sí me traiga algo el niño dios?</span><br />
<a name='more'></a><span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">papá todos los días llora mamá</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">papá ya no me gusta el futbol<br />papá me regañan porque todo el tiempo hablo solo<br /> porque agarro tus cosas</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;"> porque diario me da sabe qué y salgo corriendo</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;"> y es como coraje como tristeza</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;"> y no me detengo hasta que lloro</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;"> hasta que me pongo rojo y se me calientan las manos</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;"> y regreso y mamá sigue llorando</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;"> y los niños ya se metieron de jugar</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;"> y el sol es nomás una rayita roja en el cielo</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;"> y el arbolito está encendido</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;"> y me pongo bizco de quedarme viéndolo.</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />Papá</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">me da miedo dormirme todas las noches</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">me da miedo que mamá vea las noticias</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;"> cada que hablan de ti llora más fuerte</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;"> y cuando hablan de tus amigos</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;"> y de la sierra de la barranca</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;"> de las familias que se juntan en navidad.</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">Papá</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">¿cómo le hiciste para que se te quitara el miedo?</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">¿cómo le hiciste para hacerte hombre?</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">Todas las comadres que vienen<br />dicen que me haga hombre como tú</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">pero las pinches viejas nunca me dicen cómo</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;"> todos los pinches viejos me dicen lo mismo</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;"> pero mamá dice que no valen la mitad que tú.</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">Papá</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">mejor ya no le pido nada al niño dios</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">nunca me trae nada</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">y cuando me trae nunca es lo que quiero</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;"> mejor ya no juego en la calle</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;"> mejor ya no regreso a la escuela</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">todo el tiempo me hablan todos de ti</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">de tus amigos de la barranca de la sierra<br />y me hacen acordarme de mamá que llora<br />y me da otra vez y otra y otra esa como rabia</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">como ahogarme debajo de muchas cobijas</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">y quisiera emborracharme igual que </span><span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">los vecinos</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">pero me da asco verlos babear</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;"> mearse dormidos</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;"> cantar pendejadas.</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">Quiero ser como tú</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">pero no me dices cómo le hiciste para ser tú</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">cómo le hiciste para dejar de tener miedo</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">y ser grande y valiente y saber todo lo que sabes</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">y que no te importe que el sol no caliente</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">y no te duelan las manos de frío</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">ni te importe lo que hace el niño dios</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">ni lo que dice la gente.</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span><span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">Papá</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">nunca me has dicho por qué no tengo hermanos</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">por qué crecen las plantas</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">cómo se dispara una pistola</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">se amarra una corbata</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">se monta un caballo</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">cómo aprendiste a usar tantas herramientas</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">por qué hay invierno y navidad</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">qué es eso de la sierra y la barranca</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">que hace a todos bajar la voz y abrir los ojotes</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">y hace llorar tanto a mamá.</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span><span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">Papá</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">si fueras tan hombre como dicen</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">no dejarías que mamá llore todo el tiempo</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">ni que se metan las señoras a ver qué chismean</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">ni que los viejos vengan nomás a ver qué agarran</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">ni que duerma con miedo todas las noches</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">ni que tenga frío todo el tiempo</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">ni que el niño dios me traiga puras chingaderas</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">ni que la nochebuena sea pura tristeza</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">ni que esté hablando solo porque imagino que hablo contigo</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">ni que esté adivinando para qué sirve esta cosa</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">y esta cosa y esta cosa y esta otra</span><br />
<span style="color: #660000; font-family: "verdana" , sans-serif;">que dejaste arrumbadas.</span></div>
<div style="background-color: #fff2cc; margin-left: 10%; text-align: left;">
<div style="color: #660000; font-family: Verdana, sans-serif;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<div style="color: #660000; font-family: Verdana, sans-serif;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTgNTsmMHoOTkyrRAT99jbMVS960L1ELduec4FzW61VmQ6_eLvAHdhrUfUukAQ_3L2MWcdXVsiufu1A2iQtmDVU9PXYtB1W7IeocaeEBCT7MEUE0ZVyzaQabtGr0DZUsCSVFvDQL6eq07T/s1600/sigillos.png" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="66" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTgNTsmMHoOTkyrRAT99jbMVS960L1ELduec4FzW61VmQ6_eLvAHdhrUfUukAQ_3L2MWcdXVsiufu1A2iQtmDVU9PXYtB1W7IeocaeEBCT7MEUE0ZVyzaQabtGr0DZUsCSVFvDQL6eq07T/s200/sigillos.png" width="66" /></a></div>
<div style="color: #660000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-align: right;">
<span style="color: black;"><br /></span></div>
<div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: black; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Del cuaderno de originales. Aguascalientes, Ags., 20151217).</span></span><br />
<div style="color: black; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">
<br /></div>
</div>
</div>
</div>
</div>
</div>
</div>
<div class="blogger-post-footer"><p></p><p></p><em>Lee estos artículos con un formato más amigable al ojo en <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/">Blogger</a>. También hay vínculos a mis </em>blogs<em> de personal interés, depósito de imágenes, histórico musical y otras cosas más.</em></div>Tlahtopilhttp://www.blogger.com/profile/08097940969097541621noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8955563367492514911.post-4905409786945106732015-06-17T18:00:00.000-05:002015-06-17T22:50:22.909-05:00Cortesía<div style="color: #660000; text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /></span>Ser amable es una inversión segura: no cuesta nada y siempre reditúa ganancias. </span></div>
<a name='more'></a><div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br />
</span></span><br />
<div style="margin-left: 66%;">
<span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">«Por ‘caballero’ no quiero decir esos pedantes que usan polainas, monóculo y tienen dinero, sino un hombre... que siempre hará tratos correctos... Igual de difícil es ser caballero para un duque que para un albañil» (B-P, <i><a href="http://tlahtopil.net63.net/scout/Roverismo%20hacia%20el%20exito.pdf">Roverismo hacia el éxito</a></i>).</span></span></div>
</div>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br /></span>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Ojo: digo ‘amable’, no ‘servil’, ‘adulador’ ni ‘alcahuete’. Por complacer a otro, la persona servil (entre nosotros, el lambiscón) atropella su propia dignidad y, a veces, hasta las reglas establecidas, poniéndose en riesgo de pagar esas infracciones ante la sociedad y quedarse sin el reconocimiento que esperaba. El adulador es un hipócrita que busca sacar provecho de otro con halagos y no con trabajo, para luego clavarle en la espalda el puñal de su maledicencia. El alcahuete quizá sea el caso más lamentable: busca el beneficio de un tercero a cambio solamente de sus sobras.</span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">En el extremo opuesto, el pedante y el prepotente creen que todos los demás están a su servicio y deben complacerlos sin necesidad de retribuir. La diferencia entre éstos es que el primero cree suficiente <span style="text-indent: 1cm;">mérito</span><span style="text-indent: 1cm;"> </span><span style="text-indent: 1cm;">haber venido a este mundo, mientras el segundo se escuda en una autoridad que detenta de manera frágil y transitoria.</span></span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">No merecen ser llamados ‘caballeros’ los agachones ni los pisoteadores, por mucho que los haya cruzado la reina de Inglaterra o pertenezcan a una orden ecuestre: en modo alguno manifiestan nobleza de alma, pensamiento ni intención. Hablo, por supuesto, de <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/2012/01/somos-caballeros.html">la virtud de la nobleza</a>, no de un pergamino comido de cucarachas en el fondo de un cajón.</span></span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">La cortesía, la gentileza (no insisto en ‘caballerosidad’ para evitar el <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/2015/05/las-cosas-por-su-nombre.html">asedio semántico </a>de las teóricas del género y la pasividad conformista de las damas), es parte de la educación sociológica que se recibe en la familia; es nuestra primera<span style="text-indent: 1cm;"> </span><span style="text-indent: 1cm;">–para algunos, la única–</span><span style="text-indent: 1cm;"> lección de civismo. Desde los años infantiles </span><span style="text-indent: 1cm;">aprendemos</span><span style="text-indent: 1cm;"> </span><span style="text-indent: 1cm;">que ‘gracias’, ‘por favor’ y ‘con permiso’ son lubricantes universales que facilitan el flujo del individuo entre la colectividad y, en el sentido contrario, la respuesta de la colectividad al individuo</span><span style="text-indent: 1cm;">. No entremos en las particularidades culturales de a quién y cuándo se le puede mirar a los ojos, si hombres o mujeres deben cruzar primero una puerta: esas tres frases existen en todas las lenguas y en todas cumplen la misma función.</span></span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">Por supuesto que la amabilidad es mucho más que repetir tres fórmulas, pero por ellas se empieza en tanto no sean cáscaras vacías. Se puede ser un patán magnífico disparando un ‘con permiso’ mientras se pasa como rinoceronte por en medio del grupo, y se puede ser la mar de amable haciendo sólo un ademán silencioso acompañado de una sonrisa.</span></span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="text-indent: 1cm;">‘Amable’ significa «que merece el amor de los demás», es decir, su cariño, respeto y admiración.</span><span style="text-indent: 1cm;"> Pero –recordemos– «amor, con amor se paga»: sólo se puede merecer cariño, respeto y admiración de alguien, si se tienen esos mismos sentimientos hacia él. Esto no significa que </span><span style="text-indent: 1cm;">para sobrevivir en el océano de las relaciones humanas </span><span style="text-indent: 1cm;">se deba ser un </span><a href="http://tlahtopil.blogspot.com/2012/08/pensar-desde-el-amor.html" style="text-indent: 1cm;">promiscuo emocional</a><span style="text-indent: 1cm;">, sino que la precondición para ser amable es </span><i style="text-indent: 1cm;">ver al otro como un igual:</i><span style="text-indent: 1cm;"> </span><span style="text-indent: 1cm;">como un ser </span><i style="text-indent: 1cm;">igual en dignidad,</i><span style="text-indent: 1cm;"> </span><span style="text-indent: 1cm;">pues sólo quien se sabe honorable <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/2015/06/honor.html">reconoce la honorabilidad </a>en el espejo del </span><span style="text-indent: 1cm;">prójimo... Y, visto bien, tanto el pedante como el lamebotas manifiestan serios desajustes en la percepción de su propia dignidad</span><span style="text-indent: 1cm;">.</span></span></div>
<div class="blogger-post-footer"><p></p><p></p><em>Lee estos artículos con un formato más amigable al ojo en <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/">Blogger</a>. También hay vínculos a mis </em>blogs<em> de personal interés, depósito de imágenes, histórico musical y otras cosas más.</em></div>Tlahtopilhttp://www.blogger.com/profile/08097940969097541621noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8955563367492514911.post-71583305939952147962015-06-08T22:15:00.001-05:002015-10-18T21:47:32.069-05:00Honor<div style="color: #660000; text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><br />Quien ha jurado algo, sea por su patito de hule, por Júpiter tonante o por su honor, lleva una marca visible para todos, manifiesta en su modo de actuar y de hablar, en sus elecciones y juicios. Se llama ‘reputación’. </span></div>
<a name='more'></a><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9V-2CW5ucVMWxkeJLVFOf0ZxgMz5thqewKbO-GngET3FF8XTre-cxZxoX1nhsgFDmCdYvbvYKQaSg41HJQIgSx3o26ZZsxNlx03VdQpj79bRk34L8e3cU_PRf3xPCqoBwjpLhkMPpwQQg/s1600/San+Jorge.png" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9V-2CW5ucVMWxkeJLVFOf0ZxgMz5thqewKbO-GngET3FF8XTre-cxZxoX1nhsgFDmCdYvbvYKQaSg41HJQIgSx3o26ZZsxNlx03VdQpj79bRk34L8e3cU_PRf3xPCqoBwjpLhkMPpwQQg/s200/San+Jorge.png" width="175" /></a>La reputación, buena o mala, no es un atuendo que se pueda vestir y guardar al gusto, como un juramento no puede ser cumplido o ignorado por capricho; ni aun por temor u obediencia. </span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Quienes toman a juego las promesas no merecen comentario; su reputación habla sola.
</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">La reputación, y la lealtad a un juramento del que ésta deviene (o la falta de ella), son para toda vida; para cada aspecto de la existencia social e individual, moral y práctica. Quienes conocen a uno y, en razón de esta (buena) reputación, le conceden su confianza, lo hacen por «ser de una pieza», «de una sola palabra», indistintamente de dónde o con quién se esté; es decir, por su ‘integridad’. Dijeran ciertos formadores de la juventud mexicana: «Aun cuando nadie te vea, pórtate como hombre, no esperando recibir el reconocimiento de ninguno para conducirte con dignidad» (<a href="http://tlahtopil.net63.net/pdmu/PDMU-CF.pdf">Ideario PDMU</a>, 22).</span></span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">La buena reputación se gana con años de lealtad a una idea, una misión... al juramento de seguir una norma de vida. Es permisible faltar alguna vez, pues cargamos con la tara de la debilidad humana, y la gente está dispuesta a disculpar esos fallos esporádicos en tanto vea que el sujeto no se los perdona, sino se esmera en subsanar los tropiezos y se fortalece con ellos. Pero ¿qué sucede con aquel que aprovecha conscientemente una reputación intachable para arrastrar a sus confidentes por un rumbo –digamos lo menos– tortuoso? ¿Qué sucede cuando por un cambio de intereses, por amenazas u obediencia a una autoridad, se falta gravemente a esa norma de vida por la que uno es conocido?</span></span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">¿Con qué cara puede mostrarse al mundo un guía moral que es descubierto sangrando a sus confidentes para llevar una vida parásita; pervirtiendo la nobleza de su prédica en actos oscuros, o escamoteando sistemáticamente la Verdad en la que dice creer para embaucarlos en «verdades» pasajeras al servicio de intereses mundanos? La respuesta ya la dijo un gran maestro de juventudes: «La vergüenza convierte al hombre en un paria» (B-P, <a href="http://www.thedump.scoutscan.com/rts.pdf"><i>Rovering to success</i></a>).</span></span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">El buen nombre, la buena fama, es la única joya que nadie puede robar a una persona, si no es ella misma. En las peores horas de desesperación, es el último bien al que alguien puede recurrir para salir adelante. Todos conocemos a alguien (quizá nosotros mismos) que ha ganado una segunda o tercera oportunidad no por sus capacidades físicas o mentales objetivas, sino por la recomendación que hacen otros de su integridad moral. ¿Qué le queda a quien la apuesta por ganar bienes materiales, posición o poder? Aunque gane, pierde, y aunque nade en riquezas o poder, se queda, irremisiblemente, sin la luz-guía de su existencia y la confianza de quienes creían en él.</span></span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">La confianza es de esas posesiones que más aumentan cuanto más se dan. Pero para ello debe estar fincada sobre una reputación, que a su vez es fruto de la lealtad a una norma de vida, esto es, a un derrotero que signa todos los actos, pensamientos y palabras; tanto públicos como privados.</span></span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Hay quien llama a eso ‘honor’, y cuando ha de jurar o prometer algo, lo hace con la fórmula «por mi honor». Quien lo hace así, considera la reputación percibida por los demás (exterior) como una manifestación del honor personal (íntimo). Siempre consciente de la responsabilidad que acarrea ser visto, mal que bien, como una referencia moral, y de la importancia que da la gente a su ejemplo, considera aún más importante el honor; tanto como la Patria o Dios, pues –se le enseñó– significa la totalidad de su persona puesta al servicio de Ellos. ¿Cómo alguien con esta convicción se permitiría arriesgar cuanto es supremo a cambio de mundanidades?</span></span></div>
</div>
</div>
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<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /></span>La palabra tiene poder. No sólo en las escrituras sagradas y las ideologías: hablo de la palabra ordinaria y cotidiana. Poder para crear y aniquilar. Para construir y destruir. Pervertir el significado de una sola palabra tiene repercusiones incalculables en todo el universo semántico de la lengua y, por consecuencia, sobre la cosmovisión de un pueblo. </span></div>
<a name='more'></a><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; font-size: small;"><br />En esta babel orwelliana que vivimos, con palabras maquilladas, retorcidas y malempleadas al gusto y conveniencia de los grandes opinadores, de las ignorantes masas, los políticos y los variopintos <i>lobbies </i>que nos heredó la posmodernidad, muchas veces encontramos que no sabemos qué dijimos, qué nos dijeron, qué entendimos o entendieron. Desde el insulso –aparentemente– ‘remover’ como sinónimo de ‘eliminar’ / ‘destituir’ hasta la criminal ‘interrupción’ del embarazo como eufemismo de ‘aborto’; de la adicción al ‘a través de’ como sucedáneo de ‘mediante’, o el ‘encontrarse’ como sustituto de ‘estar’, hablamos una «neolengua» informe e infame en la que nada significa lo que debería y ningún sentido discursivo se sostiene sin muletas; donde los términos empleados centenariamente para llamar a las cosas por su nombre (y las personas, las acciones, etcétera) se convierten de un día para otro (Orwell resuena de nuevo) en palabras políticamente incorrectas, casi insultos, reemplazándolos por perífrasis blandengues, imprecisas y semánticamente forzadas, al gusto de los <i>lobbistas</i> o el discurso político de turno.</span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; font-size: small;">Ignorar el poder de la palabra, o abusar intencionadamente de él, priva a la cultura y al individuo de un rasgo esencial para su naturaleza: el pensamiento; de las certezas cognitivas, desde las más empíricas hasta las metafísicas: de la certeza del ser y la certeza del poder-hacer.</span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; font-size: small;">Pensamos con palabras, es decir, con un compendio de realidades asociadas puntualmente a vocablos específicos que las nombran. Pensamos con sintaxis, es decir, con las reglas asociativas no sólo entre las diferentes categorías de palabras, sino entre los tipos de realidades que éstas nombran. Pensamos con gramática: con una categorización de lo que es posible pensar y lo que no, según sea posible nombrarlo o no; según podamos elaborarlo verbalmente y comunicarlo, o no.</span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; font-size: small;">Tenemos como ejemplo de esto ciertas culturas donde la gente es incapaz de percibir el color violeta simplemente porque carece de una palabra para nombrarlo. Lenguas como el árabe donde no hay masculino y femenino, sino que su género gramatical es «lunar» o «solar»; o como el euskera donde las palabras flexionan diferente según su sujeto sea animado o inanimado, si tiene piernas y cuántas... Lenguas como el francés en las que es más fácil hacer poesía que decir números... Sentimientos que sólo experimenta un pueblo porque sólo ahí existe una palabra para nombrarlo, como la <i>saudade</i> portuguesa.</span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; font-size: small;">...Lengua es cultura. Es cosmovisión. Es identidad tanto social como individual. Es una clave para interpretar el mundo y un mecanismo de acción para transformarlo. Si los códigos son alterados, ¿qué decodifican? Si las herramientas se arruinan, ¿qué transforman?</span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; font-size: small;">Mutilar la palabra, despojarla de certeza cognitiva, de su poder creador-transformador-destructor, parece desde aquí un crimen de lesa humanidad. Entraña una perversión tan grande que no puede ser obra de una sola mente malévola: se trata de despojar al ser humano de la facultad sobre la que descansan sus demás rasgos de humanidad, todo aquello que nos hace trascender lo animal: sin lenguaje no es posible el pensamiento; por lo tanto, tampoco el conocimiento, la memoria histórica, la política (en el recto y correcto sentido), la filosofía, la moral y la ética; las ideologías, la religión... Por eso, en el distópico y retorcido mundo de la novela <i>1984,</i> una de las máximas prioridades del Estado omnipresente es controlar la lengua, disolviendo su capacidad comunicativa hasta un mínimo apenas subsistencial: ¿es acaso que la pesadilla del británico nos ha alcanzado, aunque con tres decenios de retraso?</span></div>
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<br />
Hace algunas noches, escuchábamos música en casa de un compañero de trabajo. Nos mostró el disco <i>Mixcoacuícatl, </i>del grupo Tribu. Lo puso en el estéreo y volvimos a la conversación. Pero ya no hubo conversación. </div>
<a name='more'></a><div style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; margin-left: 50%; text-align: left;">
<span style="font-size: x-small;"><br /></span>
<span style="font-size: x-small;">Amoxtlacuilol in moyollo</span><br />
<span style="font-size: x-small;">tocuicaticaco in tictzotzona in mohuehueuh.</span></div>
<div style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-align: right;">
<i><span style="font-size: x-small;">Nezahualcóyotl</span></i></div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify;">
<br />
...El ambiente se transfiguró. Mientras algunos tratamos de comprender la invitación de los tambores y ocarinas, otros comenzaron a removerse en sus sillas y deslizar trivialidades, realmente incómodos, como si un desconocido se
inmiscuyera en sus intimidades.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Después, mi amigo Carlos nos mostró una fotografía publicada recientemente, con la imagen de Cristo coronado de espinas estampada en el trasero de una tanga. Recapitulando, até estas anécdotas con las recientes reacciones de algunas personas muy cercanas: todo esto resulta de un miedo casi epidémico a la ritualidad.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Esto me preocupa. Es un síntoma de cuidado que cada día estén más solos templos y salas de conciertos, parques y museos; todo lo que represente un «más allá» (aunque sea un centímetro) de la inmediatez.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Creo entender un poco qué sucede, pero no alcanzo las causas. Sinecdóquicamente, entendamos la ritualidad como una vía a la profundidad, y se vuelve cada vez más molesta porque nos obliga a cerrar los ojos y la boca para ver y oír dentro de nosotros, en busca de nuestro origen y, por tanto, nuestra finalidad, ideas incómodas para el sistema trivializador en que vivimos. Bajo su presión sociológica, el acto otrora común de asomarse dentro de uno por medio de lo ritual, se ha vuelto una amenaza de que la conciencia nos amoneste: «Recuerda de dónde vienes y para qué estás aquí».</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Entonces necesitamos ruido. El necesario para opacar esa voz, que es la propia pero convertida en remordimiento, y el sistema proporciona más del necesario; nos enseña a usar ese sucedáneo de la propia voz y con ello nos aleja más de la auténtica, cuanto más fuerte grita, en un círculo vicioso.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Y, ahora –me pregunto desconcertado–, ¿por qué tener miedo de la propia voz, del propio origen y finalidad? No lo comprendo. No vislumbro ninguna razón. ¿Cambió nuestra constitución esencial? Porque nuestros abuelos no tenían miedo de la ritualidad, más bien la buscaban, mientras nosotros acechamos cualquier oportunidad para profanarla. ¿Ya dio la introspección cuanto podía dar a la humanidad? Esto no lo acepto. Los artistas más sólidos y feraces que conozco son, de un modo u otro, místicos
auténticos, hombres rituales.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
No sé. No desconozco que, en el proceso de la identidad, el mecanismo de la individuación es paralelo al de la socialización: fascinación por el otro, ansiedad de romper la soledad que nos aísla; asimilación de la <i>lex gregis, </i>ese facilitador de la convivencia... Todo cuanto digan sociólogos y psicoanalistas.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Pero alguna vez existieron mecanismos colectivos que permitían reconocer su origen y finalidad tanto al individuo como al grupo; son el origen y ser de la ritualidad: cooperación de todos para que cada quien se reconozca... Ahora, todos cooperamos para que se diluyan los rasgos de cada quien.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
¿Se trata de una nueva ritualidad? ¿El ‘yo’ más profundo prefirió estar en la superficie? Me desespera no saber. Tengo miedo de entender.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTgNTsmMHoOTkyrRAT99jbMVS960L1ELduec4FzW61VmQ6_eLvAHdhrUfUukAQ_3L2MWcdXVsiufu1A2iQtmDVU9PXYtB1W7IeocaeEBCT7MEUE0ZVyzaQabtGr0DZUsCSVFvDQL6eq07T/s1600/sigillos.png" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: left; text-indent: 0px;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTgNTsmMHoOTkyrRAT99jbMVS960L1ELduec4FzW61VmQ6_eLvAHdhrUfUukAQ_3L2MWcdXVsiufu1A2iQtmDVU9PXYtB1W7IeocaeEBCT7MEUE0ZVyzaQabtGr0DZUsCSVFvDQL6eq07T/s200/sigillos.png" height="66" width="66" /></span></a><span style="background-color: white; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br style="line-height: 20.796875px;" /></span><br />
<div style="line-height: 20.796875px; text-align: right;">
<span style="background-color: white; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><i><br /></i></span></div>
<div style="line-height: 20.796875px; text-align: right;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;"><i>De la columna «<a href="http://tlahtopil.net63.net/schriftung/el_diario_mundo.pdf" style="color: #999999; text-decoration: initial;" target="_blank">El Diario Mundo</a>», 1998.</i></span></span></div>
</div>
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<span style="background-color: white;"><br /></span>
<span style="background-color: white; font-family: Verdana, sans-serif;">Si algo dejaré cuando me llegue la hora de empujar margaritas, además de mis deudos y mis deudas, quisiera que sea mi fervor por la Palabra; más bien, cuanto mi fervor por ella alcance para hacerla digna de los hombres; para que los hombres por venir sean más humanos; más divinos. </span></div>
<a name='more'></a><div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: right;">
<div style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
Hablo de esa palabra que he hecho mía por todos los medios a mi alcance desde que su voz, suave pero insoslayable, me llamó a su ministerio; palabra hurtada del lenguaje que aprendí a fuerza de aprender todo lo que sé.<br />
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Que volviera transformada en mi sudor y mi gozo, la melancolía que también aprendí; la tristeza, el amor, las ausencias que van llegando de cuando en cuando... Que regresara al mundo un poco más resplandeciente, un poco más viva, con la sonrisa asombrada que me nace cada vez que me permite acomodarme más hondo en su seno; volverme un poco más carne de su
carne.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Si algo han de recordar mis hijos, que sea cuánto afán he puesto en rebrillarla, en acercarlos a su amor insondable; en restituirle la magia olvidada de nombrar las cosas como si fuera la primera vez.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Sólo así –de existir eso que llaman espíritu inmortal– podría voltear hacia la Tierra y hacia el rostro de Dios sin arrepentirme de la vocación que me correspondió y el desempeño que en ella logré, a fuerza de topar tantas veces con los muros ciegos de ese laberinto que es el propio camino. Sólo si mi palabra volviera al mundo y fuera capaz de restituirle un poco de inocencia, estaría seguro de merecer la salvación.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Porque la semilla de todos mis impúdicos balbuceos es una misma: el aliento divino, ese impulso que es la vida, revelado a mí con el atuendo de La Palabra, ángel uno y múltiple que tiende puentes entre la soledad de cada hombre para redimirlo un poco de esa angustia original, destinándome sin embargo a ser el más solitario entre mis prójimos y por eso el más ansioso de esa solidaridad; a ser el más criminal de quienes roban ese legado divino común a todos, pues mi egoísmo lo mancha cuanto puede con el cieno de su prosaica limitación.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Si algo ha de quedar, digo, que sea mi fervor por La Palabra. Que mi trabajo no delate pereza en alcanzar medios para dignificarlo, sino sólo la gran imperfección que me aqueja por ser humano y me empeño en reducir, aunque sea un poco.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Indigno soy –lo sé– del ministerio que me fue confiado. Sólo pido a quien lo juzgue, ya cuando sus frutos hayan madurado y no esté yo para saberlo, que se compadezca de lo poco que pude ante su divina dimensión; que si ese fruto –la Palabra que he intentado rebrillar– no alcanzó el dulzor o suavidad; el color y gusto apetecidos, no fue por falta de abono –que siempre ha sido mi alma–, sino porque no me cupo mejor mejor en suerte.<br />
<br />
<br /></div>
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTgNTsmMHoOTkyrRAT99jbMVS960L1ELduec4FzW61VmQ6_eLvAHdhrUfUukAQ_3L2MWcdXVsiufu1A2iQtmDVU9PXYtB1W7IeocaeEBCT7MEUE0ZVyzaQabtGr0DZUsCSVFvDQL6eq07T/s1600/sigillos.png" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: left; text-indent: 0px;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTgNTsmMHoOTkyrRAT99jbMVS960L1ELduec4FzW61VmQ6_eLvAHdhrUfUukAQ_3L2MWcdXVsiufu1A2iQtmDVU9PXYtB1W7IeocaeEBCT7MEUE0ZVyzaQabtGr0DZUsCSVFvDQL6eq07T/s200/sigillos.png" height="66" width="66" /></span></a><span style="background-color: white; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br style="font-size: 13px; line-height: 20.796875px;" /></span><br />
<div style="font-size: 13px; line-height: 20.796875px; text-align: right;">
</div>
<br />
<div style="font-size: 13px; line-height: 20.796875px; text-align: right;">
</div>
<i style="background-color: white; font-size: x-small;">De la columna «<a href="http://tlahtopil.net63.net/schriftung/el_diario_mundo.pdf" style="color: #999999;" target="_blank">El Diario Mundo</a>», 1998.</i><br />
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<div>
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</div>
<div class="blogger-post-footer"><p></p><p></p><em>Lee estos artículos con un formato más amigable al ojo en <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/">Blogger</a>. También hay vínculos a mis </em>blogs<em> de personal interés, depósito de imágenes, histórico musical y otras cosas más.</em></div>Tlahtopilhttp://www.blogger.com/profile/08097940969097541621noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8955563367492514911.post-89265175271172067772014-06-27T11:44:00.000-05:002014-06-27T11:44:28.290-05:00La obra de arte<div style="color: #660000; text-align: center;">
<span style="background-color: white;"><br /></span>
<span style="background-color: white; font-family: Verdana, sans-serif;">El poeta Ricardo Yáñez dice que ese cuadro de Dalí donde aparece una Venus convertida en gavetero, es sólo una alegoría de lo que es el arte; en particular, la obra artística: ahí está, es relativamente bella por sí misma, y dado el caso, tiene el mismo valor que una frase cursi, un cromo de calendario o una modelo de <i>Play Boy...</i> Su estética es más o menos irreprochable. </span></div>
<a name='more'></a><div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: right;">
<div style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiL03vfmhj6IbbYeR7AcXxBM3nVUgYcZeoPGhFFCMgc9qHhSZeNkanuhXvz16Ruxu5H_HQt-xBTGB9n9nk08H72wwNUOfltZhq4qXb4dw30TLDNTISHhtX9g1v_oyhT6MVF_psH9hHraIh/s1600/00133-29110_zoomed.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiL03vfmhj6IbbYeR7AcXxBM3nVUgYcZeoPGhFFCMgc9qHhSZeNkanuhXvz16Ruxu5H_HQt-xBTGB9n9nk08H72wwNUOfltZhq4qXb4dw30TLDNTISHhtX9g1v_oyhT6MVF_psH9hHraIh/s1600/00133-29110_zoomed.jpg" height="320" width="233" /></a></div>
En el caso de la auténtica obra de arte, sin embargo, «las apariencias engañan»: su forma parece unitaria, pero al contrario de nuestros demás ejemplos, eso es una ilusión. En realidad se trata de un piso falso que en cualquier momento se derrumba bajo nuestros pies y nos hace caer –veces con suavidad, veces con violencia– en un mundo vago, inesperado; casi siempre confuso. Como en el cuadro de Dalí, revela ser una gaveta (o muchas) que debemos llenar con nuestra propia vivencia del mundo; un anzuelo que nos atrapa y obliga a vivir <i>desde</i> ella misma.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Y la vida, esa colección de milagros cotidianos que aparecen ante nosotros como ajenos e intrascendentes, no es más que una obra de arte. Sólo espera que nos desperecemos un poco para tendernos el lazo y hacernos vivirla desde alguno de sus instantes, para convertirla (convertirnos) en arte junto con ella, aunque sea durante un segundo.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Por eso tememos tanto involucrarnos en sucesos trágicos, sacar un libro de su estante, levantar la voz en público: porque así nomás, de inmediato, nos hacemos partícipes de ello; caemos en la trampa y no podemos dejar de comulgar, de hacernos parte esencial, y eso trastoca nuestro mundo, ése que construimos con lo que creemos seguro. De pronto somos ‘otro’, desconocido e imprevisto.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Por eso, también, nos gusta ver la historia como una sucesión de hechos acabados, perfectamente encuadrados por fechas, nombres, lugares; por eso entendemos la matemática como un complicado formulario de cuestiones intangibles... Por eso el arte, el pobre arte, se debe conformar con la soledad del museo, la librería, el empolvado ejemplar que luce su lomo en el librero: es el que más aterra incluso como mera posibilidad, porque su efecto en nosotros es el más impredecible.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Sabemos que el artista es alguien capaz de ver otras cosas, de atrapar el instante; de ver en todo algo que molesta nuestra tranquilidad: ¿hay aberración peor que buscar belleza en el Waterloo narrado por Víctor Hugo o en la vista un hombre apuñalado en la acera, sangrante, agónico, cual salido de <i>The Clockwork Orange;</i> incapaz de pensar siquiera en la compasión?</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Más grave es que al artista no le importe su propia estabilidad, y sabemos que con ello arriesga la integridad, cuando no la vida.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Pero no. Hay algo todavía peor: en el fondo reconocemos que él está, de alguna manera, en lo correcto; que negarse a abrir la propia vida ante la Vida del universo –y aprehender ésta con la propia– es un pecado capital: es negar la comunión, esa verdad evangélica que el Nazareno nos enseña con su vida, arte supremo de hacer y hacerse con el mundo.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Su guerra –como debería ser la nuestra, como es la del artista– es contra sí mismo, contra el «así es y así debe ser» que grabamos con letras doradas en nuestra conciencia: las eternas tentaciones del desierto.
<br />
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTgNTsmMHoOTkyrRAT99jbMVS960L1ELduec4FzW61VmQ6_eLvAHdhrUfUukAQ_3L2MWcdXVsiufu1A2iQtmDVU9PXYtB1W7IeocaeEBCT7MEUE0ZVyzaQabtGr0DZUsCSVFvDQL6eq07T/s1600/sigillos.png" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: left; text-indent: 0px;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTgNTsmMHoOTkyrRAT99jbMVS960L1ELduec4FzW61VmQ6_eLvAHdhrUfUukAQ_3L2MWcdXVsiufu1A2iQtmDVU9PXYtB1W7IeocaeEBCT7MEUE0ZVyzaQabtGr0DZUsCSVFvDQL6eq07T/s200/sigillos.png" height="66" width="66" /></span></a><span style="background-color: white; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br style="font-size: 13px; line-height: 20.796875px;" /></span><br />
<div style="font-size: 13px; line-height: 20.796875px; text-align: right;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: xx-small;"><i><br /></i></span></span></span></div>
<div style="font-size: 13px; line-height: 20.796875px; text-align: right;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: xx-small;"><i>De la columna «<a href="http://tlahtopil.net63.net/schriftung/el_diario_mundo.pdf" style="color: #999999;" target="_blank">El Diario Mundo</a>», 1998.</i></span></span></span></div>
</div>
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</div>
</div>
<div class="blogger-post-footer"><p></p><p></p><em>Lee estos artículos con un formato más amigable al ojo en <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/">Blogger</a>. También hay vínculos a mis </em>blogs<em> de personal interés, depósito de imágenes, histórico musical y otras cosas más.</em></div>Tlahtopilhttp://www.blogger.com/profile/08097940969097541621noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8955563367492514911.post-37890602931152944822014-03-04T00:00:00.000-06:002014-03-04T00:00:06.866-06:00Batallas<div style="color: #660000; text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hay batallas justas. Hay batallas necesarias. Hay las justas y necesarias... Hay asimismo batallas </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">perversas </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">y batallas </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">estúpidas</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">. Muchas veces, la diferencia entre unas y otras no es siquiera la causa, sino las motivaciones y los medios. </span><br />
<a name='more'></a></div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span><br />
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;"><i>A MECG.</i></span></div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<br />
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify;">
A todos nos ha hervido el pecho cuando atestiguamos una injusticia o la sufrimos. Pero, probablemente, «deglutiendo el rencor de las afrentas» –diría <a href="http://www.biblioteca.clarin.com/pbda/poesia/almafuerte/b-601101.htm">don Pedro B. Palacios</a>– en la mayoría de ocasiones nos reservamos nuestro justo enojo: para mejor ocasión, para lidiar en la arena apropiada o para elaborar una estrategia que incremente nuestras posibilidades de triunfar. Quizá, siguiendo el consejo de mi general <a href="http://www.laeditorialvirtual.com.ar/pages/SunTzu/SunTzu_ArteDeLaGuerra.htm">Shun-Tzu</a>, ponderamos objetivamente nuestras fuerzas y nos reconocemos incapaces de triunfar. Ésta sería, pues, una batalla <span style="font-size: x-small;">JUSTA</span>, mas no necesaria.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
También, hemos defendido causas ajenas: por la obligación moral de la amistad, por los lazos de la sangre; por solidaridad ideológica, por cumplir un juramento de lealtad. Ésta es una lucha <span style="font-size: x-small;">NECESARIA</span>, mas –en lo que cabe a uno, mero participante– la justicia no es una condición esencial, salvo que se interponga la objeción de conciencia o el imperativo ético.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Pero: si la causa es legítima, mis fuerzas suficientes y el sitio es apropiado, estoy ante una batalla <span style="font-size: x-small;">JUSTA Y NECESARIA</span>; pelearla –por seguir citando la liturgia– «es nuestro deber y salvación». Rehuir la lucha en un caso así, aunque no implique más que denunciar en alta voz, me convierte en un cobarde. Tanto más, si rehuyo una batalla ulterior originada por mi objeción de conciencia ante un acto inmoral que se me quiere obligar a cometer, con el chantaje de la lealtad: lo que se juega es nada menos que mi honor y mi salvación eterna.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Cuando me inmiscuyo en una batalla ajena, por justa y necesaria que sea, si solamente me impulsa el interés de obtener algún provecho temporal, mi lucha es <span style="font-size: x-small;">PERVERSA</span>, y mi perversidad contagiará a los demás. Luchar por la <span style="font-size: x-small;">MOTIVACIÓN</span> equivocada pervierte las motivaciones legítimas, aniquila lo que hay en ellas de justicia y nobleza. Los peores tiranos de la historia se hicieron del poder apropiándose y desviando las aspiraciones más altas de sus pueblos.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
¿Y las batallas <span style="font-size: x-small;">ESTÚPIDAS</span>? Son las engendradas por la necedad. Las que lucho a sabiendas de que no me asiste la justicia ni me obliga la lealtad; de que no estoy bien parado para resistir ni atacar, de modo que hay nula posibilidad de vencer.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Y está el asunto de <span style="font-size: x-small;">LOS MEDIOS</span>. Así como no se ataca un insecto con cañón, tampoco se derriba una muralla a puñetazos. Actuar de esta manera <i>también</i> convierte cualquier batalla en estúpida. La voz popular afirma «elige bien tus batallas», pero también es preciso elegir bien los medios para pelearlas. Esto implica el empleo de una estrategia (Tzu de nuevo): ponderar mis recursos y los del oponente; elegir el terreno que permita optimar mis recursos y mermar los del contrincante; la mejor manera de ponerlos en juego. No puedo derribar un muro a puñetazos, por sí puedo someter al guardia y dejar abierta la puerta de la muralla.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Usualmente, errar en la apreciación de la justeza o necesidad de una batalla, sólo llevará a desaciertos en la motivación y los medios. Es demasiado frecuente confundir venganza con justicia, o capricho con necesidad. En ambos casos triunfa la tentación del egoísmo sobre el deber de trascendencia, de manera que no tarda en revelarse nuestra cortedad de aspiraciones: nos empeñamos en una lucha perversa y arrastramos a otros a una batalla estúpida. Tampoco podemos pelear una causa justa empleando medios inmorales.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Sumar muchas vindicaciones coincidentes, muchos caprichos concordantes, no resulta en una causa justa ni necesaria, sino en una colección de egoísmos: éste es el motivo de que fracase la mayoría de las revoluciones. Porque, en la intimidad de su alma, el oprimido no desea la justicia sino el poder para oprimir; el esclavo no aspira a la libertad sino a esclavizar; el desposeído, no a satisfacerse sino a acaparar.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Las luchas justas y necesarias exigen mucho trabajo. Cuestan energía, tiempo, inteligencia. Exigen prudencia. Demandan continencia. Requieren un plan. Y humildad para aceptar las derrotas parciales; sabiduría para revertirlas en la siguiente jornada. Sobre todo, requieren integridad: que el campeón de la justicia sea intachable, sin puntos débiles donde el enemigo se ensañe. Que sea fuerte, para resistir la refriega. Que sea ágil, para mantener la ventaja. Y que tenga profunda fe en su causa.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<br /></div>
<div class="blogger-post-footer"><p></p><p></p><em>Lee estos artículos con un formato más amigable al ojo en <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/">Blogger</a>. También hay vínculos a mis </em>blogs<em> de personal interés, depósito de imágenes, histórico musical y otras cosas más.</em></div>Tlahtopilhttp://www.blogger.com/profile/08097940969097541621noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8955563367492514911.post-50784823438108721832013-12-27T15:15:00.000-06:002014-01-07T09:35:13.215-06:00El universo simbólico del Pentathlón<div style="color: #660000; text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El cultivo de la fantasía es un medio excepcional para imbuir valores, actitudes y comportamientos en los niños y adolescentes. Una de las características que mejor distinguen a las organizaciones juveniles de las escuelas formales es, precisamente, este ejercicio de la imaginación, dentro de un universo simbólico peculiar que enmarca sus acciones educativas, y del que emanan sus frutos formativos. </span><br />
<a name='more'></a></div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1lJWBIFxEXkLNVGWVxK6mb3tDPzIEhjvslBi-Df4lGfsNCWublueiMBiy4oMpsa_1SMLysjcckFPmB5h1uHIJ5-uEfJ6oJ_rH32Zjtaf9sBrGOLRlL3JnBaYRGo5sJGsVNT7scmrr45Fp/s1600/Aguila%252Bcon%252Barams%5B1%5D.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1lJWBIFxEXkLNVGWVxK6mb3tDPzIEhjvslBi-Df4lGfsNCWublueiMBiy4oMpsa_1SMLysjcckFPmB5h1uHIJ5-uEfJ6oJ_rH32Zjtaf9sBrGOLRlL3JnBaYRGo5sJGsVNT7scmrr45Fp/s1600/Aguila%252Bcon%252Barams%5B1%5D.jpg" height="198" width="200" /></a></div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">También el PDMU traslada a sus elementos a un universo simbólico, un «mundo aparte» de la mediocridad y lo ordinario, pero de ninguna manera «ajeno» a su realidad socio-cultural. Ahí, durante las actividades de instrucción, viven de una manera distinta a la cotidiana; ahí, las exigencias sobre sus facultades morales, intelectuales, corporales y materiales, se les presentan no como índices objetivos de evaluación, sino como las «reglas del juego» y, jugando (compitiendo, ejercitando, venciéndo-se y venciendo al compañero; construyendo una personalidad), forjan día a día su ser auténtico, se cultivan para llevar una vida plena y exitosa en el mundo real.</span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">«¡Pero ésta es una institución militarizada! ¿De dónde te sacas que aquí hay un mundo de fantasía, que esto es un juego?» Pues sí, precisamente: hace decenios que ésta es una institución <i>civil </i>militarizada de formación integral, no más un agrupamiento complementario del Ejército que imparte adiestramiento físico y en el uso de armas, con el «valor agregado» de lo espiritual e intelectual. Más allá de las circunstancias históricas, en eso mismo, en ser civiles militarizados, se ha fundamentado nuestra ‘mística’ desde el inicio –como veremos más adelante–. Siendo una institución civil, ser y actuar a la manera castrense revela la adopción, más que de cierta disciplina, de todo un marco simbólico para interpretar y normar la existencia cotidiana. Y sí, es un juego, uno que jugamos muy en serio, pues abre el camino hacia una vida honorable en el sentido más amplio. En modo alguno se trata de <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/2012/09/mucho-mas-que-un-pasatiempo.html">un ‘pasatiempo’</a> inocuo; por el contrario, es un medio (‘ejercitamiento’, ‘deporte’ y ‘representación ritual’) para desarrollar <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/2011/03/de-la-fuerza-y-la-virtud.html">la voluntad, la fuerza y la virtud</a>.</span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Por la objetividad intelectual que –presuponemos– caracteriza el estilo militar, soslayamos la importancia de los símbolos y la imaginación, poniéndonos a nosotros mismos en clara desventaja ante la oferta de otras instituciones de aspecto más lúdico. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;">Además, esta repulsión a siquiera pensar en términos alegóricos –aunque de hecho lo hacemos constantemente– afecta la eficacia de nuestra </span><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;">praxis </i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;">educativa, pues dejamos que reclutas y cadetes, siguiendo su naturaleza, construyan por sí mismos universos simbólicos distorsionados y los reproduzcan como instructores, clases u oficiales </span><a href="http://tlahtopil.blogspot.com/2012/01/la-ingenuidad-es-un-lujo-caro.html" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;">en las generaciones ulteriores</a><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;">. Advierte G</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: x-small; text-indent: 1cm;">UIRAUD</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;">:</span></div>
<div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b></b></span></div>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">«Comencemos por saber que vivimos entre los signos y a darnos cuenta de su naturaleza y de su poder. Esta conciencia semiológica podrá convertirse, en el futuro, en la principal garantía de nuestra libertad» [<span style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">G</span><span style="font-size: x-small; text-align: justify; text-indent: 1cm;">UIRAUD</span><span style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">, Pierre: </span><i style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">La semiología.</i><span style="text-align: justify; text-indent: 1cm;"> Siglo XXI Editores, México 1972, p. </span>133].</span></div>
</blockquote>
<div>
<b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La necesidad de marcos simbólicos</span></b></div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="text-indent: 1cm;">Las grandes instituciones, comenzando por las religiones históricas, descendiendo hacia los Estados, las ideologías y las escuelas (como el PDMU), están construidas sobre un edificio simbólico propio, un «sistema epistemológico» donde los acontecimientos de la vida cotidiana </span><span style="text-indent: 1cm;">son interpretados</span><span style="text-indent: 1cm;"> </span><span style="text-indent: 1cm;">en clave trascendente; donde los actos humanos son ponderados en razón de una norma ideal [<i>id., </i></span><span style="text-indent: 1cm;">p. 77].</span></span></div>
</div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Más aún: los marcos simbólicos constituyen la esencia misma de la cultura –en la que se inscriben las instituciones arriba mencionadas–; son el cimiento de las civilizaciones. Puede trazarse con claridad el ciclo vital de éstas siguiendo el de sus marcos simbólicos, que entonces se erigen en «códigos culturales» [<i>id.,</i> p. 80]: la consolidación de aquéllas, su plenitud, decadencia y extinción, se corresponden fielmente con las de su sistema de valores, su cosmovisión, su relación con lo trascendente, con lo terrenal y entre los hombres.</span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Todo esto es connatural al individuo como ser social, pues le es imbuido desde el momento de nacer. Como natural, le es imperceptible hasta encontrarse en una situación extraña a su código de interpretación del mundo; sólo entonces se le revela, por oposición y contrastación con «lo desconocido». Esto nos sucede cuando visitamos una comunidad remota u otro país; es lo que sufre el recluta en sus primeras semanas de instrucción, en tanto asimila las nuevas «reglas del juego» y las integra a su cosmovisión.</span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Percibámoslo o no –como vimos, lo más probable es que no–, también el PDMU y los pentathletas estamos inmersos en un mundo alegórico peculiar. En él están codificados nuestros valores, nuestros ideales, nuestros fines, nuestro método: es un «sistema homo-analógico» para la interpretación de la realidad tanto individual como colectiva, y para la proyección trascendente de la existencia [<i>id.,</i> pp. 77 y 80]. Estamos ya tan familiarizados con él y sus consecuencias cognitivas, tan empeñados en «real-izarlos», que se encarnan como parte de nuestra naturaleza, se vuelven transparentes... Eso es, precisamente, lo que aspiramos a conseguir en cada uno de nuestros elementos, pero la eficacia del esfuerzo depende de la conciencia que nosotros mismos tengamos (o recuperemos) de ello.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
<b>Nuestro universo</b></span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="text-indent: 1cm;">Comparado con el de otras organizaciones juveniles, el universo simbólico del PDMU tiene la enorme ventaja de que –en teoría– no es ajeno a la realidad cultural de nuestros elementos. No se les aliena imponiéndoles una identidad alterna durante las horas de instrucción, sea mediante </span><a href="http://tlahtopil.blogspot.com/2009/08/siempre-listo.html" style="text-indent: 1cm;">personajes de una historia exótica</a> (como en el escultismo), atuendos estrambóticos (como en los clubes deportivos) o conceptos en lenguas desconocidas (como en las artes marciales). Todos éstos son excelentes recursos didácticos, sobre todo cuando se quiere imbuir y cultivar en el sujeto aptitudes o habilidades sin conexión previa con su realidad, pero también entrañan el riesgo de crearle «esquizofrenia funcional», de modo que lo aprehendido por su identidad alterna encuentra dificultades para trasladarse a la cotidianidad: ¿quién no ha conocido un esculta que sólo sabe hacer nudos con el uniforme puesto, un futbolista «de academia» incapaz de jugar «cascaritas» de barrio, o un cinta negra que en su escuela sirve de «puerquito»? También existe el riesgo de dar pie a la esquizofrenia patológica en sujetos predispuestos a ella: hemos visto «McGuiversitos» que en medio de la civilización a todo quieren dar soluciones de sobrevivencia, pamboleros fanáticos de su camiseta, y «mini-Chuck-Norris» que avanzan por la vida a puños y patadas. Por supuesto que son la absoluta minoría y son excepciones, pero su existencia demuestra los riesgos de sumergir al niño o adolescente en un universo simbólico exótico sin preparación suficiente, tanto en él como en su instructor.</span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">A diferencia de aquéllos, nuestro marco simbólico nace en, vive dentro, y sublima el universo cultural mexicano, trascendiendo hasta el plano<span style="text-indent: 1cm;"> </span><span style="text-indent: 1cm;">más alto</span><span style="text-indent: 1cm;"> del humanismo. Es heredero de símbolos milenarios llegados de Europa y de otros nacidos en nuestra tierra; es promotor y salvaguarda de nuestros Símbolos Patrios, nuestra historia, la civilidad y la solidaridad (véase más abajo lo relativo a nuestro concepto de ‘Patria’). Si en teoría es tan «familiar», ¿qué lo vuelve «fabuloso» para nuestros muchachos, en el triple sentido de ‘atractivo’, ‘excelente’ y ‘fantástico’? Primero, que no es tan familiar; la cultura mexicana se hace cada vez más secular, apática, desencantada, como claramente lo percibieron los Fundadores (llama la atención que ellos mismos empleen en la crónica oficial el sustantivo ‘desencanto’). En segundo lugar, por los signos exteriores. Las armas, los uniformes, las acrobacias gimnásticas y exhibiciones temerarias, hacen patente que el pentathleta es casi un superhombre, un muchacho superior a sus iguales, y genera la aspiración (deseo, ideal) de «ser como él».</span></span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En nuestras filas –debemos reconocerlo– también encontramos «Capitanes Petardo» que viven en el pasado («cuando éramos Reserva Activa», «cuando éramos militares de respeto», «cuando teníamos el SMN»...), incapaces de adaptar su ser y actuar a la circunstancia ya no tan nueva de ser una organización civil, y menos aún, de ajustar los programas de instrucción a nuestra no tan nueva realidad etal de niños y adolescentes, en vez de jóvenes y jóvenes adultos. Encontramos «mini-Rambos» que con el uniforme puesto le dan clases a los cadetes del HCM y los soldados del GAFE, pero de civil son el mismo gamberro que ingresó hace años a la Escuela de Reclutas. Encontramos «mini-Hitlers» para quienes el metalenguaje y la disciplina pentathlónicos son su ‘todo’, suplantando en ellos la dinámica relacional –mucho más compleja– de la vida cotidiana, degradando de paso su interacción con los demás.</span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">¿Por qué ocurre esto, si el universo simbólico del PDMU deriva de nuestro propio contexto cultural? ¿Por qué el veterano se resiste a asumir su papel de co-formador y dejar de lado un pasado, una supuesta gloria y un modo de vida que no tienen posibilidades de ser sino dentro del fuero militar? ¿Por qué un joven se resiste a llevar a la vida cotidiana las actitudes y valores cultivados en instrucción, mientras que el otro es incapaz de discernir las diferentes situaciones humanas y adaptar su manera de responder a ellas? Esto deriva de una preparación pedagógica e ideológica deficiente entre quienes llevamos la responsabilidad de la instrucción; de la renuencia a dilucidar y racionalizar nuestro universo simbólico, ubicando conscientemente su función alegórica dentro del método de formación integral (espiritual, intelectual, corporal y material), que va mucho más allá de un mero «adiestramiento».</span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Vamos, pues, desgranando los conceptos que configuran nuestro universo simbólico, para darles su verdadero lugar, importancia y aplicación. Partamos de lo general hacia lo particular; de lo abstracto a lo concreto; de lo ideal al concepto, y del concepto a los signos externos, aunque no esenciales, sí manifestaciones de la esencia. Ojalá que esta sucinta jerarquización ayude a terminar con muchas confusiones que arrastramos y reproducimos en las academias.</span></div>
<ul>
<li><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;">Código cultural: la Patria.</span></li>
<li><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;">Marco simbólico amplio (mística): el modelo militarizado.</span></li>
<ul>
<li><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;">El atleta como combatiente: deportista, universitario y militar.</span></li>
<li><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;">Marcos simbólicos particulares: fraternidad, cadetería y oficialidad. </span></li>
<li><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;">El Pentathlón Menor-Infantil.</span></li>
</ul>
<li><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;">Patronos o modelos.</span></li>
<ul>
<li><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;">Los Héroes de la Patria. </span></li>
<li><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;">Los Niños Héroes. </span></li>
<li><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;">Los Fundadores. </span></li>
<li><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;">Héroes pentathlónicos.</span></li>
</ul>
<li><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;">Animales totémicos y mascotas.</span></li>
<li><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;">Cromática: Gris, Azul y Oro.</span></li>
<li><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;">Los signos exteriores.</span></li>
</ul>
</div>
<b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Código: la Patria</span></b><br />
<div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Nuestro concepto de ‘Patria’ es prácticamente análogo al concepto antropológico de ‘cultura’:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote class="tr_bq">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">«La <span style="font-size: x-small;">CULTURA</span> o civilización, en sentido etnográfico amplio, es aquel ‘todo’ complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres y cualesquiera otros hábitos o capacidades adquiridas por el hombre en cuanto miembro de la sociedad» [</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">T<span style="font-size: x-small;">YLOR</span>, EB ‘Primitive culture’, en G<span style="font-size: x-small;">ARCÍA SIERRA</span>, Pelayo: <i><a href="http://www.filosofia.org/filomat/df406.htm">Diccionario filosófico</a></i>].</span></blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">«‘P<span style="font-size: x-small;">ATRIA</span>’ es la nación de cada uno, con la suma de cosas materiales e inmateriales, pasadas, presentes y futuras; es la voluntad de un pueblo de afirmar su estilo de vida. En ella se integran todos los individuos y todas las clases» [<a href="http://tlahtopil.net63.net/pdmu/ConMin.pdf">Manual de Conocimientos Mínimos</a>, 517].</span></blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote class="tr_bq">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"></span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">«¿Cómo entiende el Pentathlón a la Patria? Como un principio absoluto y existente que cubre nuestras raíces históricas; en ella se funde una idea espiritual que nace en la conciencia de los auténticos mexicanos y una realidad material representada en la nación. La Patria es una unidad de tradición y raza, con un cimiento de la libertad y soberana independencia como condición para su grandeza» [<i>id.,</i> 518].</span></blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">«El respeto a la Patria no es un respeto autoritario y ciego sino comprensivo e inteligente, del que ve en la Patria una suma de esfuerzos heroicos ascendentes, de los cuales nosotros somos el resultado» [<i>id.,</i> 527].</span></blockquote>
</div>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">«...Comprende nuestra tradición y nuestra geografía; nuestros próceres y nuestro pueblo heroico. La Patria de ayer, hoy y mañana» [<i><a href="http://tlahtopil.net63.net/pdmu/PDMU-CF.pdf">Código Fundamental</a>, </i>«Simbolismo de la Bandera Guión», 5].</span></div>
</blockquote>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> <span style="text-align: justify;">...Es decir, vivimos «en código de Patria»; bajo la guía de una aguda conciencia ético-moral según la cual, <i>si </i>todo acto social es cultura (‘Patria’ para nosotros), y si la sociedad humana es el constituyente primordial de la cultura / Patria; <i>entonces: </i>todo acto, palabra y pensamiento están encaminados al engrandecimiento del individuo pentathleta, entendido como el primer constituyente de la sociedad y de la Patria sobre el que él mismo tiene autoridad</span><span style="text-align: justify; text-indent: 37.7952766418457px;"> [</span><i style="text-align: justify; text-indent: 37.7952766418457px;">id.,</i><span style="text-align: justify; text-indent: 37.7952766418457px;"> «Ideario», 1, 5, 7...]</span><span style="text-align: justify;">; por el engrandecimiento del prójimo como ser idéntico en condición de mexicano y de ser humano [<i>id.,</i> 6, 9, 14...]; de la sociedad familiar, escolar, religiosa y cualquier otro círculo relacional:</span></span><br />
<blockquote class="tr_bq">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="text-align: justify;">«La Patria es un recipiente total; capta todos nuestros actos: trabajo, conducta, etcétera. Mis actos positivos más insignificantes, aunados a los de millones de mexicanos, harán una Patria mejor» [<i>Manual de Conocimientos Mínimos</i>, 528].</span></span></blockquote>
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;">Y todo esto, por la íntima motivación del individuo: «Aun cuando nadie te vea, pórtate como hombre, no esperando recibir el reconocimiento de ninguno para conducirle con dignidad» [</span><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;">Código Fundamental,</i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;"> «Ideario», 22].</span></div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>Marco simbólico amplio: mística militarizada</b></span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Mi Cmte. <i>Ad Æternum</i> Dr. Jorge Jiménez Cantú define de una manera hermosa y concisa en qué consiste ser pentathleta:
</span><br />
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; pentathleta: </span><br /> <blockquote class=;" tr_bq=""><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">«El Pentathlón vas más allá. La palabra ‘atleta’ quiere decir “combatiente”. El centro atlético del Pentathlón se refiere a ese propósito, a un centro de combatientes. Pero ¿para combatir a quién, con qué y a qué cosa? Combatientes en todos los órdenes de la vida. Combatientes por la dignidad de la Patria, por la evolución y progreso de la juventud; combatientes por la riqueza de nuestro suelo, por su unidad e integridad; combatientes por alcanzar [...] un desarrollo óptimo y pleno de la persona integralmente considerada, y combatientes por la dignificación de la familia, que es la piedra angular de la sociedad y de la Patria. [El Pentathleta] es un combatiente multiplicado que se proyecta <i>en todos los órdenes de la vida social del hombre</i>» [<i><a href="http://pentathlonnaucalpan.neositios.com/ideologia-pentathlonica">Conferencia</a>; </i>las cursivas son mías].</span></span></div>
</blockquote>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">1. La primera consecuencia de <span style="font-size: x-small;">ADOPTAR COMO MODELO DE VIDA AL ATLETA-COMBATIENTE</span>, es la autoimposición del modelo de conducta militarizado. Pero al llevarlo a «todos los órdenes de la vida», deja de ser sólo un modelo disciplinario para erigirse en una ‘mística’: alcanza por igual el comportamiento, las aptitudes, actitudes, convicciones y creencias del individuo. Eso es lo que implica el nombre «Deportivo Militarizado Universitario». Implica –en los términos de nuestra ideología– el desarrollo de los aspectos espiritual / moral, intelectual, corporal y material [<i>Código Fundamental, </i>Art. 2]; alcanza el ejercicio de la solidaridad en lo material, las exigencias de la cadetería / univers(al)idad en lo corporal e intelectual, y los ideales de la vida caballeresca en lo moral. La importancia de estos tres puntos merece sendos párrafos; ahora no me extiendo sobre ellos porque cada uno tiene <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/search/label/pdmu">su propio espacio</a>:</span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">2. La segunda consecuencia es el desarrollo de un profundo «<span style="font-size: x-small;">ESPÍRITU DE CUERPO</span>» <span style="font-size: x-small;">CIMENTADO EN LA SOLIDARIDAD Y LA FRATERNIDAD</span>; primero, con los compañeros de institución (adopción de los signos de identidad) con quienes se sufren codo a codo el sol y el frío, <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/2013/05/un-solo-paso-un-solo-corazon.html">marchando a un mismo paso y obedeciendo una sola voz</a>. Después, conforme se asimila la ideología, se desarrolla una identificación con el pueblo mexicano, consciente y consecuente, de la que emana el espíritu de servicio y de sacrificio. Por último, esta expansión moral de la fraternidad deviene en un sentido de universalidad, de humanismo sin fronteras, que acompaña al...</span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">3. S<span style="font-size: x-small; text-indent: 1cm;">ER CADETE</span><span style="text-indent: 1cm;">. Si debiéramos condensar en una sola palabra todo lo que implica nuestra mística, <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/2012/02/ser-cadete-esencia-de-la-mistica.html">ésta es la que mejor la contendría</a>. Como «alumno de una escuela militar», el cadete está sujeto a una exigencia física y disciplinaria, sí, pero también a la exigencia intelectual y moral. Nosotros tomamos a nuestro cargo colaborar en la formación física, material y moral; apoyamos a la experta </span><span style="text-indent: 1cm;">en formación intelectual</span><span style="text-indent: 1cm;">, la Universidad (en términos más generales, a la institución educativa), proveyendo al muchacho los recursos para forjarse una disciplina de estudio, una guía ideológica firme y un foro para que ponga en práctica los conocimientos adquiridos. </span><span style="text-indent: 1cm;">El cadete es <i>un estudiante universitario </i><a href="http://tlahtopil.blogspot.com/2012/05/el-uniforme-orgullo-e-identidad.html">que viste uniforme</a> y está sujeto a una norma de vida</span><span style="text-indent: 1cm;">, de modo que </span>la cadetería no debe ser un fin, sino <i>el medio </i><span style="text-indent: 1cm;">para que el pentathleta potencie su formación, ampliando de manera constante su horizonte cultural (por eso el Pentathlón es «Universitario»), su <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/2012/10/el-pentathlon-es-humanista.html">sentido humanista</a>, sus facultades físicas y sus logros materiales. Concedemos el título de ‘cadete’ no a quien alcanzó ya la meta profesional y personal, sino al recluta que demuestra el empeño necesario para alcanzarlas; a quien manifiesta un mínimo de </span><a href="http://tlahtopil.blogspot.com/2012/07/la-mejor-propaganda-es-el-ejemplo.html" style="text-indent: 1cm;">autodisciplina y coherencia</a><span style="text-indent: 1cm;"> para servir dignamente a la Patria y a sus compatriotas, creciendo en los Cuatro Aspectos</span><span style="text-indent: 1cm;">.</span></span></div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
4. De manera homóloga a las escuelas del Instituto Armado, los grados de <span style="font-size: x-small;">LA</span> O<span style="font-size: x-small;">FICIALIDAD</span> están (o deberían estar) reservados para quienes concluyeron el camino que <span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;">la Universidad</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;"> y </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;">el PDMU ofrecen, es decir, <i>adultos </i>dueños de su destino, <i>profesionales </i>en su área del conocimiento y pentathletas cabales, es decir, personas que aun sin uniforme viven de manera natural según el Punto 5 del Pentálogo y el Punto 5 del Ideario. Los oficiales son, idealmente, personas que mantienen dignamente a su persona y su familia por sus propios medios, capaces de tomar a su cargo las tareas administrativas, docentes y de mando en su Unidad; de reproducir en niños, adolescentes y jóvenes los efectos del método pentathlónico. <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/2012/01/somos-caballeros.html">La imposición de la espada</a> es muy significativa de todo lo que implica ser oficial: la herencia caballeresca europea e indígena nos dice muy a las claras hasta dónde debe llegar el merecedor de esta arma en la defensa de su honor, de su Patria y del prójimo, sobre todo del más desvalido; qué grado de perfección debe alcanzar su virtud; qué límites debe rebasar su fortaleza; cómo ha de ejercer el liderazgo sobre sus inferiores.</span></div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
5. E<span style="font-size: x-small;">L</span> P<span style="font-size: x-small;">ENTATHLÓN</span> M<span style="font-size: x-small;">ENOR</span>, particularmente la Categoría Infantil, es un reto pedagógico aún no resuelto, pues subsiste la negativa a rediseñar los programas de instrucción con base en las características <span style="text-indent: 1cm;">intelectuales y físicas de este grupo etal, a saber, su </span><span style="text-indent: 1cm;">elevada dependencia del ejercicio imaginativo como principal medio cognitivo, de una parte; de la otra, su limitado vigor muscular y los cuidados que demanda su situación de crecimiento físico constante</span><span style="text-indent: 1cm;">. En tanto se multiplican las Unidades y Subzonas que proponen <a href="http://tlahtopil.net63.net/pdmu/20110603%20propuesta%20menor.pdf">programas de instrucción atentos a las exigencias peculiares de este sector creciente</a>, han fracasado los esfuerzos para integrarlas en un proyecto institucional, de alcance nacional, mientras que, por otra parte, aún son mayoría los agrupamientos donde se les percibe y trata como «jóvenes chiquitos» o «adultitos». Tenemos en nuestro universo simbólico elementos de enorme valor para guiar el recorrido formativo de nuestros niños, como los Niños Héroes o nuestros animales representativos (totémicos), esperando solamente a asumir el protagonismo didáctico que merecen como estimulantes de la imaginación o modelos de conducta.</span><br />
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">
<span style="text-indent: 1cm;"><b>Nuestros patronos o modelos</b></span></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Todas las grandes instituciones conservan el nombre y la memoria de sus prohombres, de quienes considera máximos modelos de su noma de vida, para que, imitándolos, sus miembros tengan a mano un camino asequible para alcanzar la meta común. El PDMU no es la excepción, y así como en las esferas celestes están jerarquizadas las cortes de bienaventurados alrededor del Ser Supremo, en nuestro universo simbólico, los Héroes Nacionales giran alrededor del supremo concepto de la Patria, destacando entre ellos los Niños Héroes de la Defensa de Chapultepec; luego colocamos los Fundadores y los Héroes Pentathlónicos.</span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El culto cívico a los Símbolos y los Héroes de la Patria está en el centro de todas nuestras ceremonias, como <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/2012/09/nuestra-ideologia.html">debería estar en el centro de nuestra devoción personal</a>, después del Ser Supremo para quienes creen en Él. El PDMU es una custodia del culto a la Patria y sus Héroes; es faro de civismo y amor patrio </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;">en medio de una sociedad</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;"> cada vez más desidentificada con su ser y raíz, o incluso fascinada por banderas</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;"> </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;">ajenas</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;">, nacionales o ideológicas; por modelos de vida decadentes</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;">.</span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">1. El pentathleta –universitario– sabe que la «historia de bronce» es dictada por los vencedores, y que no siempre vence quien está del lado de la justicia y de la verdad. Así, el pentathleta sabe ver las luces y las sombras de <span style="font-size: x-small;">LOS</span> H<span style="font-size: x-small;">ÉROES</span> P<span style="font-size: x-small;">ATRIOS</span>, sin que su cualidad humana los demerite; sabe distinguir en la «mitología cívica» lo que hay de auténticamente ejemplar y lo que hay de legitimación ramplona. Por eso no tiene empacho en recuperar la digna memoria de los prohombres que la crónica oficial ha desvirtuado o marginado, ni en rendir homenaje a quienes la ciencia histórica objetiva cuestiona su existencia o sus hechos, preservando su valor simbólico.</span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">2. En este segundo caso se encuentran <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/2011/09/tu-tambien-puedes-ser-un-nino-heroe.html"><span style="font-size: x-small;">LOS</span> N<span style="font-size: x-small;">IÑOS</span> H<span style="font-size: x-small;">ÉROES</span> <span style="font-size: x-small;">DE</span> <span style="font-size: x-small;">LA</span> D<span style="font-size: x-small;">EFENSA</span> <span style="font-size: x-small;">DE</span> C<span style="font-size: x-small;">HAPULTEPEC</span></a>. Sabemos positivamente que no fueron sólo seis, y que los actos y nombres atribuidos por la mitología cívica son sólo representativos de la cima alcanzada por su heroísmo. Su figura se agiganta en el panteón del PDMU por la perfección con que encarnan la lealtad a su Patria y su Institución; su valor para enfrentar una batalla imposible, absurda si se pondera al margen del amor y la fraternidad. Son el modelo de perfección en la vida del cadete.</span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">3. Los F<span style="font-size: x-small;">UNDADORES</span> <span style="font-size: x-small;">DEL</span> PDMU ocupan el tercer orden en nuestro culto cívico. No los vemos como «propiedad» exclusiva del Pentathlón, sino como los jóvenes visionarios y esforzados que, primero, gestaron nuestra Institución; luego, como adultos, sirvieron a la Patria con toda su energía, conocimientos profesionales y profundo civismo, marcando el camino con su ejemplo. Los refiero antes que a los Héroes Pentathlónicos porque –enseña nuestra ideología– <span style="background-color: white; line-height: 20.796875px; text-indent: 1cm;">«si te entusiasma morir como héroe, considera que la Patria, más que muertes, necesita vidas victoriosas» [<i>Código Fundamental, </i>«Ideario», 27]</span><span style="text-indent: 1cm;">. En nuestros días, luego de tres cuartos de siglo en esta andadura iniciada por ellos, conviene mirar nuevamente su ejemplo de «vida victoriosa». Los Fundadores nos recuerdan que el origen, el método y el fin pentathlónicos </span><a href="http://tlahtopil.blogspot.com/2013/07/paso-la-juventud.html" style="text-indent: 1cm;">sólo existen en la juventud </a><span style="text-indent: 1cm;">de México; nos enseñan que el PDMU nos prepara para vivir plenamente, realizándonos en el servicio y en el perfeccionamiento de nuestras facultades, que es nuestra manera de buscar La Grandeza de la Patria [<i>Código Fundamental,</i> Art. 1].</span></span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">4. Los H<span style="font-size: x-small;">ÉROES</span> P<span style="font-size: x-small;">ENTATHLÓNICOS</span>, por su parte, ejemplifican la cima que debe alcanzar el sentido de fraternidad y la vocación de servicio. Guardamos en lo más profundo de nuestro corazón el nombre y memoria de quienes ofrendaron su vida por salvar o defender la de un compañero, porque su muerte es una ofrenda a la vida:</span></div>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">«Existes para la vida, y aunque tengas que morir, con tu vida o con tu muerte ayudarás a vivir a los demás» [<i>id., </i>«Mensaje al Pentathlón Menor», 14].</span></div>
</blockquote>
<b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Animales totémicos y mascotas</span></b><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Perdamos el miedo a llamar a las cosas por su nombre, como desde el inicio de esta disertación nos invita el experto Guiraud. Los «animales totémicos» son un elemento de la mayor relevancia en los marcos simbólicos, pues las cualidades o vicios que atribuimos a los animales, son proyección de los nuestros. Los pueblos primitivos y las civilizaciones clásicas por igual se han servido de ellos como «guías morales» o incluso «espirituales», así que nada hay de malo en reconocer, como hombres modernos, que somos herederos de este elemento cultural, con los matices que necesariamente impone nuestro conocimiento más amplio y elevado.</span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 0px;">Para la doctrina cristiana es muy familiar la paloma como representación del Espíritu Santo, tanto como son familiares para el mexicano el águila real y la serpiente de cascabel plasmados en nuestro Escudo Nacional. Con ese mismo respeto, hablemos aquí de nuestros animales representativos.</span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">1. E<span style="font-size: x-small;">L</span> Á<span style="font-size: x-small;">GUILA</span> B<span style="font-size: x-small;">ICÉFALA</span> conjunta en su figura nuestros valores más altos: Patria, Honor y Fuerza [<i>id., </i>«El Simbolismo de la Bandera Guión»], y más aún, conjunta en una sola figura dos símbolos culturales de la gran relevancia para México: el Águila Real tomada de nuestro Escudo Nacional, representación de nuestras aspiraciones espirituales como pueblo, y el Águila del Escudo de la Universidad Nacional, símbolo de las máximas alturas intelectuales. Como enseña nuestra ideología, las dos cabezas de nuestra Águila representan asimismo la presencia, en cada uno de los pentathletas, de las potencias complementarias que nos hacen humanos plenos: emoción e intelecto, razón y fe.</span><br />
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
2. E<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: x-small; text-indent: 1cm;">L</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;"> Á</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: x-small; text-indent: 1cm;">GUILA CON SEIS BAYONETAS</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;">, por su parte, es una alegoría en la que se conjuntan varios de los símbolos mencionados más arriba: se trata de un Águila Real, por lo tanto, es una representación de la mexicanidad, reforzada por el pendón tricolor que la rodea. Su mirada, dirigida a lo alto, remite al simbolismo que damos a las alas en la Bicéfala: trayectoria ascendente y firme. Las Bayonetas representan a los Niños Héroes, modelos nuestros en cuanto a sentido del deber y entrega patriótica; por lo tanto, también representación del ideal que busca el cadete pentahtleta. Considerados estos elementos, llamar ‘mascota’ a esta imagen es, incluso, peyorativo, y su uso en las playeras de los reclutas o los banderines de los equipos deportivos tiene implicaciones simbólicas que pocas veces nos detenemos a examinar.</span></div>
</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
3. Lo mismo puede decirse de <span style="font-size: x-small;">EL</span> O<span style="font-size: x-small;">SO</span> G<span style="font-size: x-small;">RIS</span>, insignia obligada en los uniformes de competencias deportivas, además de optativa para reclutas y banderines. En tanto que representación simbólica de uno de nuestros valores –la «Fuerza»– y alegoría de nuestro comandante <i style="text-align: start; text-indent: 0px;">Ad Æternum, </i><span style="text-indent: 1cm;">merece una consideración superior a la de ‘mascota’.</span></div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Es necesario capitalizar el poder simbólico de estas imágenes como vehículos para la trasmisión de nuestros valores e ideales, sobre todo entre los elementos del Menor-Infantil, que son altamente receptivos a los mensajes alegóricos, y aún maleables en cuanto a la adopción permanente de valores y hábitos. Podrían producirse «relatos formativos» basados en la figura del Águila, del Oso o incluso de los Niños Héroes, que guíen la evolución cognitiva, axiológica y física de los niños. Por ejemplo, se sabe de un programa experimental basado en la historia vital del osezno, que adapta los contenidos principales de la Escuela de Reclutas a las características físicas y psicoafectivas de los más pequeños; de propuestas para estimular el desempeño y perseverancia de los Menores, más o menos homólogos a los grados de Clases (osos de bronce, plata y oro; acumulación de estrellas; adición de cintas grises en los antebrazos), pensados para fomentar su permanencia hasta ser «osos grises» maduros, es decir, hasta la edad en que pueden hacer la protesta como cadetes.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Sin embargo, mientras estas propuestas no sean sancionadas, corregidas y dictaminadas por el Mando, se carecerá de la plataforma institucional y pedagógica necesaria para que arraiguen y den frutos significativos.<br />
<br />
<b>Cromática «Gris, Azul y Oro»</b><br />
Pocas veces nos detenemos a revisar los valores que nuestros Fundadores asociaron a la cromática que nos distingue como institución, y menos aún consideramos el simbolismo que heredan de la tradición heráldica. Vistos desde esta perspectiva, los colores son un lenguaje en sí mismo, trasmiten mensajes bien delimitados, y sólo puede atribuirse a una ignorancia rampante el desprecio a ellos que vemos en distintas Zonas o Unidades: ¿en qué se relacionan con nosotros los rojos, verdes, negros y hasta anaranjados o rosados que delatan abundantes fotografías?</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Para comenzar, ¿cuál es el origen de nuestros colores? ¿Por qué no elegir, digamos, los colores de nuestra Bandera Nacional? ¿Por qué no los del Instituto Armado? Esto abarca varias perspectivas, y es prioritario que tengamos conciencia de ello.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
La primera perspectiva es nuestro origen universitario. Desde el principio, la Universidad Nacional Autónoma de México se ha identificado por el Azul y el Oro, una combinación heráldica de gran significación que en nuestro Código Fundamental está bien explicitada, dentro de las líneas dedicadas a describir nuestro Guión.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
La segunda perspectiva es el impedimento legal y positivo de emplear los colores o figuras de nuestros Símbolos Patrios para la identificación de instituciones ajenas al Estado.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
La tercera, es la prohibición explícita del Instituto Armado de emplear colores en nuestras enseñas o uniformes que provoquen confusión entre nuestros muchachos y los militares de línea, con los consiguientes riesgos a su integridad o seguridad.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Es de los criterios anteriores que deriva nuestra cromática:</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
1. E<span style="font-size: x-small;">L</span> G<span style="font-size: x-small;">RIS</span> P<span style="font-size: x-small;">ERLA</span>, llamado ‘plata’ en heráldica, tiene asociados desde hace milenios los conceptos de ‘virtud’, ‘pureza’ y ‘humildad’. No es gratuito que sea el color de la camisola del Uniforme de Costa para oficiales, pues este escalón, el de los «caballeros» que antes mencionamos, representa lo más decantado de nuestras virtudes; ni que sea el color del Uniforme Número 3, con el que nuestros Cadetes deberían presentarse ante la sociedad cuando están de francos, o del Número 4, que visten los miembros del Mando y el Comando al asistir a reuniones de trabajo técnico dentro y fuera de la Institución.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
2. E<span style="font-size: x-small;">L</span> G<span style="font-size: x-small;">RIS</span> A<span style="font-size: x-small;">CERO</span>, de polémico origen, remite a conceptos como ‘tenacidad’, ‘fuerza’ y ‘vigor’. Si bien parece que un primer momento fue la solución más a la mano para acatar la prohibición del Ejército, pues no lo empleaba ninguna de sus corporaciones, el paso del tiempo lo ha consagrado como <i>el </i>color del uniforme pentathleta, y no es sólo por la tonalidad que disimula bien el polvo acumulado durante las prácticas. Aunque es difícil documentar las hipótesis sobre el uso de este color en nuestro Uniforme Número 1, una de las versiones más entrañables dice que se eligió como homenaje permanente a nuestro Comandante <i style="text-align: start; text-indent: 0px;">Ad Æternum,</i><span style="text-align: start; text-indent: 0px;"> apodado fraternalmente «El Oso Gris». Otra dice que es el color empleado entonces por los obreros, siendo los pentathletas de las primeras generaciones, en su mayoría, hijos de esta abnegada clase. Puede haber algo de verdad en ambos relatos, pero lo indiscutible es que el PDMU ha hecho historia con él.</span></div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
3. E<span style="font-size: x-small;">L</span> A<span style="font-size: x-small;">ZUL</span> o ‘azur’ es el color de la inteligencia, la libertad, el afán de trascendencia. Sea o no intencional su empleo en nuestros tocados, sobrehombreras y cintas de grado, sí es significativo de nuestro «ser cadetes», «ser universitarios»: hombres y mujeres de pensamientos «amplios, puros y benévolos para todos» [<i>id.,</i> «Ideario», 42], abiertos a la cultura, al debate de las ideas, y libres para seguir nuestras convicciones.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
4. E<span style="font-size: x-small;">L</span> O<span style="font-size: x-small;">RO</span>, o amarillo brillante en las prendas deportivas, evoca honor, perfección y cuanto es sublime. Basta ver lo que dice el <i>Código Fundamental</i> sobre el Águila Bicéfala y las Estrellas representativas del Pentálogo.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Debemos reconocer que para los no iniciados, y para más de un ignorante voluntario, nuestros colores parecieran ser demasiado pocos, y poco vivaces. Esto también puede acarrear algunos tropiezos, sobre todo entre los Pentathletas Menores, afectos por naturaleza al color y la luz, pero también es un área de oportunidad para instruirlos sobre las diferencias esenciales entre el PDMU y otras instituciones.<br />
<br />
<b>Los signos exteriores</b><br />
El uniforme no hace al pentathleta. El marrazo no hace al cadete, como tampoco la espada o el sable hacen al oficial. Tampoco el <i>tumbling,</i> la defensa personal, el tiro, el campismo, el <i>rappel </i>ni el orden cerrado. Todo esto sólo manifiesta, de cierta manera y hasta cierto punto, el modo de vida que adoptamos en el PDMU. <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/2011/10/la-tentacion-del-activismo-tan-obvio.html">Conformarse con estos signos es estéril</a>; la verdadera riqueza está en vivir según <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/2011/03/no-se-ama-lo-que-no-se-conoce_04.html">los principios del Pentálogo y el Ideario</a>, que al cabo se proyecta en la adquisición permanente de nuevas aptitudes, vigor y valores.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Ciertamente, la «vía de entrada» habitual es la impresión que dejan estos signos en los muchachos que presencian una exhibición o un desfile, pero nadie les puede explicar el esfuerzo, la constancia y el sacrificio que cuesta ir adquiriendo esos rasgos visibles. Ya dentro de la institución como reclutas, si logran sobreponerse al precio material del uniforme, el físico del acondicionamiento deportivo y el ejercicio de humildad que conlleva la disciplina militarizada, muchos encuentran en la exigencia <span style="text-indent: 1cm;">intelectual y moral una expedita puerta de salida.</span></div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Por esto debemos cuidar bien la manera como los muchachos se presentan entre la sociedad, particularmente los clases u oficiales con <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/2011/09/tan-obvio-ii-somos-gente-de-normas.html">responsabilidades directas en la instrucción</a>. Si les permitimos que «inventen» el uniforme, ritos iniciáticos o de paso ajenos a nuestra mística, propiciamos que los reclutas lleguen con ideas equívocas desde el primer día, dificultando aún más su asimilación de nuestro método y fines.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Si se ha dejado a los signos exteriores hasta el final de la jerarquía de nuestro universo simbólico, es porque deberían ser <i>la consecuencia </i>de todo lo anterior, no su propósito. Esto vale sólo como recurso de reclutamiento y no debe permitirse al elemento persistir en esa «mentalidad de recluta». Esa frase tan oída de «ganarse el uniforme» o «ganarse el grado», no debe restringirse a la suma aritmética de méritos aparentes, es decir, de más signos exteriores. <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/2013/07/entre-el-exito-y-el-triunfo.html">Ésta es la diferencia </a>entre un «pentahleta triunfador» que deserta en cuanto gana sus insignias de cuello o su primera medalla en los Juegos Nacionales, y el «mexicano exitoso» que adquirió en el Pentathlón los medios y hábitos para, engrandeciéndose y engrandeciendo a sus prójimos, conseguir La Grandeza de la Patria.<br />
<br />
<b>Conclusión</b><br />
La mística pentathlónica existe, y es consustancial al ser de la Institución. Pero no se trata de una colección empírica y a veces malintencionada de rituales inventados, modismos caprichosos y mitos vacíos. Una institución que se contenta con «potreadas», «novatadas» y «pulsadas» es incapaz de subsistir 75 años, sobreponiéndose a modas, ideologías de Estado, cambiantes vientos políticos y transformaciones sociales.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Nuestra mística es un auténtico universo enraizado en lo más perfecto y sublime de la mexicanidad: fortaleza, inteligencia, creatividad, nobleza de sentimientos, generosidad y sacrificio, están codificados en nuestros símbolos, ideología y modo de vida; vemos en los Niños Héroes la encarnación más pura de estos valores, y por ello los adoptamos como nuestros modelos.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Nuestra mística se traduce, en un primer momento, en el deseo y proceso de ser ‘pentathleta’, ese «combatiente multiplicado» que decía nuestro comandante <span style="text-align: start; text-indent: 0px;"><i>Ad Æternum. </i>A </span><span style="text-align: start; text-indent: 0px;">ese muchacho que reconocemos como un combatiente «en todos los órdenes de la vida» nosotros lo llamamos ‘cadete’, y como tal, está consagrado al servicio de la Patria con todas sus facultades, sobre todo, con las intelectuales y espirituales.</span></div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
El cadete que alcanza el mínimo de perfección que le permite ser ejemplo para los que vienen detrás, nosotros lo llamamos ‘oficial’ y, como campeón de las virtudes que entraña el modo de vida pentathlónico, se le otorgan la espada y el mando.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Nuestra mística contiene los elementos necesarios para atraer la imaginación de los niños y jóvenes, sin extraviarlos de su realidad: el ideal caballeresco, los valores atribuidos al Águila Bicéfala y el Oso Gris; la bella sobriedad de nuestros uniformes y nuestro modo de actuar marcial; nuestra resistencia física, capacidad de servicio al prójimo, perfeccionamiento constante de nuestras facultades intelectuales y morales; nuestro culto cívico a los Símbolos y Héroes Patrios, bastan y hasta sobran para ofrecer a México un modelo de juventud pujante, optimista y capaz.</div>
<div style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<br /></div>
<div class="blogger-post-footer"><p></p><p></p><em>Lee estos artículos con un formato más amigable al ojo en <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/">Blogger</a>. También hay vínculos a mis </em>blogs<em> de personal interés, depósito de imágenes, histórico musical y otras cosas más.</em></div>Tlahtopilhttp://www.blogger.com/profile/08097940969097541621noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8955563367492514911.post-70749766162639051792013-07-18T12:42:00.001-05:002013-08-15T13:06:24.989-05:00Paso a la juventud<div style="color: #660000; font-family: Verdana,sans-serif; font-size: small; text-align: center;">
<br />
El Pentathlón es definido en el Manual de Conocimientos Mínimos como «una escuela de carácter y formación ciudadana, <i>en forma de una organización juvenil</i>». Fue fundado por doce jóvenes estudiantes, para jóvenes como ellos. Esto significa que el protagonista y, a la vez, el destinatario de la actividad y fin pentathlónicos, es la juventud de México.</div>
<a name='more'></a><br />
<div style="margin-left: 50%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: x-small;"><i>...Juventud... Vida | inmortal de la vida. | Junta, amiga mía, tu copa de oro | a mi copa de plata. ¡Venza y ría | la juventud!</i><i> </i>(Carlos Pellicer).</span></span></div>
<div style="margin-left: 50%; text-align: right;">
<br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: x-small;"><i>A mi <a href="https://www.facebook.com/moralesalejo">Subof. Lic. Hugo Morales</a> y quienes, como él, tienen el valor de <a href="https://www.facebook.com/photo.php?v=10201333943420976&set=vb.109682922401722&type=3">predicar con el ejemplo</a>.</i></span></span><br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; font-size: x-small;"><i>A los compañeros de la PPI Libre 2013.</i></span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small; text-align: justify;">Sin embargo, ¿cuántas veces hemos visto una academia «de boca» sobre <i>rappel,</i> escalada, <i>tumbling </i>o defensa personal? Porque las rodillas del instructor ya no dan más, su tono muscular se diluyó con los años, su espalda está resentida de incontables mochilazos y malas caídas. Y escuchamos a los padres de familia cuestionar: «¿Dónde están los jóvenes instructores que enseñen a nuestros hijos mediante el ejemplo?»
</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">«Es que los jóvenes no saben todo lo que hay que saber», sentenciamos desde nuestras canas. «Es que no comprenden la verdadera dimensión de la actividad pentathlónica», afirmamos. «No miden los riesgos», acusamos. Y siendo dueños de todas las razones, terminamos por hacer el ridículo sintiéndonos indispensables (cfr. Ideario, 33).</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Los jóvenes no tienen por qué saberlo todo. Basta que sepan lo necesario para cumplir la comisión que se les encomienda. Tampoco nosotros lo sabíamos todo cuando recibimos los primeros galones, pero supimos sobreponernos al miedo y sacar adelante nuestra primera escuadra... La misma confianza que cuando jóvenes merecimos de nuestros superiores, hoy debemos tenerla a nuestros jóvenes subalternos.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Debemos confiar en la gente nueva. No hablo del chico recién ingresado que no sabe ni bolearse las botas, sino de esa cantera de muchachos que tienen varios años en instrucción y han ganado honrosamente sus primeros grados. Aunque no sean expertos en todos los temas, sumando sus conocimientos y experiencias, intuyen acertadamente los fines de la Institución y conocen el programa que se debe impartir a los que vienen detrás.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">¿Por qué apegarnos a la institución más allá de lo prudente? ¿Por qué llegar al triste día que, en vez de tener algo qué ofrecer a los muchachos, nos convertimos en una carga para ellos? ¿Por qué bajo nuestra influencia, lo que debería ser una práctica jovial, dinámica y positiva, termina por ser un fin de semana solemne, lento y aversivo?</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Compañeros pentathletas: quienes ya dejamos atrás la agilidad y vigor juveniles, ¡demos un paso de costado! ¡Dejemos pasar al frente esos jóvenes mandos e instructores con quienes el personal se puede identificar!</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Ocupemos dignamente nuestro puesto como Reservas o Profesionistas, asesorando, auxiliando y beneficiando a nuestra amada organización juvenil, sin detrimento de su dinamismo y eficacia formativa. ¡Abramos paso a la juventud, vida inmortal de la vida!</span></div>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEio7PCfLWtkJRdM9-J1hHPYGN962PZEAePPlaGdyUWGJKuEGiWUHmusALfiFgi0xXoGPYIretZ8Rm5vjV9mAfy_E1uHaunCUz5lCOoiZMJPCWT4_icgLeb3eYUdpZ0zblsPZiFsc-WaLRJL/s1600/999053_546161442087199_1729503059_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEio7PCfLWtkJRdM9-J1hHPYGN962PZEAePPlaGdyUWGJKuEGiWUHmusALfiFgi0xXoGPYIretZ8Rm5vjV9mAfy_E1uHaunCUz5lCOoiZMJPCWT4_icgLeb3eYUdpZ0zblsPZiFsc-WaLRJL/s1600/999053_546161442087199_1729503059_n.jpg" width="320" /></a></span></div>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br /></span>
<br />
<div style="text-align: right;">
<span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><i><span style="color: #666666;"><span style="background-color: white;">(Texto base del discurso pronunciado por el autor en <a href="https://www.facebook.com/photo.php?v=10201333943420976&set=vb.109682922401722&type=3">julio 10 de 2013</a>, ciudad de México).</span></span></i></span></span></div>
<div class="blogger-post-footer"><p></p><p></p><em>Lee estos artículos con un formato más amigable al ojo en <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/">Blogger</a>. También hay vínculos a mis </em>blogs<em> de personal interés, depósito de imágenes, histórico musical y otras cosas más.</em></div>Tlahtopilhttp://www.blogger.com/profile/08097940969097541621noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8955563367492514911.post-84552985850323462662013-07-04T20:51:00.001-05:002013-08-22T12:59:31.021-05:00Entre el éxito y el triunfo<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
<div style="color: #660000; text-align: center;">
<span style="font-size: small;"><br /></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">¿Cuántas vocaciones se han truncado en el mismo brote por solo temor al fracaso? ¿Cuántas vidas se frustran al secárseles la última gota de voluntad y perseverancia? La causa suele ser un desvío de miras: buscar el aplauso, que es efímero, en vez de la felicidad perdurable; el reconocimiento de otros en lugar de la trascendencia personal. </span></span><br />
<a name='more'></a></div>
<span style="font-size: small;">
</span>
<br />
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; text-align: justify;">
<div style="margin-left: 33%; text-align: left;">
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: right;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">«El estímulo de tus obras no lo busques en las recompensas de oropel, sino en la adquisición íntima de un mejor rango moral o intelectivo» (Ideario PDMU, 30).</span></div>
<br />
<span style="font-size: x-small;"><i>A JMTO, MATO, MMS y TCMS.</i></span></div>
</div>
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<span style="font-size: small;">Vivir para el aplauso puede ser muy frustrante. Tanto, que cuando por fin se recoge la cosecha, está uno tan fatigado, tan ofuscado, que no la disfruta. </span><span style="text-indent: 37.7952766418457px;">El aplauso es un fruto agridulce, o más bien agrio: mira a la señorita que llora en mitad de su fiesta de quince años porque la realidad no cumple en todo detalle lo que abrigaba en sus ensoñaciones; mira al joven talento que estalla porque no llegó a la fase final de un concurso y nunca más vuelve a cantar.</span></div>
</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
El triunfo es tan efímero, que siempre nos parece demasiado el esfuerzo empeñado en conseguirlo. Por eso el triunfo, casi siempre, produce frustración. El eco de los aplausos se desvanece demasiado pronto y sólo deja ensordecimiento, cansancio, hambre de algo más <span style="text-indent: 1cm;">sustancioso</span><span style="text-indent: 1cm;">.</span></div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Renunciar a un evento en la vida; más aún, a un proyecto de vida, por «miedo de no alcanzar el triunfo», es el extremo opuesto de desfallecer a mitad del camino. Quien renuncia antes de iniciar, se reclamará siempre no haber dado siquiera el primer paso; mientras quien se detiene a la orilla del camino tiene al menos la satisfacción de mirar lo recorrido y una oportunidad de acopiar fuerzas para seguir. Incluso quien se equivoca en una encrucijada, lleva consigo el bagaje de lo conseguido y la expectativa de alcanzar un destino nuevo. Pero quien se queda en casa, ¿a dónde llegará? </div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_eAO0rE09gNlTeqNPSrJ7xuOzgFVsHWNxduiYXAqZH2YMK8ikXVQ5jeHIIsQyRsYXvBOS1c7hmJJrNie_tE-ZthcKDHz3t_Ep_Je3hAKs3AQpmzxTSt2RZTa-8JIys0L6nkJiHna_t6be/s600/87761356.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="133" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_eAO0rE09gNlTeqNPSrJ7xuOzgFVsHWNxduiYXAqZH2YMK8ikXVQ5jeHIIsQyRsYXvBOS1c7hmJJrNie_tE-ZthcKDHz3t_Ep_Je3hAKs3AQpmzxTSt2RZTa-8JIys0L6nkJiHna_t6be/s200/87761356.jpg" width="200" /></a><span style="text-indent: 1cm;">Lo que estimula al maratonista no son los aplausos de los mirones ni los puestos de asistencia cada tanto, sino la certeza de que hay una meta; no para «llegar» a ella sino <i>para dejarla atrás.</i> No le importa cuántas pendientes o curvas tenga la ruta, sino que <i>después </i>de </span><span style="text-indent: 1cm;">42 mil 195 metros, están la satisfacción de completar la faena, de vencer las propias limitaciones, está el descanso. </span><span style="text-indent: 1cm;">Para el maratonista,</span><span style="text-indent: 1cm;"> </span><span style="text-indent: 1cm;">el aplauso y la medalla son sólo </span><span style="text-indent: 1cm;">añadidura</span><span style="text-indent: 1cm;">...</span><span style="text-indent: 1cm;"> Aquí, la palabra importante es <span style="font-size: x-small;">META</span>. Viene de la palabra griega que significa ‘más allá’. </span></div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
El triunfo es<span style="text-indent: 1cm;"> una golosina, alimento que se digiere pronto y nos deja hambrientos; sólo sacia un instante, y muchas veces desilusiona</span><span style="text-indent: 1cm;">. El premio en el maratón de la vida está «más allá» de la carrera misma. É<span style="font-size: x-small;">XITO</span> viene de la palabra latina que significa ‘salir’, y si lo vemos bien, cruzar la meta es dejar atrás la competencia, la fatiga, el afán, para reponerse y, cuando sea el momento, emprender una nueva carrera. Es </span><span style="text-indent: 1cm;">dejar atrás una versión de sí mismo más temerosa, ignorante, débil, deseando llegar más valiente, sabio y fuerte a la siguiente prueba.</span></div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Y lo mismo que del maratonista, puede decirse de cualquier elección de vida. El verdadero artista, profesional, religioso o militar, no elige serlo por cuántos lo admirarán, por los contrincantes que espera dejar atrás en la «carrera artística», la «carrera universitaria», la «carrera religiosa» o la «carrera de las armas»; ni por <span style="text-indent: 1cm;">el título, las vestimentas o el sueldo que, se supone, su «carrera» le merecerá cuando «termine», cuando «llegue», cuando «la haga».</span></div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
El artista, profesional, religioso o militar exitosos no dependen de los aplausos, de quién pisoteen, de un papel ni una ceremonia. La persona exitosa lo es, porque la empuja una sed profunda y constante de comunicar mejor, de saber más, servir más, poder más, que no depende de la lisonja u opinión ajenas, sino de la íntima satisfacción que da vencerse a sí mismo.</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
La persona exitosa es una persona contenta, mas no conforme. Alegre, pero no ingenua. Sabe lo que quiere y lo secciona en metas alcanzables según su real fuerza y capacidad; se ejercita para superar la meta siguiente; descansa un momento en el gozo de lo conseguido, y va por la próxima etapa.</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Quien se conforma con el triunfo, se amarga y decepciona de sí mismo después de unos pocos contratiempos, los que él llama ‘fracasos’. Empeña alma y vida en una meta inalcanzable, sin considerar sus límites ni el esfuerzo, para terminar pronto derrotado.</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Aquí viene otra palabra importante: <span style="font-size: x-small;">PERSONA</span>. Ésta, en latín, significa «máscara». El cazador de triunfos es adicto de lo que otros vean en él, a que «re-conozcan» su persona, mientras que el exitoso pasa desapercibido para muchos: no los necesita para saber quién<i> es.</i> El triunfo es un aliciente para las apariencias; el éxito, un efecto secundario de la trascendencia.</div>
<div class="blogger-post-footer"><p></p><p></p><em>Lee estos artículos con un formato más amigable al ojo en <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/">Blogger</a>. También hay vínculos a mis </em>blogs<em> de personal interés, depósito de imágenes, histórico musical y otras cosas más.</em></div>Tlahtopilhttp://www.blogger.com/profile/08097940969097541621noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8955563367492514911.post-10316719141440961022013-05-21T00:00:00.000-05:002013-05-21T21:07:25.366-05:00Un solo paso, un solo corazón<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
<div style="color: #660000; text-align: center;">
<span style="font-size: small;"><br /></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Las prácticas de orden cerrado son esenciales para la formación del pentathleta, pues contribuyen a los aspectos espiritual, intelectual, corporal y material. No están en nuestro método de instrucción sólo para «vernos bonitos» en los desfiles ni para hacerle la vida imposible a los muchachos. Conforme los individuos adquieren el hábito de moverse a una sola voz, en un mismo paso, adquieren sentido de su responsabilidad individual en la tarea del grupo, al tiempo que una identificación recíproca, que es raíz del espíritu de cuerpo. </span></span><br />
<a name='more'></a></div>
<span style="font-size: small;">
</span>
<br />
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; text-align: justify;">
<div style="margin-left: 33%; text-align: left;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">«Se decidió que la autodisciplina fuera de carácter militar, ya que así se ejercita la
obediencia y el mando, mejora y hace más pronta la voluntad, templa nuestro carácter, orienta la agresividad. Así se imprime la seriedad y el estilo que nos distinguirán por la formalidad y responsabilidad en nuestros actos» <i>(Del Manual de Conocimientos Mínimos del PDMU, n. 508).</i></span></div>
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiefiVd3cRq3Z0gxtXY0Ku27XjSjQyQLdZIVU_xJ2sgb6tsne3EjtJS2NbgsLMHWS6C-7aADk2lAk_rtUqZv1_yqYWnOwIJtkEw2VnuVF-UBdAqV2QpbW2b5KVXUZQRlpbd8lTppujgEX__/s1600/Image5332.png" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="147" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiefiVd3cRq3Z0gxtXY0Ku27XjSjQyQLdZIVU_xJ2sgb6tsne3EjtJS2NbgsLMHWS6C-7aADk2lAk_rtUqZv1_yqYWnOwIJtkEw2VnuVF-UBdAqV2QpbW2b5KVXUZQRlpbd8lTppujgEX__/s200/Image5332.png" width="200" /></a></div>
<span style="font-size: small;">Es un hecho comprobado por la psicología que el oído influye en las funciones mentales y corporales. Por eso para estudiar se recomienda escuchar música barroca o neoclásica, y quienes gustan de escuchar ritmos frenéticos, frenéticamente piensan y actúan. Escuchar nuestro propio pulso nos permite controlar el ritmo cardiaco, e igual ocurre cuando se escucha atentamente la propia respiración.</span></div>
</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Ésta es una lección que aprendimos empíricamente cuando empezamos a correr como práctica cotidiana, y que reforzamos cuando nos hicimos de un reproductor portátil para escuchar música de ritmo bien marcado mientras ejercitamos. Quizá sin saberlo de manera consciente, aprendimos que al sincronizar la respiración y el trote en un ritmo sostenido, resistimos más tiempo, recorremos mayor distancia, tardamos más en llegar a la fatiga. Mismo propósito tienen los cantos y porras que entonamos en la marcha a paso redoblado o paso veloz: obligan a modular la cadencia y la respiración.</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Cuando los muchachos marchan correctamente a paso redoblado, clavando los talones, el sonido del taconeo es mucho más que una guía para conservar la cadencia: al cabo de pocos minutos, la respiración se modula según el ritmo del paso, y poco después ocurre lo mismo con el corazón. Una sección atenta al paso de cada uno de sus integrantes, no es un grupo de 33 elementos caminando: es un solo individuo infatigable, <span style="text-indent: 1cm;">poderoso</span><span style="text-indent: 1cm;">, avanzando </span><span style="text-indent: 1cm;">indetenible</span><span style="text-indent: 1cm;"> hacia un mismo destino, animado por 33 corazones que palpitan al unísono.</span></div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Pero no se trata de construir un autómata de 66 piernas. En modo alguno se pretende desaparecer la individualidad de cada uno de los muchachos; al contrario, el valor del individuo es <a href="http://tlahtopil.blogspot.mx/2012/02/ser-cadete-esencia-de-la-mistica.html">uno de los pilares de la formación pentathlónica</a>, y precisamente a lo que se apela con la práctica del orden cerrado como fin último <i>no</i> es a desindividuar ni a marchar sobre el mismo pie: es a construir el sentido de la responsabilidad personal en el avance del grupo; también, a volver consciente para cada cual su parte en la identidad colectiva. Marchar a un mismo paso, <span style="text-indent: 1cm;">respirar un mismo aliento, palpitar con un mismo latido, no debe ser una práctica impuesta desde arriba por el mando o el instructor, sino un deseo personal, un compromiso íntimo, engendrado por el amor fraterno</span><span style="text-indent: 1cm;">.</span></div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
La prestancia y exactitud para obedecer, así como el dominio de los giros, marchas y rompimientos del orden cerrado, son prerrequisitos indispensables para pasar a <a href="http://tlahtopil.blogspot.mx/2011/10/la-tentacion-del-activismo-tan-obvio.html">actividades de mayor exposición</a> y riesgo físico. No puede el instructor, no debe, arriesgar su pelotón en prácticas de orden disperso, sobrevivencia, escalada, tiro ni defensa personal, si no tiene seguridad absoluta de que cada uno de los integrantes es consciente del supremo valor de la obediencia, es perfectamente exacto en el cumplimiento de las órdenes y fraternalmente atento a la seguridad e integridad de sus compañeros. Quien no está siempre alerta a escuchar una orden de giro o rompimiento y ejecutarla correctamente en el ambiente controlado del cuartel, es imposible que comprenda y ejecute una orden de la que puede depender su vida cuando cuelga de una cuerda a diez metros del suelo. Quien no es capaz de controlar su cuerpo en las posiciones a pie firme y las marchas, difícilmente lo hará cuando tenga un arma en las manos o a un contrincante sometido.</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Si con el auxilio del oído y la vista, al escuchar el taconeo y ver el braceo de sus compañeros, el muchacho es incapaz de sincronizarse con el grupo y contribuir a la tarea común, ¿qué será en el monte, donde las prácticas obligan al sigilo y la invisibilidad? Si pierde el paso en los ensayos para el desfile, ¿evitará extraviarse cuando el pelotón se disperse en una práctica de campo? Si es incapaz de controlar la sed y el cansancio en las maniobras de cuartel, ¿resistirá en las prácticas de sobrevivencia?</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Y, mirando más allá de su paso por el PDMU, ¿<a href="http://tlahtopil.blogspot.mx/2012/07/la-mejor-propaganda-es-el-ejemplo.html">qué desempeño esperamos verle</a> en la universidad, en el trabajo y la familia, si no consiguió templar su carácter, someter la frustración, afinar la voluntad?</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Lo hemos dicho antes y de varias maneras: la finalidad del método y la instrucción pentathlónicos no es sólo «hacer»; no es un <a href="http://tlahtopil.blogspot.mx/2012/09/mucho-mas-que-un-pasatiempo.html">pasatiempo estéril</a>, una «terapia ocupacional». Cada práctica, cada aprendizaje, cada aptitud generada y cultivada en nuestros niños y jóvenes, tiene un propósito superior. El orden cerrado es quizá la parte más elemental, la más colectiva, la más vista y conocida del PDMU, y por eso mismo su dominio es condición indispensable para apuntar a las metas más altas, personales y abstractas en la formación. Sin la capacidad de obedecer y el consecuente talento de mandar; sin identificación con el grupo y sentido de responsabilidad, todo lo demás será esfuerzo inútil.</div>
<div class="blogger-post-footer"><p></p><p></p><em>Lee estos artículos con un formato más amigable al ojo en <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/">Blogger</a>. También hay vínculos a mis </em>blogs<em> de personal interés, depósito de imágenes, histórico musical y otras cosas más.</em></div>Tlahtopilhttp://www.blogger.com/profile/08097940969097541621noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8955563367492514911.post-56529137806701992262013-04-15T20:01:00.000-05:002013-10-16T10:51:52.516-05:00Cuando la ciudad estalló<div style="color: #660000; text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /></span><span style="font-size: small;">Fue un sonido sordo, como un camión descargando toneladas de piedra. El edificio se cimbró. Volvió a escucharse una, dos, no sé cuántas veces. Entonces la ciudad quedó en silencio. Toda la ciudad. Y luego comenzó la letanía de sirenas, y después timbró el teléfono. Así me enteré que el barrio de Analco había estallado: <a href="https://www.facebook.com/carlosvicente.castro">Carlos</a> preguntaba si estaba bien, porque según las noticias, todo el Centro estaba destruido. Esa mañana, Guadalajara perdió lo que le quedaba de inocencia. Yo perdí la ingenuidad. </span></span></div>
<a name='more'></a><div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="font-size: x-small;"><br /></span>
</span><br />
<div style="margin-left: 66%;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;">«¿Quién dijo que todo está perdido?</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;">Yo vengo a ofrecer mi corazón.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;">Tanta sangre que se llevó el río:</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;">yo vengo a ofrecer mi corazón...»</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;">Siguió el vértigo. Alicia, nuestra vecina y amiga de años, tenía una casa de huéspedes en la calle Gante. Fuimos a ver si habría inquilinos lesionados o muertos. Eran tantos los voluntarios, que no pudimos acercarnos en automóvil: escultas, pentas, adeístas, grupos de apostolado, rescatistas de la Cruz Roja, espontáneos como mi ex compañero <a href="https://www.facebook.com/agustin.partidadiazgarza">Agustín Partida</a>... Y eran incontables las máquinas que movilizaron las autoridades para «desaparecer» el desastre, empujando a la gente para abrirse paso.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnJ2hZAR6RwttPkfj2I8482-U-cnuHRmbGMegdioI4frbO8g3YoWhIu24b5nuxYKBLT1hcT282hleJhgSamO6Z_CMBwMs5Izuy2AKeDIzAz6vFcrj4YhEz1U4B8gNozdfBhe8A4RrQ2ZYG/s1600/2499900697_e951c5e34c_z.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="185" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnJ2hZAR6RwttPkfj2I8482-U-cnuHRmbGMegdioI4frbO8g3YoWhIu24b5nuxYKBLT1hcT282hleJhgSamO6Z_CMBwMs5Izuy2AKeDIzAz6vFcrj4YhEz1U4B8gNozdfBhe8A4RrQ2ZYG/s320/2499900697_e951c5e34c_z.jpg" width="320" /></a><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;">Un drenaje con seis metros de diámetro que corría bajo la calle, tan ancho como ella, se había saturado de hidrocarburos. Cuando estalló, fue como si las antiguas casas de Analco (uno de los cuatro barrios fundacionales de Guadalajara) hubieran sido pulverizadas en el mortero del Diablo: centenarias fincas de adobe y cantera convertidas en tierra. Las lágrimas que corrían por el rostro de los voluntarios –asombro, desesperación, impotencia– hacían surcos en el polvo blancuzco que se levantaba con cualquier movimiento y se les pegaba, y que se metía a los oídos, la nariz, la boca, y que olía a sangre y a aguas servidas.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;">Caminamos desde la Antigua Central Camionera. Las tapas de los registros en la calle Los Ángeles –electricidad, teléfono, drenaje– tenían un agujero en el centro; conforme nos acercábamos, estaban partidas por mitad; luego, no estaban: habían volado enteras. Encontramos al administrador de la casa en el taller que colindaba con el patio trasero. Estaba lívido, tenía la boca seca y los ojos desencajados: no sabía nada de su familia. Nos prestaron una escalera; la apoyamos en la barda y subimos para ver: igual que todas las fincas que daban a Gante, </span><span style="text-indent: 1cm;">el frente de la casa de Alicia,</span><span style="text-indent: 1cm;"> las habitaciones, el patio delantero, la cocina, estaban destruidos. El guayabo del patio de atrás estaba deshojado, </span><span style="text-indent: 1cm;"> </span><span style="text-indent: 1cm;">semidesarraigado y </span><span style="text-indent: 1cm;">torcido por la onda expansiva. Saltó adentro el administrador. Tembloroso, temeroso, movió algunas láminas, pedazos de pared, puertas y ventanas de hierro. Debajo de una de ellas, salió un cachorro gimoteando; hacía un par de días que lo había regalado a su hija. Algún policía o rescatista que trabajaba entre los escombros de la calle lo vio y lo obligó a salir. Él sólo decía «mi familia, quiero encontrar a mi familia». Recibí al perro y noté cómo se bamboleaba la pared cuando él tomó impulso para subir.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<div style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;">Era miércoles de Pascua; las escuelas estaban de vacaciones. Providencialmente, nadie murió en la casa de nuestra amiga. Pero sí en las otras. Los rescatistas, desesperados, impotentes, decían que todo estaba tan pulverizado que casi no encontraban a nadie vivo: la gente se asfixiaba bajo tierra o había sido despedazada por la explosión. Delataban que los policías los quitaban para abrir paso a la maquinaria pesada, y que vieron a un damnificado salir vivo milagrosamente, </span><span style="text-indent: 1cm;">agarrado a los dientes en la pala de </span><span style="text-indent: 1cm;">un trascabo, y que los numerosos camiones que salían llenos de escombro, también llevaban restos humanos: de personas destrozadas por la explosión o por las máquinas.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
</div>
<div style="margin-left: 20%;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;">«Luna de los pobres siempre abierta:</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;">yo vengo a ofrecer mi corazón.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;">Como un documento inalterable,</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;">yo vengo a ofrecer mi corazón...»</span><br />
<div>
<br /></div>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El día siguiente y las siguientes semanas, la ciudad vivió en el marasmo. Acusaciones, contraacusaciones, chivos expiatorios que reparaban al saberse señalados. La gente sabía que los responsables eran la petrolera estatal (P<span style="font-size: x-small; text-indent: 1cm;">EMEX</span><span style="font-size: small; text-indent: 1cm;">), el Gobierno del Estado y el Ayuntamiento. La desafortunada combinación de materiales en la ductería subterránea provocó que la gasolina se filtrara al agua potable y el drenaje. El sifón del drenaje principal de la ciudad, que permitió el paso de la Línea 2 del Tren Ligero, acumuló gases explosivos. Pero las autoridades rehuyeron desde el primer segundo la responsabilidad de los órdenes de gobierno: el jefe del Ejecutivo estatal y el alcalde rechazaron varias veces la recomendación de desalojar la zona que hicieron los bomberos en los días previos; quisieron desaparecer desde el primer momento cualquier huella del desastre, y en acuerdo con la empresa federal, acusaron a una industria local de ser el origen de la fuga. Esto les costó su destitución por orden del Presidente de la República, y nada más. Eso enojó a la sociedad. Mucho. Todos nos volvimos activistas. Más que la culpa de los causantes, nos enojó la insensibilidad y negligencia, la inhumanidad, de nuestras autoridades civiles.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhx1gG54igmO8PKM2nyx_rplyM1V-criNJlRhOEIxTui15tjTxguaOX1sjfkzWsSBSSubsz5Blb5KPFxq-tDkiktaocJ-l3sqearYpkamTevid4dULNvdmsCJHCpjdiuDQNqgT3mPpVMJX3/s1600/ynuyw.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; display: inline !important; float: right; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-indent: 1cm;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhx1gG54igmO8PKM2nyx_rplyM1V-criNJlRhOEIxTui15tjTxguaOX1sjfkzWsSBSSubsz5Blb5KPFxq-tDkiktaocJ-l3sqearYpkamTevid4dULNvdmsCJHCpjdiuDQNqgT3mPpVMJX3/s200/ynuyw.jpg" width="200" /></a></div>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="text-indent: 1cm;">Los damnificados y los indignados –de algún modo o de otro, todos los tapatíos éramos damnificados– encontramos nuestra expresión en el personaje «El Baboso», de Manuel Falcón, mofándose de las autoridades (juez y parte) que habían prometido un veredicto técnico y castigo legal a los responsables en 24 horas que, por supuesto, se volvieron años, hasta llegar al olvido. Encontramos voz en una canción que entonaban los troveros en cada manifestación del movimiento que reclamaba justicia, hasta volverla un himno: «</span><a href="http://www.youtube.com/watch?v=rvFapfu5dO8" style="text-indent: 1cm;">Yo vengo a ofrecer mi corazón</a><span style="text-indent: 1cm;">».</span></span></div>
<br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;">
</span></div>
<div style="margin-left: 20%;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;">«Y uniré las puntas de un mismo lazo,</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;">y me iré tranquilo, me iré despacio,</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;">y te daré todo y me darás algo,</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;">algo que me alivie un poco más...»</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Atamos lazos negros en los árboles de la Plaza de Armas al día siguiente de que los antimotines desalojaran a los damnificados que hacían plantón en reclamo de justicia: pedían cobertura médica para sus lesiones, muchas de ellas permanentes; indemnización por sus fincas, como la de Alicia, heredadas de generaciones atrás; los gastos funerarios de los fallecidos...</span></div>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Algunos perseveraron en la lucha política, otros en la lucha cultural contra la impunidad. Cuando el tema se estancó en un punto muerto, ya con otras autoridades y con otros líderes sociales, algunos nos abocamos a la cultura de la protección civil: juramos que nunca más un Miércoles Negro pondría de rodillas a nuestra ciudad.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;"><br /></span></div>
</div>
<div style="margin-left: 66%;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;">«Y hablo de países y de esperanzas,</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;">hablo por la vida, hablo por la nada;</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;">hablo de cambiar ésta, nuestra casa:</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;">de cambiarla por cambiar, nomás».</span><br />
<div style="text-align: right;">
<i><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;">Fito Páez</span></i></div>
</div>
<div class="blogger-post-footer"><p></p><p></p><em>Lee estos artículos con un formato más amigable al ojo en <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/">Blogger</a>. También hay vínculos a mis </em>blogs<em> de personal interés, depósito de imágenes, histórico musical y otras cosas más.</em></div>Tlahtopilhttp://www.blogger.com/profile/08097940969097541621noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8955563367492514911.post-15712831896748167182013-04-12T19:24:00.000-05:002013-04-17T09:12:02.388-05:00Cultura vial<div>
<div style="color: #660000; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-align: center;">
<span style="font-size: small;"><br /></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Tengo la fortuna de conocer en persona todos los modos de movilidad urbana, y las condiciones de ésta en mi Guadalajara igual que en otras ciudades de México. Sé qué es ser peatón, usuario de transporte público, ciclista, motociclista y automovilista; con sus ventajas e inconvenientes. Y afirmo tajantemente que todo lo bueno y lo malo de moverse en la ciudad, se resume en un solo concepto: ‘educación’. </span></span></div>
<div style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">
<span style="font-size: small;"></span><br /></div>
<a name='more'></a><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;"><br /></span></span>
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpqSaeC-QVp6cOPkBYhaBknYK9PwhHqVFk5frqr7-xYxj7QM_UBD49OFALCIAQuVCtyziMR-finM6w6NkZQQuGrlN-t9j8VFHFlVsuZhESOAJSC5DD_1-S-OEnQ7mFnsmj9qvihiqJyp_q/s1600/aogis.png" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="181" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpqSaeC-QVp6cOPkBYhaBknYK9PwhHqVFk5frqr7-xYxj7QM_UBD49OFALCIAQuVCtyziMR-finM6w6NkZQQuGrlN-t9j8VFHFlVsuZhESOAJSC5DD_1-S-OEnQ7mFnsmj9qvihiqJyp_q/s200/aogis.png" width="200" /></a><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;">Si por mí fuera, aún me desplazaría principalmente a pie, como lo hice desde la secundaria hasta la universidad: se tiene tiempo para reflexionar, se gana salud y paz mental; se puede analizar la solución a un pendiente de la escuela o el trabajo y, con algo de práctica, hasta leer un libro sin chocar con </span>otros ni atravesarse al tránsito vehicular... Para el peatón, nada es impersonal: todos los que se cruzan en su ruta tienen rostro e identidad, y la ciudad se le revela como un ente animado, humano, donde él es una célula que aporta vitalidad y participa de su organicidad.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;">Las distancias y las responsabilidades con hora fija me obligaron a subir a un vehículo; primero el autobús, luego la bicicleta. </span><span style="text-indent: 1cm;">Preferí </span><span style="text-indent: 1cm;">el ciclismo urbano porque, </span><span style="text-indent: 1cm;">salvo eso de leer,</span><span style="text-indent: 1cm;"> </span><span style="text-indent: 1cm;">ofrece todas las ventajas de andar a pie, más las del ahorro en tiempo, la capacidad de recorrer distancias mayores con el mismo esfuerzo y de llevar cargas mayores con menos fatiga (como la despensa semanal o el niño de preescolar en su asiento de seguridad).</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pero la «movilidad no motorizada», como se le llama hoy, tiene bemoles muy serios: en ciudades cada vez más vocacionadas al trasporte motorizado, <span style="text-indent: 1cm;">la </span><span style="text-indent: 1cm;">construcción</span><span style="text-indent: 1cm;"> o </span><span style="text-indent: 1cm;">el mantenimiento de aceras y ciclovías (cuando existen) cede prioridad a las vialidades para automóviles; los puentes peatonales se construyen más para abonar al tránsito automotor que para garantizar la seguridad o la usabilidad del peatón / ciclista; el urbanita «de propulsión humana» enfrenta a diario la falta de respeto de los motorizados, quienes emplean la masa de su vehículo como argumento de fuerza, y su prisa personal como pretexto para obviar </span><span style="text-indent: 1cm;">la mínima cortesía, </span><span style="text-indent: 1cm;">no se diga el respeto al reglamento. Y, hablando honestamente, tampoco es común que el peatón / ciclista respete su lugar en la vía ni se desplace con precaución o amabilidad.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El transporte público, por su parte, ahorra la fatiga de desplazarse con el propio cuerpo y, se viaje de pie o sentado, deja la mente libre para meditar en la inmortalidad del cangrejo. Más rápido que la bicicleta (en teoría) y con el argumento de su masa por delante, al menos ofrece la seguridad de llegar a destino (en la mayoría de ocasiones). Pero <span style="text-indent: 1cm;">el servicio en general se percibe caro, comparado con su calidad y con el ingreso </span><span style="text-indent: 1cm;">familiar </span><span style="text-indent: 1cm;">promedio. E</span><span style="text-indent: 1cm;">n el estado actual de las redes, no es</span><span style="text-indent: 1cm;"> confiable </span><span style="text-indent: 1cm;">la hora de paso por la parada de ascenso ni la de bajada; tampoco que haya lugar, que el chofer se detenga donde se le solicita, ni que conduzca con seguridad o respeto. Ni siquiera los autobuses articulados, trenes ligeros y metros son infalibles, a pesar de seguir un modelo de «país desarrollado»; sencillamente, porque no vivimos en uno.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En el caso de la motocicleta urbana con dos ruedas (100 a 250 cc), suma a la maniobrabilidad de la bicicleta la velocidad del automóvil, pero con un ahorro de combustible y de tensión nerviosa digno de considerar. Su espacio vial <span style="text-indent: 1cm;">mínimo </span><span style="text-indent: 1cm;">y buena capacidad de aceleración </span><span style="text-indent: 1cm;">le permiten circular de manera más fluida que los otros dos vehículos, pero también exponen al conductor a mayores riesgos de accidente, sobre todo si conduce sin equipo de seguridad, precaución ni respeto a la normativa.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Del automóvil particular, sea de pasajeros o de carga, sólo pueden afirmarse como ventajas que quienes viajan en la cabina no se mojan durante las lluvias, y que la mayoría de nuestras ciudades está adaptada a él. Pero esto último no implica que sea un medio eficiente. El enfoque de incrementar el ancho y cantidad de vialidades para contener el aforo, no basta para conseguir agilidad ni seguridad. Sin redes de semáforos, mantenimiento acucioso de la superficie de rodamiento, cuidado constante del estado mecánico y respeto a las normas, el incremento de infraestructura sólo deviene en mayor probabilidad de percances, tanto con otros automóviles, como con peatones y vehículos livianos, que quedan más expuestos conforme las vías se vuelven hostiles a ellos. Además, conforme uno se habitúa a la protección física y psicológica de una carrocería, deja de ver a los demás como personas, como individuos, y comienza a percibir<span style="text-indent: 1cm;">los </span><span style="text-indent: 1cm;">como obstáculos que deben ser abatidos.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En resumen: educación</span></b><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyY8i_j4Y9F5EipFWV_-ZXuNUVLIjDrq3B7Tx81sFctu1fRN8ZGc0LIyxQ-vD0VIxr-AD8HWecy9Wdr5RgY-O2QwlA_xL0rpnLGnm3qb9-EHomHFIEgbSD8Uy1O8Wrjup8InGn8X7KXOTd/s1600/BFLml7MCIAACOXE%5B1%5D.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyY8i_j4Y9F5EipFWV_-ZXuNUVLIjDrq3B7Tx81sFctu1fRN8ZGc0LIyxQ-vD0VIxr-AD8HWecy9Wdr5RgY-O2QwlA_xL0rpnLGnm3qb9-EHomHFIEgbSD8Uy1O8Wrjup8InGn8X7KXOTd/s320/BFLml7MCIAACOXE%5B1%5D.jpg" width="224" /></a></div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="text-indent: 1cm;">Para cada inconveniente en cada modo de movilidad –excepto los meteorológicos–, ese ente abstracto, difuso y presupuesto que llamamos <span style="font-size: x-small;">CULTURA VIAL</span>, </span><span style="text-indent: 1cm;">ofrece una solución</span><span style="text-indent: 1cm;">. </span><span style="text-indent: 1cm;">Básicamente, las leyes y reglamentos viales de todo México son un ordenamiento bienintencionado de las reglas de cortesía, conceptos de sentido común y premisas de seguridad que deberíamos conocer y practicar si fuéramos peatones, ciclistas, motociclistas o automovilistas «bien educados» y tuviéramos el cerebro bien oxigenado. Ceder el paso a los impedidos, las damas y los mayores; dejar el lado de la pared (en el caso del tránsito, la derecha) a quien tiene menos capacidad de responder a una emergencia; circular por el lado derecho de la vía, etcétera, son premisas que –se supone– nuestros progenitores nos inculcaron en la niñez: no debería ser necesario que esto se plasme en letra de molde, lo sancione el Poder Legislativo ni se pague a un montón de uniformados para vigilar su cumplimiento.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">‘Manejar’ significa mucho más que mover el volante / manubrio y hacer cambios de velocidades. Pero tampoco es una ciencia oculta. A partir de mi experiencia, la cultura vial puede condensarse en un puñado de conceptos –me parece– bastante sencillos de comprender:</span></div>
<ol>
<li style="text-align: justify;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><i style="font-style: italic; text-indent: 1cm;"><span style="font-style: normal; text-indent: 1cm;"><i>Todos somos iguales: nacimos peatones.</i></span><span style="font-style: normal; text-indent: 1cm;"> Nadie salió del vientre de su madre conduciendo un vehículo; Dios nos dio piernas, no ruedas. Según el principio universal «no hagas a otro lo que no quieras para ti», como automovilistas / motociclistas recordemos al pasar sobre un charco junto a la parada del camión, cerrarle el paso a una bicicleta o adelantarnos a la señora con carreola que quiere cruzar frente a nosotros, que algún día nos veremos en ese mismo lugar y situación. Ceder el paso y proteger a quien tiene menos masa y volumen, no es solamente signo de buena educación ni sólo un «seguro kármico», también es la mejor manera de evitar a los abogados.</span></i></span></li>
<li style="text-align: justify;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><i style="font-style: italic; text-indent: 1cm;">En la vía seguimos siendo iguales: </i><span style="text-indent: 1cm;"><i style="font-style: italic;">todos tenemos el manubrio / volante a un brazo de distancia. </i>Y es muy fácil terminar incrustándoselo en el cuerpo o salir volando sobre él, desde la bicicleta de panadero hasta el tractocamión con doble remolque. Si recuerdo siempre que el de al lado es tan humano como yo, no importa cuánto metal y vidrio nos separe, es más sencillo imaginarme en su asiento y anticipar las consecuencias de un accidente entre nosotros.</span></span></li>
<li style="text-align: justify;"><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;">Los accidentes suceden cuando dos personas se ap*ndejan al mismo tiempo y en el mismo lugar.</i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;"> Sólo se debe quitar la vista de la vía para atisbar los retrovisores. No se debe aislar el oído de lo que ocurre alrededor. Tampoco, ocupar las manos en algo distinto del volante / manubrio y la palanca de velocidades. Porque el de al lado, enfrente o atrás podría estar haciendo en ese momento la misma p*ndejada que yo. Sí, todo esto tiene qué ver con los celulares, las pantallas de video en el tablero, el maquillaje, la comida, los superamplificadores de sonido o los audífonos a todo volumen; los niños que parecen burros sin mecate en el asiento de atrás y los tórtolos que ponen más atención al cachondeo que al camino. </span></li>
<li style="text-align: justify;"><i style="text-indent: 1cm;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><i>Manejar a la defensiva, actuar con determinación.</i><span style="font-style: normal;"> Es un corolario del punto anterior. Sólo hay algo en lo que el ser humano carece de límites: la estupidez. Sea distracción, ignorancia, indecisión, prepotencia, incapacidad mental o una combinación de éstas, cualquier conductor o peatón –incluso uno mismo– puede ser víctima repentina de este mal. La única manera de evitar que la estupidez ajena me afecte, es saber que ciertamente sucederá, reaccionar con inteligencia cuando suceda y maniobrar decididamente. Aunque no sea la maniobra más adecuada, nuestra actitud pondrá en alerta al aquejado y los demás conductores cercanos.</span></span></i></li>
<li style="text-align: justify;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><i style="text-indent: 1cm;">Mantenerse en estado de alerta y apto para reaccionar.</i><span style="text-indent: 1cm;"> Si tiene uno alcohol, drogas o medicamentos en la sangre; si sufre fatiga, distracciones, sueño, preocupaciones o tensión, es mejor tomar el transporte público. Pero no se trata sólo de estar atento al entorno, sino también de tener un entrenamiento mínimo en maniobras de emergencia: frenar, rebasar, esquivar, derrapar controladamente, frenar con motor, rodar sobre agua, con una llanta vacía...</span></span></li>
<li style="text-align: justify;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><i style="text-indent: 1cm;">Prevenir.</i><span style="text-indent: 1cm;"> Mantener el vehículo en estado mecánico óptimo, incluidas las ruedas, le permite responder mejor a una situación de emergencia, además de evitar una descompostura que obstruya la vía y derive en accidentes con otros vehículos. Mantener afinado el motor y los fluidos en el nivel correcto (incluido el aire de la llanta de refacción) es una de las maneras más económicas de hacerlo. Llevar la herramienta mínima para atender una falla común (bidón con agua y otro vacío para gasolina; pasacorriente, fusibles, gato, llave de cruz y reflejantes; parches en el caso de los ciclistas / motociclistas) disminuye la exposición a accidentes y abrevia el tiempo necesario para volver a rodar.</span></span></li>
<li style="text-align: justify;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><i style="text-indent: 1cm;">Seguridad.</i><span style="text-indent: 1cm;"> El cinturón del automóvil, el casco para el ciclista / motociclista y un mínimo de atención al entorno para el peatón / pasajero de autobús, así como las luces frontal, direccionales, intermitentes y de freno para los vehículos motorizados, o conocer las señales manuales para el ciclista, no son accesorios prescindibles sino seguros de sobrevivencia.</span></span></li>
<li style="text-align: justify;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="text-indent: 1cm;"><span style="text-indent: 1cm;"><span style="font-style: normal; text-indent: 1cm;"><i>«Despacio, que voy de prisa».</i></span><span style="font-style: normal; text-indent: 1cm;"> </span>A veces, la mejor manera de seguir avanzando es detenerse un momento. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;">Dejar que se muevan quienes están obstruyendo un cruce, <span style="text-indent: 1cm;">ayuda más a deshacer el congestionamiento</span> que engarzarse entre ellos,</span><span style="text-indent: 1cm;"> pegarse del claxon, subir al camellón o la banqueta</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;">. En vez de pitar las cinco notas al que se ap*ndeja y ofuscarlo más, es preferible sonreír aunque sea de dientes pafuera, dejar que se relaje y, literalmente, «se meta al carril». En vez de arrancar como en <i>Rápido y furioso <span style="font-style: normal;">cuando se pone el verde,</span> </i>para atrancarse en el rojo de la siguiente esquina (con el riesgo de arrollar a un ciclista / peatón o chocar con otro automóvil / motocicleta), es preferible hacerlo con suavidad y llegar cuando ya hay paso.</span></span></span></li>
<li style="text-align: justify;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="text-indent: 1cm;"><i>Las reglas son para ir derecho.</i> Respetar la prelación de paso, el cruce peatonal, el semáforo, los señalamientos y al agente vial; mantenerse en el carril que corresponde a nuestro modo de movilidad y evitar las vías desaconsejadas para éste, sea uno conductor o peatón, disminuyen las posibilidades de accidentarse e incrementan la agilidad del tránsito. ¿Por qué? No es por el miedo a las multas o las «mordidas», sino porque se supone que todos circulamos siguiendo los mismos criterios. La vía no es lugar para espíritus revolucionarios ni anarquistas; más pronto que tarde, el tránsito los arrastra o los aplasta.</span></span></li>
<li style="text-align: justify;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="text-indent: 1cm;"><i>Informarse. </i>Antes de manejar en otra ciudad o estado, conviene buscar en Internet su Ley o Reglamento de Vialidad (Jalisco tiene ambos) y buscar los detalles finos que suelen ser causa común de abusos entre los agentes viales: tolerancia sobre y debajo de las velocidades marcadas, causas de infracción o de retiro de vehículo, velocidad en vías donde no está señalada, sentido de circulación para los ciclistas cuando no hay ciclovía, carriles permitidos para las motocicletas según su cilindrada, para vehículos pesados y </span><span style="text-indent: 1cm;">de tracción animal, con sus horarios.</span></span></li>
</ol>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>Lo cortés no quita lo cuauhtémoc</b></span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Sí, lo sabemos: <i>yo</i> soy el mejor en la vía; <i>todos </i>son unos p*ndejos. Que los demás se eduquen, yo ya lo sé <i>todo.</i> Tus preocupaciones no son mías, ni tus problemas. Y mientras me mantenga en esa actitud, continuaré siendo un foco de conflictos y riesgos, no sólo viales, sino en todas las dimensiones de mi vida.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Nuestra manera de movilizarnos es una proyección de nuestra manera de ser, y si bien la gente no cambia, sí puede modificar cómo reacciona. Puedo ser un peatón o ciclista víctima hasta la muerte (que puede llegar muy pronto), usando mi «indefensión» como pretexto para atravesarme a los vehículos motorizados por donde y cuando se me hinche la gana, o puedo respetar mis vías, lugares de cruce y las preferencias de paso para cada cual. Puedo ser un conductor motorizado histérico y arbitrario, también; como motociclista, puedo seguir jugando «ruleta rusa» en las aceras, entre carriles y vías rápidas hasta que arruine la vida de alguien o la propia. O puedo respirar profundo y disfrutar el paisaje, darme cuenta que lo que está en mi retrovisor, o parado en la esquina esperando la luz verde, es otro ser humano quizá con problemas más grandes que los míos. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-indent: 1cm;">Ingaos, somos mexicanos; sabemos por instinto que «lo cortés no quita lo cuauhtémoc».</span></div>
<div class="blogger-post-footer"><p></p><p></p><em>Lee estos artículos con un formato más amigable al ojo en <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/">Blogger</a>. También hay vínculos a mis </em>blogs<em> de personal interés, depósito de imágenes, histórico musical y otras cosas más.</em></div>Tlahtopilhttp://www.blogger.com/profile/08097940969097541621noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8955563367492514911.post-378467153175517812013-02-08T10:07:00.000-06:002013-02-08T10:07:06.524-06:00Los fotógrafos<div style="color: #660000; text-align: center;">
<span style="background-color: white;"><br /></span>
<span style="background-color: white; font-family: Verdana, sans-serif;">No hay mejor poeta que un fotógrafo. De la misma manera, los mejores fotógrafos no pueden ser sino poetas. No desconozco que los medios empleados por uno y otro no son sólo distintos sino antagónicos, pero sostengo mi postura. Porque el mejor poeta y el mejor fotógrafo comulgan con el mismo ideal: encontrar lo sublime en –o a través de– lo cotidiano. </span></div>
<a name='more'></a><div style="text-align: justify;">
<div style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">
<div style="text-align: right;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-size: x-small;"><i><br />A don <a href="https://www.facebook.com/JorgeCortesMx">Jorge Cortés</a>.</i></span></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-size: x-small;"><br /></span></span></div>
</div>
<span style="background-color: white; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Ambos cuentan con el mismo barro para confeccionar su obra suprema; ambos buscan –por decirlo de otro modo– la epifanía de un mismo fenómeno: la vida humana.</span></div>
<div font-family:="" georgia="" new="" roman="" serif="" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;" times="">
<span style="background-color: white; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Un ejemplo: cualquier azotea con crepúsculo y golondrinas, con haces de luz intercalados entre las nubes; una botella de buen vino y una mujer, pueden contener instantes irrepetibles, poseedores de tal fuerza estética que avasallan... Pero es necesario, imprescindible, que alguien lo presencie. </span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="background-color: white; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Envidio al fotógrafo porque puede levantar la cámara, ajustar el lente y así nomás, con un botón, fijar el instante. Pero admiro al poeta porque esa azotea, esa mujer; las golondrinas y los haces de luz, pueden ser inalienablemente suyos.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="background-color: white; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Sin embargo, ambos me causan lástima. Uno, porque deja de vivir la escena por captarla en la película; el otro, porque será doloroso descubrir que, al fin y al cabo, hay revelaciones personales, confidencialísimas, que se niegan a la tinta y el papel.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="background-color: white; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Prefiero al poeta. Quizá porque tengo tendencias masoquistas, o porque, también afecto a la palabra, es más natural la simpatía. Pero no dejo de admirar al fotógrafo, porque tiene su vista adiestrada a detectar la belleza en las imágenes cotidianas. Por esto no me extrañó descubrir que Juan Rulfo era tan buen fotógrafo, ni que sus relatos sean irremediablemente poéticos: le fue dada la gracia de resolver y asumir esa dicotomía intrínseca que aqueja a quienes acechan lo sublime en lo cotidiano, quizá porque supo escapar del poema o porque centró su vida en otros objetivos; quizá –es lo más probable– porque supo establecer una dilatada y prudente distancia entre el artista de la cámara y el de la palabra.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="background-color: white; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Lo interesante es que supo atrapar la belleza en sus fotografías lo mismo que con el lenguaje verbal –dos maneras de su grito apacible, casi susurro; deseo del silencio–, y más aún, que nadie ha sabido hasta hoy –al menos, que a mi vez yo lo sepa– de algún conflicto psicológico entre el fotógrafo y el escritor... Lo que demuestra, a fin de cuentas, que uno y otro cuentan con la misma argamasa para moldear sus obras, igual que Dios extrajo del caos al Universo, y del universo a "su imagen y semejanza".</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="background-color: white; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Por mi parte, es imposible describir cuánto deseo tener una cámara en las manos para aprehender el crepúsculo de este parque donde hoy escribo.</span><br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTgNTsmMHoOTkyrRAT99jbMVS960L1ELduec4FzW61VmQ6_eLvAHdhrUfUukAQ_3L2MWcdXVsiufu1A2iQtmDVU9PXYtB1W7IeocaeEBCT7MEUE0ZVyzaQabtGr0DZUsCSVFvDQL6eq07T/s1600/sigillos.png" style="clear: right; float: right; font-family: Verdana, sans-serif; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: left; text-indent: 0px;"><img border="0" height="66" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTgNTsmMHoOTkyrRAT99jbMVS960L1ELduec4FzW61VmQ6_eLvAHdhrUfUukAQ_3L2MWcdXVsiufu1A2iQtmDVU9PXYtB1W7IeocaeEBCT7MEUE0ZVyzaQabtGr0DZUsCSVFvDQL6eq07T/s200/sigillos.png" width="66" /></a><span style="background-color: white;"><br style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: 13px; line-height: 20.796875px;" /></span><br />
<div style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: 13px; line-height: 20.796875px; text-align: right;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: xx-small;"><i><br /></i></span></span></span></div>
<div style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: 13px; line-height: 20.796875px; text-align: right;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: xx-small;"><i>De la columna «<a href="http://tlahtopil.net63.net/schriftung/el_diario_mundo.pdf" style="color: #999999; text-decoration: initial;" target="_blank">El Diario Mundo</a>», 1998.</i></span></span></span></div>
</div>
<div class="blogger-post-footer"><p></p><p></p><em>Lee estos artículos con un formato más amigable al ojo en <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/">Blogger</a>. También hay vínculos a mis </em>blogs<em> de personal interés, depósito de imágenes, histórico musical y otras cosas más.</em></div>Tlahtopilhttp://www.blogger.com/profile/08097940969097541621noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8955563367492514911.post-65914749371701386872012-12-01T00:00:00.000-06:002012-12-03T19:39:03.039-06:00Un marciano en la frontera<div style="color: #660000; text-align: center;">
<br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Conocí a Juan Carlos en la preparatoria; fue mi maestro de teatro. Sin embargo, nadie lo conocía por su nombre; para todos era «El Marciano», y estaba tan orgulloso de su apodo como de su ideología: entonces era el defensor del socialismo más encarnizado que haya producido jamás un colegio religioso; siempre llevaba en su mochila <i>El capital</i> de Karl Marx, y tenía a la mano una cita para zanjar cualquier discusión... </span></div>
<a name='more'></a><div style="text-align: right;">
<i><span style="font-size: x-small;"><br /></span></i></div>
<div style="text-align: right;">
<i><span style="font-size: x-small;">Al RP <a href="https://www.facebook.com/josejuan.cervantes.7">José Juan Cervantes</a>, MSC.</span></i></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">...Comenzaron a llamarlo «El Marciano» en la secundaria; nadie sabe si por feo o por extravagante. Hasta los religiosos del colegio le decían así, y su certificado fue expedido a nombre de «Juan Carlos Marciano». Esto costó a los Hermanos una visita memorable de doña Marisa, su mamá, quien amenazó con demandarlos y hasta acusarlos con sus superiores por lo que le pareció una burla imperdonable, cosa que a él tenía sin el menor cuidado.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Doña Marisa y Juan Carlos vivían solos, en un hogar muy cristiano pero también muy respetuoso de la libertad y la responsabilidad personal. Las únicas exigencias que tuvo él hasta cumplir 18, fueron sus deberes hacia Dios y con la escuela. Para que la educación de su único hijo no tuviera tropiezos morales ni descuidara la formación espiritual, lo inscribió siempre en colegios religiosos, inclusive la preparatoria: esa misma a la que yo ingresé un año después que él terminó.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Durante el bachillerato, Juan Carlos fue el primer promotor de su apodo, al sumar las singularidades de la adolescencia a las de su carácter. Aprovechó cada oportunidad de hacerse ver, y fue gracias a su excentricidad que el Grupo de Apostolado se convirtió en una alternativa popular entre los estudiantes, volviéndose su principal motor, promotor y actor, opacando inclusive al Hermano responsable del acompañamiento.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Fue tanto el ímpetu que imprimió «El Marciano» al grupo, que su energía alcanzó a sentirse en varias generaciones, la mía entre ellas. Sin embargo, cuando yo lo conocí ya no era el evangelizador entusiasta que contagiaba entre los adolescentes esa urgencia de llevar la Palabra y la misericordia de Dios hasta las colonias más necesitadas. Se había convertido en un ideólogo del socialismo, más deseoso de emprender cambios instantáneos en el mundo que de contribuir en la transformación perdurable de los corazones, y los religiosos que amorosamente lo habían invitado como profesor para que aportara su vitalidad y experiencia de fe, ahora lo miraban con recelo.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y es que al cumplir la mayoría de edad, «El Marciano» decidió estudiar artes en la universidad pública, que –como era común– estaba empapada de ideología izquierdista. Deslumbrado por la promesa de resultados instantáneos mediante la «lucha de clases» y la «acción social directa», cambió la esperanza en el advenimiento del Reino por la militancia en favor de «la dictadura del proletariado»; el apostolado por la propaganda; el Evangelio por <i>El capital,</i> y a Cristo por Karl Marx.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Nuestra generación, sobre todo quienes asistíamos a la clase de teatro con «El Marciano» socialista y estuvimos en el Grupo de Apostolado que había reavivado «El Marciano» evangelizador, experimentamos la paradoja de alimentar nuestra vida espiritual gracias a la inercia que él dejó, mientras escuchábamos de su misma boca ataques continuos a la esperanza cristiana. Esto le provocó conflictos con los Hermanos; entre los profesores que simpatizaban con la izquierda y los que la condenaban... Y entre nosotros, sus admiradores más que sus alumnos.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Por las mismas burlas de «El Marciano» supimos que doña Marisa sufría mucho por esto, pero oraba aún más, pidiendo a Dios que su hijo volviera al camino correcto. La fuerza de su oración debió ser grande, pues un día cualquiera llegó a dar la clase una compañera de Juan Carlos: «El Marciano» había dejado todo de repente, yéndose a meditar Dios sabe dónde. Llamamos a su casa y su mamá nos contó cómo tiró él todos sus libros y cuadernos, regaló los carteles que tenía en las paredes, echó algo de ropa en una mochila y salió de casa, sin decir a dónde ni cuándo volvería.</span></div>
<br />
***
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Eran los últimos meses de la preparatoria para mí. Los Hermanos habían dejado la escuela en manos laicas hacía mucho tiempo; el Grupo de Apostolado y el Taller de Teatro eran recuerdos: estábamos muy ocupados en mejorar el promedio para entrar a la universidad sin contratiempos.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y llegó la llamada que nadie esperaba: doña Marisa nos estaba citando para el siguiente fin de semana en un café; ahí estaría «El Marciano». Pero en ese lugar y hora nos recibió el Hermano Juan Carlos, aún desacostumbrado al sonido de su propia voz, después de un año en voto de silencio. Igual de feo que antes, con una barba trasquilada que no le hacía ningún favor, pero mucho más sereno.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Nos contó del tiempo que estuvo desaparecido, cómo vagó por el país trabajando en lo que fuera cuando se quedaba sin dinero para seguir, conociendo la realidad humana y espiritual de los pueblos que tocó su camino pero, sobre todo, de los migrantes que buscaban la frontera norte, siendo uno con ellos en las penurias del camino, lejos de los seres amados y sin auxilio de ninguna clase, ni siquiera espiritual.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Descubrió que la lucha de clases no daría solución jamás a la miseria que produce esta soledad humana; tampoco un anuncio del Evangelio cándido como el de la adolescencia: sintió el llamado a predicar el amor de Dios mediante una vida consagrada en su totalidad a transmitirlo, de manera actuante y comprometida.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Por fin, encontró una orden religiosa que satisfizo sus inquietudes; acababa de concluir su año de silencio y había profesado votos perpetuos. Nos reunió para pedirnos perdón por ser piedra de tropiezo cuando tuvo autoridad sobre nosotros, sus antiguos alumnos o admiradores.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En adelante, fue «El Hermano Marciano» para los viejos amigos; para los nuevos, en los refugios de la frontera, «El Hermano Juan Carlos», el que recibía a los trashumantes con el primer abrazo de amor en meses o semanas lejos de la familia, un cambio de ropa limpia, un baño caliente y un lecho digno para descansar.</span></div>
<br />
***
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Me alegró mucho la llamada que recibí, varios años después, desde un punto indefinido al otro lado de la frontera: era el Diácono Juan Carlos, acompañando a un grupo de ilegales como «observador de derechos humanos» y sufriendo amorosamente los mismos peligros que ellos: el tráfico de personas, los animales del desierto, la cárcel y la deportación. Habló para avisarme que se había ordenado «de este lado» el día anterior, «con las sandalias puestas y el bastón en la mano», y para pedir que pasara la noticia a los amigos y a su mamá, sin darle detalles de lo que hacía para no preocuparla.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Al año siguiente, me enteré que el –ahora– RP Juan Carlos nos visitaría pronto, pero nunca pudimos reunirnos ya con «El Padre Marciano»: lo último que supe de nuestro amigo y modelo de la adolescencia, es que se le perdió la pista en el Desierto de Arizona, acompañando a un grupo más de indocumentados.</span></div>
<br />
<br />
<br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">ooOOOoo</span><br />
<br />
<br />
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
<b>Epílogo</b></div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
<br /></div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
Luego de publicar este relato testimonial-ficcional sobre un ángel de carne y hueso, nos escribe la prima de quien nos sirvió de modelo. Nos dice:</div>
<blockquote class="tr_bq" style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
Se ordenó sacerdote por ahí de 2005 y desde entonces se fue a Buenos Aires, Argentina. Eso después de haber pasado por la frontera con EEUU, Filipinas y no recuerdo cuantos países más. Ahora se encuentra en la Casa del Marino, ayudando a los marineros que llegan al puerto y a los migrantes; se encarga de enlazar a los migrantes con el gobierno. Trabaja mucho, dando cursos y teniendo reuniones con mucha gente.</blockquote>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
...Genio y figura.</div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTgNTsmMHoOTkyrRAT99jbMVS960L1ELduec4FzW61VmQ6_eLvAHdhrUfUukAQ_3L2MWcdXVsiufu1A2iQtmDVU9PXYtB1W7IeocaeEBCT7MEUE0ZVyzaQabtGr0DZUsCSVFvDQL6eq07T/s1600/sigillos.png" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="66" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTgNTsmMHoOTkyrRAT99jbMVS960L1ELduec4FzW61VmQ6_eLvAHdhrUfUukAQ_3L2MWcdXVsiufu1A2iQtmDVU9PXYtB1W7IeocaeEBCT7MEUE0ZVyzaQabtGr0DZUsCSVFvDQL6eq07T/s200/sigillos.png" width="66" /></a></div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
<br /></div>
<div style="color: black; font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
<div style="text-align: right;">
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
<br /></div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
<span style="font-size: x-small;"><i> </i> </span></div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
<span style="font-size: x-small;"><i>Para <a href="http://www.mariavision.com/">María † Visión</a>. Enero 27 de 2010</i></span><span style="font-size: x-small;">.</span></div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
<br /></div>
<br /></div>
</div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
<br /></div>
<div class="blogger-post-footer"><p></p><p></p><em>Lee estos artículos con un formato más amigable al ojo en <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/">Blogger</a>. También hay vínculos a mis </em>blogs<em> de personal interés, depósito de imágenes, histórico musical y otras cosas más.</em></div>Tlahtopilhttp://www.blogger.com/profile/08097940969097541621noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8955563367492514911.post-36174052882309309612012-10-19T16:00:00.000-05:002014-09-20T11:23:01.945-05:00El Pentathlón es humanista<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
<div style="color: #660000; text-align: center;">
<span style="font-size: small;"><br /></span>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Cuando acompañé por primera vez a mis hijos mayores a una Ceremonia de Cuadro, los estandartes, guiones, espadas y kepís me provocaron recelo de cualquier mensaje fascistoide que quisieran imbuir en sus tiernas almas. Ocho años después, con mando, cargo y la responsabilidad de transmitir la ideología pentathlónica a otros muchachos, enumero aquí las razones que he encontrado de por qué esta institución, <i>mi </i>institución, no comulga con las doctrinas totalitarias. </span></span></div>
<span style="font-size: small;">
</span>
<br />
<a name='more'></a><div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><br /></span>
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPR1hKBJuxZw5uSDYfWNwyo1pBSoKrvvifWCK8858fedo81Y4nuT5_WJZaXpZ3gEd1KuxJq7MkCkH8MX_spkeU_kIs35yhDVvrIq8D1_6RVCIZeI2zennxqYyFcIfN5pm6csG6tYumSUEo/s1600/3076_345506642196031_1481919875_n%5B1%5D.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPR1hKBJuxZw5uSDYfWNwyo1pBSoKrvvifWCK8858fedo81Y4nuT5_WJZaXpZ3gEd1KuxJq7MkCkH8MX_spkeU_kIs35yhDVvrIq8D1_6RVCIZeI2zennxqYyFcIfN5pm6csG6tYumSUEo/s200/3076_345506642196031_1481919875_n%5B1%5D.jpg" height="200" width="150" /></a><span style="font-size: small;">Los fundadores del PDMU eludieron consciente y consecuentemente tanto la demagogia fascista como la retórica de izquierdas. Si en 1938 hubieran empleado la primera, el proyecto pentathlónico habría nacido muerto, estando inmersa la Nación en un régimen de corte socialista. Si la segunda, habría incitado al Estado a absorberla en su dinámica corporativista, que entonces tenía todo el impulso de las cosas nuevas y le faltaba, precisamente, un ente eficaz para aglutinar a las juventudes.</span></div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-size: small;">Jorge Jiménez Cantú, sus compañeros Fundadores y el Benefactor, Gral. Dr. Gustavo Baz, no podían optar por alguna de estas tendencias, luego de atestiguar el sufrimiento causado apenas unos años antes por la Guerra Cristera, cuando chocaron el Estado jacobino-socialista y la masa católica-derechista. No podían elegir entre estas dos opciones viendo la tragedia sufrida por los pueblos de Rusia-URSS, Italia y Alemania bajo sus respectivos Estados totalitarios, de distinto color pero del mismo cuño.<b> </b></span><br />
<span style="font-size: small;"><br /><b>Quizá corporativismo, nunca fascismo</b></span></div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
La Nación –como siempre– atestiguaba y seguía las tendencias de la época. La corporativización de gremios o grupos se veía entonces como un sistema viable para <a href="http://tlahtopil.blogspot.mx/2010/08/el-estado-de-comodidad-la-batalla-iii.html">organizar, atemperar y orientar las inquietudes sociales hacia una meta política</a>. En el caso mexicano, se buscaba la legitimación del régimen postrevolucionario, la pacificación de las facciones que participaron en la guerra civil y la reconstrucción tanto social como económica.</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Entendamos ‘corporativismo’ como la militancia forzosa de los individuos, según su gremio o función social, en un organismo supervisado por el Estado, que se caracteriza por la ideologización intensiva, el empleo de emblemas de identidad con gran carga simbólica; uniformes y disciplina militaroides o de plano militarizados; homogeneización sociológica y obligación de donar trabajo a las instituciones estatales, sea o no en beneficio de la comunidad.</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Tanto regímenes de derechas (Italia, España, Alemania) como de izquierdas (URSS, China) recurrieron al corporativismo, y en México el régimen postrevolucionario no solamente lo explotó, sino que lo institucionalizó desde el principio mediante la creación de centrales obreras, campesinas, juveniles y gremiales afiliadas al partido de Estado, cuyo monopolio era confrontado por organizaciones espontáneas, principalmente de filiación católica.</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Entre los ensayos más radicales, caracterizados por la implantanción a ultranza de la «receta» europea, en los años 1930 se vieron, por la izquierda, agrupaciones como los Camisas Rojas, filocomunistas apadrinados por el gobierno de Tabasco; por la derecha, los Camisas Doradas, filofascistas. Estas agrupaciones «uniformadas» terminaron pronto en la desgracia, el olvido o disueltas en grupúsculos que iban de la clandestinidad a la militancia moderada.</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Con mayor impacto social, en parte por su carga simbólica más liviana pero sobre todo por la afiliación forzosa, se conformaron las grandes centrales obreras y campesinas, que siguieron el modelo soviético, aunque con bastante libertad. A éstas se opusieron las cooperativas, partidos, sindicatos y asociaciones sinarquistas, demócrata-cristianas o socialdemócratas, modeladas a imagen de asociaciones religiosas seglares como la Acción Católica, esa gran protagonista y sobreviviente de la Guerra Cristera, y en distintos grados, de la Falange Española, tradicionalista, ultracatólica, anticomunista y antiliberalista.</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Así, la iniciativa pentathlónica llegó con muchos aprendizajes adquiridos en cabeza ajena: en los ensayos fascistas de Europa y los corporativistas del propio México. Tomó de ellos algunos principios estructurales: <a href="http://tlahtopil.blogspot.mx/2012/09/nuestra-ideologia.html">una ideología definida</a>, un <a href="http://tlahtopil.blogspot.mx/2012/09/mucho-mas-que-un-pasatiempo.html">método ideologizante</a>, la disciplina militarizada, fundar la <a href="http://tlahtopil.blogspot.mx/2011/03/de-la-fuerza-y-la-virtud.html">educación moral</a> sobre los valores del nacionalismo, el honor y lealtad; empleo de <a href="http://tlahtopil.blogspot.mx/2012/05/el-uniforme-orgullo-e-identidad.html">uniformes</a> e insignias. Y hasta ahí el parentesco.</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Nada de recargarse en el Estado, un partido o religión; nada de militancia forzosa ni de servir como herramienta de control o escalera del poder; mucho menos separar a los hermanos en «buenos» y «malos», ni de exaltar los ánimos de los compatriotas contra «los de afuera».</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Su <i>corpus</i> ideológico era muy sencillo y puntual, desligado de cualquier
orientación política o religiosa –apenas cinco preceptos <a href="http://tlahtopil.blogspot.mx/2011/03/no-se-ama-lo-que-no-se-conoce_04.html">para memorizar y vivir</a>, compatibles con la mayoría de los credos–, con una propuesta positiva para la juventud que merecía la confianza de los paterfamilias, no vindicativa –como el comunismo–, mitomaniaca –como el fascismo o el nazismo– ni nostálgica –como el falangismo–.</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Sus insignias, derivadas de los Símbolos Patrios y los emblemas universitarios, respetuosas de éstos, sin pretensión alguna de suplantarlos, tenían además una elegancia intrínseca y un aire de familiaridad que no provocaba cejas fruncidas, como los logogramas de las corporaciones estatales, las insignias de las agrupaciones filocatólicas o –peor todavía– los exóticos símbolos de las
organizaciones cobijadas por los Estados totalitarios de Europa (hoz y martillo, cruz gamada, haces de varas o de flechas...).</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
La exigencia física, moral y disciplinaria de la propuesta pentathlónica era muy alta, pero tenía el atractivo de ser una organización abierta a todos, sin discriminación de credo, raza o partido; de pertenencia voluntaria; apadrinada en sus aspiraciones intelectuales nada menos que por la Universidad Nacional, y en las deportivo-militares, por el Ejército, que entonces monopolizaba los mejores instructores y espacios deportivos del país.</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Ajeno a los intereses de los grupos de poder, el servicio de los muchachos tenía –y tiene– el buen sabor del altruismo, de la honestidad, de la lealtad a los propios principios. Sin sombra de «borreguismo» –exento del control estatal–, el PDMU puso el acento no en sí mismo ni en el proyecto gobiernista, sino <a href="http://tlahtopil.blogspot.mx/2012/02/ser-cadete-esencia-de-la-mistica.html">en el individuo como principal sujeto de <i>su</i> superación</a> material, corporal, intelectual y espiritual como requisito previo, indispensable, para la superación de la Patria.</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
El delicado balance entre autonomía respecto de las instituciones y el respeto debido a éstas, granjeó al PDMU apoyos sustantivos y sustanciosos durante años, principalmente del Ejército, como la designación gratuita de instructores a tiempo completo, el patrocinio a sus actividades deportivo-militarizadas, y la liberación «automática» del servicio militar para sus miembros.<b> </b><br />
<br />
<b>¿Por qué en la Universidad Nacional?</b></div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
En ese momento histórico la Universidad, crisol de las ideas, era más bien
una caldera a punto de explotar, con una montante confrontación entre
simpatizantes de la izquierda y la derecha.</div>
</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
El Gral. Dr. Gustavo Baz
debió ver una oportunísima y sana válvula de escape en la «tercera vía» ideológica que proponían los jóvenes Fundadores del PDMU: un nacionalismo autorreferente, comprometido con la construcción de una Patria mediante su propio camino, no importando modelos que confrontaran a los hermanos, como en la situación que se vivía dentro y fuera de las aulas.</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Orientado hacia el presente y el futuro, no plañidero del pasado; inclusivo, apartidista y arreligioso, al tiempo que comprometido con una toma de postura cívica y moral: más que un concepto de nacionalismo, éste debió parecer al Benefactor –no parece:<i> es</i>– un proyecto de Nación, sólo esperando mentes universitarias dispuestas a aterrizarlo en planes concretos, y manos vigorosas dispuestas a ejecutarlo.</div>
<br />
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
<span style="font-size: small;"><b>El nacionalismo pentathleta</b></span></div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span style="font-size: small;">No
es una «vocación de imperio», como el nacionalismo falangista, sino un compromiso personal de
autoconocimiento y dignificación. No es un «destino manifiesto», como la
Doctrina Monroe estadounidense o el pangermanismo hitleriano, sino
compromiso personal con el engrandecimiento de la Patria ponderada contra sí misma,
no con otras naciones. Tampoco es una nostalgia de glorias
pasadas, pues en una Nación donde los héroes de ayer tenían la mala
costumbre de convertirse en los tiranos de hoy y los parias de mañana –recordemos: apenas se aquietaban las aguas revueltas de la Revolución y sus marejadas–,
había poco que diera pie al orgullo.</span></div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
<span style="font-size: small;"><br /></span></div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; text-align: justify;">
<b><span style="font-size: small;">¿Huellas del pensamiento falangista?</span></b></div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">El
cimiento ideológico del PDMU tiene ecos, aunque menores y callados,
del falangismo «original», como lo formuló José Antonio Primo de
Rivera antes de la Guerra Civil española; no de la Falange
cooptada por Francisco Franco como brazo paramilitar, primero, y
después instrumento de control ideológico y social en su Estado
totalitario.</span></div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-size: small;">Conceptos como la lealtad a la Patria, al grupo y a
sí mismo –ejes del Pentálogo– están presentes, con tonos más o menos
familiares, en los Puntos de la Falange y la Promesa del movimiento que la sucedió, el Frente de
Juventudes; pero también en una institución castrense conformada por
voluntarios, anterior a la Falange: la Legión Española.</span></div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-size: small;">Es
en las consignas posteriores donde se dejan sentir resonancias algo más
notorias del lenguaje falangista, pero cuidando muy bien de dejar fuera toda descalificación a las instituciones, todo intento intervencionista en el
Estado y la política, y qué decir de cualquier afiliación ideológica,
fuera política o religiosa.</span></div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Llama la atención cómo el Mensaje al Pentathlón Menor, al tiempo que reproduce en lo esencial los principales conceptos falangistas relativos a la <span style="font-size: small;">justicia social y el nacionalismo, corrige lo que tienen de cerrazón, discriminación interna y xenofobia, dándonos un texto pleno de humanismo no sólo mexicano, sino universal.</span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<div style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">
Por su parte, el Mensaje al Pentathlón Femenino, aunque de entrada parece reflejar las ideas de sometimiento al varón, del servicio al hogar y la maternidad como destino inexcusable, que regían la tan caricaturizada –con razón– Sección Femenina de la Falange, avanzando los párrafos muestra una profunda convicción en la dignidad humana de la mujer, y la impele a ser su primera promotora y defensora.</div>
</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="text-indent: 1cm;">Luego de un análisis serio y completo, incluido el Ideario, queda claro que el PDMU tomó prestado el estilo, el lenguaje y algunos conceptos, pero no compró la ideología, la «receta».</span><br />
<b><span style="font-size: small;"><br /></span></b>
<b><span style="font-size: small;">Claves de supervivencia</span></b></div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">El PDMU sobrevivió a la primera era socialistoide y, luego, a la primera ola liberalista del siglo </span><span style="font-size: x-small;">XX</span><span style="font-size: small;">, gracias a una autonomía defendida a rajatabla
ante la Universidad, el Estado y el instituto armado, sin menoscabo de
una cordial relación, que llegó a ser filial con este último.</span></div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Por otra parte, sabemos que «el poder corrompe». El PDMU ha <span style="text-indent: 1cm;">evitado la presencia de arribistas </span><span style="text-indent: 1cm;">manteniéndose al margen de los poderosos y, en sentido contrario, el chantaje y la manipulación de éstos para servir a sus intereses.</span></div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Su carácter de organización civil, con la carencia <span style="font-size: small; text-indent: 1cm;">crónica</span><span style="font-size: small; text-indent: 1cm;"> de
recursos económicos y materiales que esto implica, fue capitalizado por
la estructura de mando para cultivar el sentido de pertenencia y
responsabilidad personal de los miembros en el sostenimiento de la
institución, llegando en un momento más cercano a nuestro presente a recibir con suspicacia cualquier apoyo venido del Estado u
otros protagonistas del poder.</span></div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-size: small;">La desvinculación de las tendencias políticas epocales y
las ideologías opositoras de moda, ha permitido al PDMU como institución pasar con
las manos limpias por la historia, dejando a sus miembros actuar de acuerdo con su conciencia.</span></div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-size: small;">Así, en sus primeros años, el Águila Bicéfala fue vista
sobre los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial, llevada por
muchachos voluntarios en ambos bandos. Sin cumplir siquiera un
lustro como institución, los voluntarios del PDMU ya eran regla áurea
para la conducta de los militares de línea.</span></div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-size: small;">Muy pronto se hizo ver la vocación de servicio de
los pentathletas, pues comenzaron a nutrir las filas de las fuerzas
armadas, cuerpos de socorro y de policía; el servicio público y la
academia, además de presentarse como voluntarios para asistir a la
población en desastres.</span></div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-size: small;">En los años 1960, cuando un Estado reaccionario fue contrastado por la moda de la psicodelia, la socialistización y el libertinaje, este deslinde ideológico e institucional permitió al PDMU también
mantenerse al margen de las protestas civiles y la dura represión
estatal, negándose por igual a respaldar con su nombre las
manifestaciones de la población universitaria, que a prestarse como grupo
de choque paramilitar. Nuevamente, se dejó a los individuos actuar de acuerdo con
su conciencia.</span></div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-size: small;">Aunque es una institución tradicionalista, en el sentido de que se funda sobre la escala clásica de valores, el carácter universitario del Pentathlón le da la perspicacia necesaria para adaptar sus métodos de trabajo a la evolución de la sociedad, sin adulterar su esencia</span><span style="text-indent: 1cm;">, sirviéndole por ello de roca segura en tiempos agitados. S</span><span style="text-indent: 1cm;">u disciplina militar da la perseverancia para resistir los episodios adversos y los ataques sin perder el decoro; su aspecto deportivo le da el vigor para consumar sus empresas.</span></div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-size: small;">Conjugando valores inobjetables, inquietud intelectual, disciplina y juventud, es una institución que combina firmeza y flexibilidad, optimismo y sentido de realidad, compromiso y esperanza. Esto, no se consigue en la anarquía ni en el totalitarismo. </span> </div>
<div class="blogger-post-footer"><p></p><p></p><em>Lee estos artículos con un formato más amigable al ojo en <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/">Blogger</a>. También hay vínculos a mis </em>blogs<em> de personal interés, depósito de imágenes, histórico musical y otras cosas más.</em></div>Tlahtopilhttp://www.blogger.com/profile/08097940969097541621noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8955563367492514911.post-78361565066867010442012-09-19T13:05:00.004-05:002013-09-18T18:33:02.266-05:00¿Qué nos enseñó el temblor de 1985?<div style="color: #660000; text-align: center;">
<br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hace 27 años, a las 07:19 hrs., México despertó de la feliz ignorancia para encarar la realidad de los desastres. </span></div>
<a name='more'></a><div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; text-align: justify;">
<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjF_rXBuo9EUxeqAHGzKk1cnwOJPQMscegZunk9Tkq_xLhRRncPIIQzS8lX6Tb7UG4Y0_Ta2gJ0uHglqZZkA5YeHwXeKxfWsf1ZCGxqgnkiRt67p0hlI7pWa3CLuWr9Kwv-S08hwf7mOlDK/s1600/500px-CivilDefence.svg%5B1%5D.png" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjF_rXBuo9EUxeqAHGzKk1cnwOJPQMscegZunk9Tkq_xLhRRncPIIQzS8lX6Tb7UG4Y0_Ta2gJ0uHglqZZkA5YeHwXeKxfWsf1ZCGxqgnkiRt67p0hlI7pWa3CLuWr9Kwv-S08hwf7mOlDK/s200/500px-CivilDefence.svg%5B1%5D.png" width="200" /></a>Las catástrofes de San Juanico en 1984 y Guadalajara en 1992; el huracán «Gilberto» de 1988, dejaron también serias lecciones, pero la magnitud del sismo que destruyó el corazón de la capital, además de otras localidades en el Centro y Occidente del país, tuvo un costo sin parangón en vidas humanas. Esto motivó por igual a sociedad y autoridades a marcar la fecha en las efemérides negras de la Patria.</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Pero, además de los «simulacros de simulacro», las banderas a media asta y las tristes anécdotas que cada año nos repetimos, ¿qué aprendizaje nos dejó?</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Primero, que la negligencia es un cómplice macabro de las fuerzas de la naturaleza (y viceversa). Si los códigos de construcción y planes de desarrollo urbano se hicieran respetar, las catástrofes tendrían costos humanos, materiales y económicos mínimos. Pero la corrupción, <a href="http://tlahtopil.blogspot.mx/2010/07/mentalidad-de-paracaidista-la-batalla.html" target="_blank">la nece(si)dad y la incultura voluntaria</a> aún campean en nuestra sociedad, provocando que cada desastre natural habido desde entonces, y cada catástrofe humana, pongan en alerta a los cuerpos de protección civil y de rescates ante la casi certeza de un escalamiento de calamidades. Aún son cotidianas la invasión habitacional de zonas de riesgo, la escasa supervisión de la infraestructura de servicios públicos, las edificaciones sin cumplimientos mínimos, el descuido de los esquemas de seguridad y prevención en las industrias... Y la ignorancia de las prácticas mínimas de protección civil en escuelas, trabajos y familias.</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Segundo, que el resguardo de la integridad física y patrimonial de las personas no es sólo responsabilidad del sistema público de emergencias, las organizaciones juveniles y los organismos asistenciales de las Iglesias: es, primeramente, responsabilidad del individuo. Desde 1985 somos menos pasivos, menos catastrofistas si se quiere; más participativos, sí, pero no lo suficiente. Aún esperamos que sea un vecino, la autoridad o la Providencia quien dé la voz de alarma y nos dirija para quitarnos de enmedio del desastre; eso, cuando no nos aferramos a las posesiones materiales, la faena a medio hacer, las antipatías vecinales, o el pánico nos paraliza. Nadie quiere ser el primero en dar la voz y activar el sistema de emergencias; nadie quiere ser el último en evacuar la zona o sitio de riesgo. Nadie quiere ser, o que su hijo sea, el chico listo que cada semana se enfunda en el uniforme y va a practicar las habilidades y aptitudes necesarias para salvar su propio pellejo y el de sus prójimos.</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Tercero, que las calamidades pueden ocurrir en cualquier momento y provenir de la fuente más inesperada. Sin embargo, parece que quienes no han pasado por una, y algunos de quienes las hemos sufrido en carne propia, echamos este aprendizaje al cajón del «eso no me importa», «eso a mí no me sucederá» o «si ya pasé por eso y sobreviví, nada más puede pasarme», etiquetando a quienes tratan de mantenerse preparados como pesimistas, paranoicos o apocalípticos. Los cursos obligatorios de primeros auxilios o de protección civil son considerados por muchos como asuetos no programados, y quienes ponen atención, como los pobres idiotas que se harán responsables de los demás por el mismo sueldo. Las prácticas mínimas –simulacros, preparar el equipo de emergencia y la carpeta del desastre– son dejadas siempre para mañana, la próxima semana o el siguiente Diecinueve de Septiembre.</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Cuarto, que gracias a la Providencia siempre hay alguien con la nobleza de ánimo, claridad mental, vocación de servicio, los conocimientos y aptitudes necesarios para iniciar las tareas de coordinación, rescate y remediación; mostrando el camino y entusiasmando a las almas tibias que carecen de una o dos de estas cualidades. Pero ese ángel encarnado y su puñado de seguidores poco podrán hacer ante la magnitud de la contingencia si no asumimos de una vez y con seriedad los tres aprendizajes mencionados antes; si no pasamos de una mentalidad asistencialista y subsidiaria a una de solidaridad social y responsabilidad personal.</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Quinto: el <a href="http://tlahtopil.blogspot.mx/2009/08/jueves-negro.html" target="_blank">Jueves Negro</a> nos mostró la fragilidad de la vida y la debilidad del individuo. Pero también la fortaleza del ser humano y la sociedad. Cuando la magnitud del desastre derriba las premisas del «<a href="http://tlahtopil.blogspot.mx/2010/08/el-estado-de-comodidad-la-batalla-iii.html" target="_blank">Estado de Comodidad</a>»; es decir, cuando rebasa la capacidad de las autoridades, apabulla nuestra capacidad de dolor y amenaza nuestro <i>confort,</i> descubrimos y potenciamos nuestras capacidades tanto físicas e intelectuales, como morales.</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
El Jueves Negro puede volver cualquier día. De nosotros depende, de cada cual, que pase sólo como una anécdota para contar a los nietos.</div>
<div class="blogger-post-footer"><p></p><p></p><em>Lee estos artículos con un formato más amigable al ojo en <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/">Blogger</a>. También hay vínculos a mis </em>blogs<em> de personal interés, depósito de imágenes, histórico musical y otras cosas más.</em></div>Tlahtopilhttp://www.blogger.com/profile/08097940969097541621noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8955563367492514911.post-68300639318124615412012-09-12T14:15:00.003-05:002013-02-22T13:11:06.571-06:00Mucho más que un pasatiempo<div style="color: #660000; text-align: center;">
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<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es un juego, sí, y lo jugamos en serio, como dictan los textos fundamentales de nuestras instituciones. Pero de ninguna manera un pasatiempo. No estamos aquí «desestorbando» mientras mamá hace las compras... Aprender a vivir tampoco es un pasatiempo: es el juego más serio de todos; dura toda la niñez y la juventud. </span></div>
<a name='more'></a><div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; text-align: justify;">
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<span style="font-size: x-small;"><i>A Monserrat Topete</i></span></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9HLdivfOpuq82lqrSIvIW4A-aEbPLgHuE3I9tIpTuH8vZsOInOJmDiWLWcc0C9Fr9cT__uzurPpV9x-1hyANK1eMsvtehyphenhyphenKBF3C3orIFVw84MLIqlNpRYZByxyiiHjyjYkXoyxR0gDOrr/s1600/IMG_0713.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9HLdivfOpuq82lqrSIvIW4A-aEbPLgHuE3I9tIpTuH8vZsOInOJmDiWLWcc0C9Fr9cT__uzurPpV9x-1hyANK1eMsvtehyphenhyphenKBF3C3orIFVw84MLIqlNpRYZByxyiiHjyjYkXoyxR0gDOrr/s200/IMG_0713.JPG" width="200" /></a></div>
La organización juvenil, por gracia de los padres de familia y el mismo joven, es hecha parte de este juego. La institución debe ser, vista desde aquí, como un ligero cambio de reglas, una elevación de las metas que intensifique el sentido lúdico de esta etapa de la vida, para pasar por ella contento a la vez que fortalecido; un acento en el sentido de competencia contra el ‘yo’ de ayer; estímulo a la participación activa del sujeto en el juego de su autoconstrucción material, corporal, intelectual y espiritual.</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
La institución se ofrece como un apoyo a los muchachos y paterfamilias empeñados en ganar este juego, positivamente deseosos de alcanzar el premio de una vida adulta plena: sana, solidaria y generosa; orientada hacia un fin muy superior a meramente subsistir, reproducirse y morir.</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Quien piense en las organizaciones juveniles como algo inocuo, <a href="http://tlahtopil.blogspot.mx/2011/10/la-tentacion-del-activismo-tan-obvio.html">solamente entretenido</a>, no se sorprenda ni se ofenda cuando sus hijos o sus pares le den lecciones de integridad, fortaleza emocional y física; de autodisciplina y civismo. Porque entre juegos, prácticas y campamentos; competencias, campañas de acción social y excursiones, somos escuelas, y las escuelas están <i>para formar, </i>no para entretener. La diversión es un ingrediente legítimo, importante, de nuestros métodos, pues se trata de hacer amable al chico el proceso de autoformación, <i>pero nunca su fin.</i> Para eso están las guarderías por hora.</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Así como los adultos juegan futbol o van al gimnasio sudando hasta la última gota; así como cultivan ritualidades en el trabajo, la comunidad religiosa y la vida familiar que establecen las relaciones entre las personas; entre éstas y el medio, lo abstracto-trascendente y las superestructuras sociales; así como asumen responsabilidades y compromisos en todos estos ámbitos, así mismo el muchacho adopta un papel sociológico relevante en el grupo y, jugando, se<span style="text-indent: 1cm;"> </span><span style="text-indent: 1cm;">ejercita, ritualiza-socializa y cultiva el sentido del deber, bajo un método formativo y sobre una base ideológica concebidos para reforzar su proceso madurativo integral.</span></div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Entre jugar en serio el juego de la vida, <a href="http://tlahtopil.blogspot.mx/2012/05/el-uniforme-orgullo-e-identidad.html">metido en un uniforme</a> y sujeto al método que lo acompaña –aun así sea el de un equipo deportivo–, y evadirlo en una pandilla, una pantalla o pasatiempos improductivos, es más probable que nuestros hijos sean adultos competentes y felices si optamos por la primera alternativa, mientras lo hagamos con seriedad.</div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Tanto entre los miembros de la organización juvenil como entre los padres e instructores, la perseverancia es un elemento fundamental para que este esfuerzo devenga en formación auténtica. Sin perseverancia, todo queda en mero desgaste de los mayores y entretenimiento inútil para los chicos, privándolos de oportunidades excepcionales para crecer en aptitudes, madurez e integridad. </div>
<div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Rehuir el esfuerzo y la constancia en las primeras edades, es garantía de llevar una vida mediocre, subsistencial y dependiente; intolerante a la frustración y, por tanto, incapaz de alcanzar su realización humana. Por eso debemos jugar el juego de crecer, jugarlo en serio y hasta el final de la partida: para que después, en la brega de la vida real, tengamos lo que se necesita para triunfar.</div>
<div class="blogger-post-footer"><p></p><p></p><em>Lee estos artículos con un formato más amigable al ojo en <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/">Blogger</a>. También hay vínculos a mis </em>blogs<em> de personal interés, depósito de imágenes, histórico musical y otras cosas más.</em></div>Tlahtopilhttp://www.blogger.com/profile/08097940969097541621noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8955563367492514911.post-73543064446807436262012-09-01T00:00:00.068-05:002012-09-01T00:00:05.522-05:00Nuestra ideología<div style="color: #660000; text-align: center;"><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Todos somos mexicanos y todos tenemos una visión peculiar del México que deseamos. Nuestro deber como pentathletas es realizar esa visión por amor a México, fundados firmemente sobre su realidad humana e histórica; no por amor ciego a una ideología queriendo imponer la «receta» tal como está escrita. </span></div><a name='more'></a><div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; text-align: justify;"><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgrjhWwcDb6XxvOQ1ZLCdcYqHl8Th4Q3-5MOv4kWT7XSWglnjM_TBPDeOqU-vM1Upc0TsWTzws8Rm1g4e1gq3z7nN9-pGqn9GYOmQQTWuXWhD4EJoWrvq74sLJo6ObgsWQsFXpItt7POB-/s1600/555746_341708455909183_1153473183_n.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgrjhWwcDb6XxvOQ1ZLCdcYqHl8Th4Q3-5MOv4kWT7XSWglnjM_TBPDeOqU-vM1Upc0TsWTzws8Rm1g4e1gq3z7nN9-pGqn9GYOmQQTWuXWhD4EJoWrvq74sLJo6ObgsWQsFXpItt7POB-/s200/555746_341708455909183_1153473183_n.jpg" width="200" /></a></div>Cuando queremos aplicar la «receta» de los libros, sin atender a la realidad humana, todas las bondades prometidas se pervierten y sólo producen terror. ¿Qué ocurrió en la URSS cuando Stalin impuso el comunismo leninista sin congruencia alguna con el sentir, creencias y realidad material del pueblo? ¿Dónde quedó el respeto a la dignidad humana, la justicia, la razón y todos esos altos ideales que enumera <i>El capital</i> de Marx? ¿Dónde los encuentra uno cuando habla de Norcorea o de Cuba? Otro tanto podemos decir de los países que, en este albor del siglo <span style="font-size: x-small;">XXI</span>, sufren el peso de El Corán, como en la Edad Media y la Reforma Protestante otros sufrieron el de la Biblia; como en la Revolución Francesa, enarbolando la Carta de los Derechos del Hombre, se hizo rodar infinidad de cabezas. </div><div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">El PDMU –valga aclarar de una vez– es secular y apolítico como institución, pero promueve y defiende no sólo la libertad ideológica de sus miembros, sino el ejercicio activo de sus creencias fuera de la instrucción y los servicios: el respeto a la pluralidad durante nuestras actividades nos obliga a la neutralidad; allá afuera, nuestro sentido del deber nos obliga a vivir coherentemente tanto con nuestra ideología particular, como con los principios pentathlónicos. </div><div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">Por eso no está bien que un mando o instructor quiera adoctrinar a la tropa, desde la autoridad que le da su cargo, a favor o en contra de grupo, credo, ideología o partido alguno (lo cual está explícitamente censurado por el Código Fundamental); peor aún, cuando antepone el pronombre ‘nosotros’. </div><div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">Como precedente y nota al margen, un militar británico advirtió, años antes de nacer el PDMU: «Las ideas extremistas rara vez son buenas: si las vemos a través de la historia, encontraremos que ya alguna vez fueron ensayadas sin éxito en algún lugar». </div><div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">Basados en esta afirmación, muy cierta en lo general, debería causarnos sorpresa, repudio y alerta que haya en nuestras filas muchachos encandilados por ideologías que la historia ha demostrado erradas, nocivas, aniquiladoras de cuanto hay de sublime en el ser humano: comunismo, fasci-nazismo, fundamentalismo religioso, relativismo-liberalismo... Su presencia en las Unidades de Instrucción es una seria advertencia de que no estamos haciendo bien nuestro trabajo como formadores integrales, que no sembramos a tiempo el amor consciente y autocrítico a su Patria, dejando que otros aprovechen la tierra fértil de sus almas. </div><div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">Nuestra ideología es nacionalista, desde que fincamos como finalidad suprema La Grandeza de la Patria. ¿Qué nacionalismo profesa el PDMU, según sus textos ideológicos? ¿Uno ciego y fanático, xenófobo, cerrado y autárquico, como el que llevó a Alemania, Italia y España a estrellarse contra el mundo en la primera mitad del siglo <span style="font-size: x-small;">XX<span style="font-size: small;">; como el que quiso imponer aquí el Presidente PE Calles</span></span>? ¿O bien uno creativo, humano, respetuoso de nuestras realidades y comprometido con el engrandecimiento espiritual, intelectual, corporal y material <i>de cada uno </i>de los mexicanos, a partir de lo que somos? </div><div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">Esto pone el acento en un punto sumamente crítico de nuestra propia formación pentahtlónica, y en la formación que ofrecemos al personal: ¿cómo es que a estas alturas un clase u oficial confiese que no sabe cómo es el nacionalismo que profesa el PDMU? Muy honesto de su parte si llega a reconocerlo, pero también preocupante: ¿es que nunca ha tenido en sus manos el Código Fundamental, para leer y comprender estos conceptos esenciales de nuestro ser institucional? ¿Cómo es posible que sus instructores sólo le hayan dicho de palabra, así, secamente, «somos nacionalistas», sin ellos mismos leer (al menos para preparar las academias) el Mensaje al Menor, que es donde más amplio se expone el nacionalismo del Pentathlón? </div><div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">Nunca es tarde para empezar. Ya que ha aflorado este delicado punto, que sea la invitación para «echarnos el clavado» a nuestros textos, y que nunca más un mando o instructor se quede conforme con sólo un «somos esto porque sí; no somos aquello porque no»: lo que sí somos, positivamente, es cadetes, no soldados; como cadetes, el arma principal de nuestros muchachos es su intelecto; su munición, el conocimiento bien fundado; sus proveedores, nosotros, los instructores.</div><div class="blogger-post-footer"><p></p><p></p><em>Lee estos artículos con un formato más amigable al ojo en <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/">Blogger</a>. También hay vínculos a mis </em>blogs<em> de personal interés, depósito de imágenes, histórico musical y otras cosas más.</em></div>Tlahtopilhttp://www.blogger.com/profile/08097940969097541621noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8955563367492514911.post-60511814205833876282012-08-21T20:09:00.002-05:002012-08-22T17:55:58.827-05:00Lealtad: 73 años<div style="color: #660000; text-align: center;"><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El que es leal sólo a sí mismo, sin un punto de referencia trascendente, es como el que camina por el filo de un precipicio con los ojos vendados y espera llegar ileso al otro lado. </span></div><a name='more'></a><div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; text-align: justify;"><br />
La lealtad es buena, siempre que el objeto de ella sea superior a las pobrezas humanas. Sólo entonces es no como una venda, sino como un pasamanos al cual sujetarse cuando faltan las fuerzas o el vértigo apresa. </div><div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">La lealtad no puede ser selectiva. No puedo decirme leal a una idea y darle la espalda a la institución o la persona en que esa idea tiene su origen. La lealtad acomodaticia que se queda con las promesas y desecha las obligaciones, es oportunismo; aquella que prefiere el seguimiento ciego, fanatismo.</div><div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">El ideal es superior a la persona, a la humanidad misma, porque es aspiración a trascender lo humano. Los costos que exige al individuo a cambio de trascender su finitud y soledad, están tasados mediante un método, un ejercitamiento físico, intelectual y moral que, al tiempo de fortalecerlo para completar el camino, lo orienta para mantenerse en él. Mantenerse en ese camino, eso es la lealtad.</div><div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">Como el ideal rebasa por mucho a la persona, su pureza y su luz sólo pueden custodiarse dignamente más allá de las manos humanas: en el recinto de una institución, en el sagrado de un código, en una ritualidad que lo trasmite entre las generaciones. Si bien institución, código y rituales son hechura humana, todos ellos resumen y definen el fin, los medios y los principios que sus hacedores intuyeron, mediante la revelación o la epifanía, mismos a los que se sometieron en aras de su bondad inmanente.</div><div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">Las religiones, Estados e instituciones que perduran en la historia, no son los acomodaticios que se adaptan a los tiempos como los zapatos a los pies, sino los que adaptan sus pies a las piedras del camino... Dije ‘adaptan’, no ‘imponen’, pues lo segundo lleva al totalitarismo, al fanatismo: al precipicio.</div><div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">A pesar de las faltas y miserias de los seguidores, anónimos y numerosos, o de los guías, individuados y escasos, sólo en las instituciones sólidas, los códigos inalterables y los métodos inexcusables, la fe, la ideología o la misión secular prevalecen inmunes a las manchas del pecado, el crimen o el fraude.</div><div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">El ideal, si auténtico, es esencial, sencillo y luminoso. Lleva a los individuos y a la colectividad que lo persigue, a una bondad, verdad y belleza que no se marchitan. El Pentathlón Deportivo Militarizado Universitario ofrece, cultiva y persigue un modo de vida optimista, sano, sencillo, abierto a la vista de la sociedad, de la Patria y el Creador, resumido en la Finalidad Suprema, «Por la Grandeza de la Patria»; luego desglosado en las Cuatro Finalidades Particulares (Espiritual, Intelectual, Corporal y Material) y codificado en el Pentálogo.</div><div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">En la Institución, Código y Método del Pentathlón, pues, se ven a las claras esos fines, medios y principios que configuran su Ideal: un ideal perfectamente compatible con niños, jóvenes y adultos; con hombres y mujeres; con ateos y fideístas; derechistas, izquierdistas y centristas... Quien sólo ofrezca tenebrismo, esoterismo, hermetismo o culto a la personalidad, por mucho que vista de gris acero, no puede llamarse pentathleta, pues da signos inequívocos de que no busca la belleza, bondad ni virtud que nosotros vemos en la Grandeza de la Patria.</div><div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">Resalta que éste fuera el tema preponderante durante las celebraciones por el 73er. Aniversario de la XV Zona Jalisco. De la lealtad hablaron, en todos los tonos y registros, tanto nuestro Jefe Nacional, Cmte. Gral. Raúl Hernández, como nuestro Comandante de Zona, 2º Cmte. Raúl Zamora; los ex Comandantes de Zona presentes en el brindis, Francisco Palos y Martín de la Rosa, y representantes de tres generaciones torales de la institución en Jalisco –entre quienes resaltaron los contemporáneos de mi Cmte. Romualdo Cabeza por su entusiasmo y paternal disposición–. Y con la lealtad, trajeron a cuento fortaleza, perseverancia, constancia y pureza de intención, virtudes sin las cuales es imposible ser leal.</div><div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">Hablaron del honor que entraña la lealtad. De la deuda ideológica que tenemos con las nuevas generaciones pentathletas, pues su ignorancia de la verdaera y prístina luz del Pentathlón da pie a la tentación de trocar el honor por los desvíos de la traición, el oscurantismo y la sedición.</div><div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">Nos reconvinieron por nuestra tibieza para cultivar el Ideal, que resulta en la frágil lealtad de los muchachos y de algunos adultos que hoy quieren derruir los cimientos de la Institución que les ofreció todo para adaptar sus pies al camino de la trascendencia y prefirieron echarse en la cuneta cuando les apretaron los zapatos.</div><div style="font-family: Georgia,Times New Roman,serif; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">Insistieron, con toda la razón, en recordarnos cuán obligados estamos a cultivar una lealtad inteligente y perseverante, capaz de enfrentar los males endémicos del fanatismo y el oportunismo, en la trinchera de cada alma pentathleta.<br />
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</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6n1YmbAgnxyE02VdGY-1aoaZplYCzRDb81cdjIYmtnBFt8OAxREOnebNMeDJKEmvUaGJ3wVRycmge925yi2fZggBeLSO-FH5JENVop40o6Di-7lGpVBNSRRGdlwV0kRFWMn7DRLm8F7A8/s1600/73-XVZ.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="236" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6n1YmbAgnxyE02VdGY-1aoaZplYCzRDb81cdjIYmtnBFt8OAxREOnebNMeDJKEmvUaGJ3wVRycmge925yi2fZggBeLSO-FH5JENVop40o6Di-7lGpVBNSRRGdlwV0kRFWMn7DRLm8F7A8/s640/73-XVZ.png" width="640" /></a></div><div class="blogger-post-footer"><p></p><p></p><em>Lee estos artículos con un formato más amigable al ojo en <a href="http://tlahtopil.blogspot.com/">Blogger</a>. También hay vínculos a mis </em>blogs<em> de personal interés, depósito de imágenes, histórico musical y otras cosas más.</em></div>Tlahtopilhttp://www.blogger.com/profile/08097940969097541621noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8955563367492514911.post-48632609057253376992012-08-02T20:36:00.004-05:002013-06-25T20:08:02.298-05:00Pensar desde el amor<div style="color: #660000; text-align: center;">
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<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">«Toma tus decisiones desde el amor, no desde el dolor»: una bonita frase que, si tratamos de comprender y aplicar, igual parece verborrea de superación personal, que una verdad profundísima capaz de revolucionar el destino individual. Todo depende de qué entendamos por ‘amor’. </span></div>
<a name='more'></a><div style="text-align: right;">
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<i><span style="font-size: x-small;">A M-E.</span></i></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjloRHRFC_i-Oo6_heTia8Bd9MGv_eglRSrBvKiv3-vUzDOYEjDrkOAiZdGNN3KhVEPowQJjl5d-dFc-zyUrvF0plCtlT0XLBipDjeEEDiWb09hWxipPmcVjRUJ7k3SjXU9wA78V2ZnmkTK/s1600/193MirrorReflection.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjloRHRFC_i-Oo6_heTia8Bd9MGv_eglRSrBvKiv3-vUzDOYEjDrkOAiZdGNN3KhVEPowQJjl5d-dFc-zyUrvF0plCtlT0XLBipDjeEEDiWb09hWxipPmcVjRUJ7k3SjXU9wA78V2ZnmkTK/s200/193MirrorReflection.jpg" width="200" /></a></div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Necesitar a alguien, sentirse necesitado, son ideas que en el fondo implican la interna, poderosa y dolorosa urgencia de que los otros (sobre todo, <i>ese</i> otro) reconozcan el valor de uno; de encontrar el espejo imposible donde la realidad interna de uno (‘yo’) se vuelva perceptible (palabra, acto, caricia, gesto, silencio cómplice) para los propios sentidos externos, para las propias sensaciones y sentimientos.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Sólo es desperdicio de tiempo y energía ese afán de retener al otro, ese espejo imposible... Porque no existe. Porque lo sublime no se construye sobre la <span style="font-size: x-small;">NECESIDAD</span>, sino con <span style="font-size: x-small;">ASPIRACIONES</span>. La necesidad es motor sólo de la subsistencia; la aspiración, de la trascendencia.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Desde el principio y al final de todo, uno es uno, es ‘yo’, nunca ‘tú’, y pedirle a otro que entre en la mente, alma, cuerpo de sí; peor aún, que acepte y comprenda lo que encuentre ahí, es pedir lo imposible.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Sólo pueden construir un ‘nosotros’ –trascender la individualidad– el ‘tú’ y el ‘yo’ que se buscan desinteresadamente, o al menos con el interés de sorprenderse con lo que hay de humanidad <i>distinta</i> en el otro, no de reflejarse en él. Este deseo de salir de sí para percibir al otro en su realidad, antes que rebotar en él para volver a sí, es una concepción del amor, si bien imperfecta como la otra, al menos más positiva, e inmune a los sufrimientos que conlleva la posesión: celos, codependencia, dominación/sometimiento, represión...</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Tampoco significa que el amor-entrega esté libre de dolor. Al contrario: desprenderse de las máscaras, las armaduras, las preconcepciones sobre sí y los otros –principalmente la persona amada–, conlleva el sufrimiento de la indefensión; es un desollamiento del alma, y es precisamente la experiencia de entregarse totalmente al otro‑equivocado, la causa de que muchos abandonen esta manera trascendente de amar y, al cabo, ejerciten la otra, la utilitaria.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Amar como entrega, pues, no sólo requiere valor para desnudarse de los prejuicios y egoísmos que impiden a las almas tocarse, conocerse: también exige inteligencia. Sin ésta, el amor universal que nos debemos como seres humanos degenera en promiscuidad, sea emocional o carnal, y el amor personal, en juegos de posesión. Sin inteligencia, el amor‑entrega se desgasta, fatiga y degrada en amor‑posesión; al cabo, en cinismo: «Para que nada nos separe, que nada nos una».</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Una decisión tomada desde el amor, así, puede ser la más inteligente o la más estúpida. Puede transformar el mundo o aniquilar al individuo. Una decisión tomada «en clave de entrega» tiene resonancias de generosidad, de don; busca el bien del otro u otros a quienes va dirigida la acción. Tomada «en clave de posesión», suena a especulación, a cálculo de riesgos, a buscar el bien propio a costa del otro.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Traducido en ejemplos, el amor‑entrega está operante al tomar decisiones sobre el futuro de nuestros hijos: idealmente, decidimos desde lo que deseamos para ellos o lo que ellos quieren para uno, alegrándonos con la expectativa de <i>su</i> felicidad; no desde el rencor que nos producen sus faltas en el presente o el pasado... Cuando pateamos puertas, corneamos paredes y aventamos vigas verbales para no agredir físicamente al cónyuge, amigo o hijo que nos lastimó, estamos frustrados por un «mal cálculo» del amor‑posesión, decepcionados por una promesa fallida de goce, de contento. Es lo que ocurre frecuentemente con las parejas enamoradas de una falsa imagen de la contraparte, sea por engaño o por autoengaño.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Hay una tercera interpretación del amor, que tomo prestada de mi madre: el amor como un acto de la voluntad. Yo decido a quién amar y qué sacrificar para sostener ese amor. No para retener a la persona‑objeto, sino para alimentar el vínculo que voluntariamente decido construir hacia su alma; si acaso hacia su inteligencia; raramente hacia su emocionalidad y corporalidad. No es siquiera un «convenio», no es necesaria la reciprocidad. </span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Este amor‑voluntad se distingue también en que no aspira a conocer al otro ni comprenderlo. Es el amor del místico por su dios; del patriota por su nación, del héroe anónimo por la humanidad. Quizá el místico sepa de un paraíso que lo espera, el patriota de un laurel y el héroe de un epitafio, pero no son los premios su motivación: son vidas ofrendadas con absoluta gratuidad y, a veces, hasta un ‘gracias’, un aplauso, les parecen retribución excesiva. Pero no es fanático ni ciego: es razonado, conoce, pondera su capacidad de sostenerse, se fortalece con las experiencias del fracaso.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-indent: 1cm;">Es difícil encontrar un ejemplo de este amor en las relaciones humanas. Muy pocos merecen ser amados así; son menos aún los capaces de amar así a otro ser humano individual. Pero algo es seguro: los matrimonios fieles hasta la muerte no sólo tienen mucho de entrega recíproca, también de voluntad. Cuando una persona toma sus decisiones desde este plano, generalmente hay un dejo ‒o de plano un manifiesto– de autosacrificio, negación de sí, con la mira en una causa suprema que no beneficia siquiera al amante, en lo que a él respecta: sólo al amado, y si éste no recoge el beneficio, tampoco importa.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El amor posesivo tiene mucho de niño, de inmaduro: amo a mi madre porque me alimenta; amo a mi padre porque me provee; a mi hermano mayor porque me defiende. Por eso los novios nos parecen como niños: te amo porque incrementas mi buena presencia, porque <i>me‑gusta</i> cómo hueles, el tacto de tu piel, tus rasgos, tu figura; te amo porque <i>me‑das</i> (¿darás?) el placer del sexo.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El amor entregado es, más bien, esponsal: luego de la experiencia egoísta del noviazgo, de disfrutar‑me en el cuerpo o la presencia del otro, decido salir de mí y conocer la real‑persona que es ‘tú’, sorprendiéndome de todo lo que no conocí por consagrarme a mi satisfacción. Es también el amor de los amigos: no importa qué tan grandes sean tus virtudes o graves tus defectos, siempre me sorprenderá hasta dónde puedes llegar y siempre te seguiré hasta esos extremos, para igualarte o para rescatarte. Es, al menos en parte, el amor paterno: te proveo lo necesario para que te desarrolles, porque en tu realización, en tu evolución humana, en la elección y construcción de tu camino existencial, me desapropio de ti, voy conociendo, admirando y respetando tu maravilla de ser humano individual, al mismo tiempo que tú lo haces.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pero el amor-voluntad es difícil hasta de conceptuar, de tan escaso. Es sobrehumano. Es más frecuente encontrarlo como ingrediente en las relaciones fundadas sobre los otros tipos de amor: para ruina de los amantes que se poseen uno al otro; para engrandecimiento de los que se entregan uno al otro.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; text-indent: 1cm;">Así pues: ¿qué significa eso de «decidir desde el amor»? Para el que ama poseyendo, es dolor y temor. Para el que se entrega, es el bien del amado. Para el que «decide» amar, es su manera de vivir.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
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<div style="color: black; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
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