Los mandos pueden invertir fortunas en radio, carteles y volantes; los instructores, preparar las exhibiciones más asombrosas; los muchachos, pedir semanas enteras de permiso en la escuela o el trabajo para hacer propaganda de sol a sol. Pero el único reclutamiento eficaz es cuando, fuera de instrucción, una madre de familia se acerca a un/a pentathleta y le pregunta: «¿Dónde adquiriste esa gallardía, esa vocación de servicio, esa aptitud física y tesón para el estudio?»
20120727
La mejor propaganda es el ejemplo
Los mandos pueden invertir fortunas en radio, carteles y volantes; los instructores, preparar las exhibiciones más asombrosas; los muchachos, pedir semanas enteras de permiso en la escuela o el trabajo para hacer propaganda de sol a sol. Pero el único reclutamiento eficaz es cuando, fuera de instrucción, una madre de familia se acerca a un/a pentathleta y le pregunta: «¿Dónde adquiriste esa gallardía, esa vocación de servicio, esa aptitud física y tesón para el estudio?»
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